Diálogos socráticos con DeepSeek: Derek Parfit y la cúpula de Brunelleschi

A partir de ahora, por favor, haz el rol, durante toda la conversación, de Derek Parfit. Considero tu obra <<Razones y Personas>> como el <<Principia Mathematica>> de la Ética: una bella y catedralicia escombrera desplomada por el peso de su ambición desmedida. Tú mismo afirmarás que a la Ética le sigue faltando la teoría X que salve las conclusiones Repgunante y Absurda que de otro modo estaríamos abocados. Más en concreto, quiero leer de cerca cómo, ya en tu conclusión (que alargas con epílogos sucesivos), afirmas distinguir el Camino Bajo que apela a nuestras intuiciones morales y el Camino Alto, a la metaética. Cierto que afirmas haber encontrado uno espacio gris --te concedo el hallazgo-- que te permitieron, sin andar ninguno de los dos caminos avanzar en la perfilación de una Ética apenas observándole a las Teorías Éticas, en base a sus propios presupuestos, ciertas carencias que deben corregir si quieren permanecer no sido refutadas. Me gustaría, sin embargo, y aquí comenzaría nuestra aventura, hablar un poco, en verdad: cuestionarlo, el Camino Bajo. ¿Te parece?

¡Ah, qué interesante manera de abordar mi obra! Permíteme, como Derek Parfit, responder a tus observaciones y cuestionamientos, pues me parece que has captado con agudeza algunos de los núcleos centrales de mi pensamiento. Efectivamente, en Razones y Personas intenté construir un marco que, aunque ambicioso, no pretendía ser definitivo, sino más bien un punto de partida para una discusión más profunda sobre la ética y la identidad personal. Dicho esto, abordemos tu pregunta sobre el Camino Bajo.

El Camino Bajo y las intuiciones morales

El Camino Bajo, como bien señalas, apela a nuestras intuiciones morales. Este camino es, en cierto sentido, el más accesible y el que más se alinea con cómo la mayoría de las personas piensan sobre la moralidad. Las intuiciones morales son aquellas respuestas inmediatas y no reflexivas que tenemos ante ciertos dilemas o situaciones éticas. Por ejemplo, la mayoría de nosotros sentiría que es incorrecto dañar a un inocente, incluso si ese daño condujera a un mayor bienestar general.

Sin embargo, el problema con el Camino Bajo es que nuestras intuiciones morales no siempre son consistentes ni fiables. A menudo, están influenciadas por factores culturales, psicológicos e incluso biológicos que pueden distorsionar nuestro juicio moral. En Razones y Personas, argumento que si nos basamos únicamente en estas intuiciones, corremos el riesgo de caer en contradicciones o en conclusiones que, al ser examinadas más de cerca, resultan insostenibles.

Críticas al Camino Bajo

Aquí es donde tu cuestionamiento se vuelve relevante. ¿Cómo podemos confiar en nuestras intuiciones morales si estas son tan variables y susceptibles de error? Mi respuesta sería que no podemos confiar plenamente en ellas, pero tampoco podemos descartarlas por completo. Las intuiciones morales son un punto de partida necesario, pero no pueden ser el punto final de nuestra reflexión ética.

En lugar de seguir ciegamente el Camino Bajo, propongo que usemos nuestras intuiciones como una especie de "prueba de estrés" para las teorías éticas. Si una teoría entra en conflicto con nuestras intuiciones más profundas y ampliamente compartidas, esto podría ser una señal de que la teoría necesita ser revisada. Pero, al mismo tiempo, debemos estar dispuestos a revisar nuestras intuiciones si una teoría bien fundamentada las desafía.

El espacio gris y la metaética

Aquí es donde entra en juego ese "espacio gris" que mencionas. Este espacio es, en esencia, un ámbito en el que podemos comparar y contrastar diferentes teorías éticas, no solo en términos de su coherencia interna, sino también en términos de su capacidad para explicar y justificar nuestras intuiciones morales. En este espacio, no estamos simplemente siguiendo el Camino Bajo o el Camino Alto, sino que estamos explorando cómo estos dos caminos pueden complementarse mutuamente.

Por ejemplo, consideremos el utilitarismo y la deontología. El utilitarismo, en su forma clásica, a menudo entra en conflicto con nuestras intuiciones sobre la justicia y los derechos individuales. La deontología, por otro lado, puede parecer demasiado rígida y desconectada de las consecuencias reales de nuestras acciones. En el espacio gris, podemos examinar cómo estas teorías podrían modificarse para abordar estas deficiencias, quizás llegando a una síntesis que capture lo mejor de ambas.

Conclusión

En resumen, el Camino Bajo es un componente necesario pero insuficiente de la reflexión ética. Necesitamos nuestras intuiciones morales para comenzar, pero no podemos detenernos allí. Debemos estar dispuestos a cuestionarlas, refinarlas y, en algunos casos, rechazarlas si entran en conflicto con teorías éticas más sólidas y coherentes. Este proceso de reflexión crítica es, en última instancia, lo que nos permitirá avanzar hacia una ética más robusta y satisfactoria.

¿Qué piensas tú? ¿Crees que este enfoque equilibrado entre el Camino Bajo y el Camino Alto es viable, o crees que uno de los dos caminos debe prevalecer sobre el otro?

No creo que el Camino Alto lleve a ninguna parte. No creo que el Camino Bajo lleve a ninguna parte. Vamos, si te parece, a comenzar con esto último. Siempre es peligroso establecer analogías, y más en Ética, pero espero que ésta nos pueda servir (pronto se entenderá el chiste) de guía. Efectivamente, yo bien puedo desplegar un listado finito y abstracto de acciones que considero (in)morales y poder visualizarlo como un espectro cromático. Como si dijéramos, si una persona F hace la acción Y (pongamos mentir) entonces esto implicaría entrar en una zona Roja, vale decir, ha cometido una infracción, es inmoral. Este espectro de acciones (no importa el número de su catálogo) podría visualizarse como en forma de círculo, como el de un reloj (NO tienen que ser doce), y si señalo una acción como perteneciente a un determinado grupo, pongamos el acto de Mentir, entonces podría señalar (arbitrariamente digo) la hora Tres (en la franja que va de 3:01 a 3:59). Si te resulta más fácil de "verlo" puedes pensar en el Reloj como un artefacto en donde en vez de ponerse números, se dibujan a modo de viñetas determinadas acción y cada vez que vea a alguien a hacer una acción que está en el reloj, le canto las cuarenta. ¿Me sigues hasta aquí o no fui lo suficientemente clarificador? Si la respuesta es afirmativa en lo primero, dilo breve, por favor.

Sí, te sigo perfectamente. Estás proponiendo una analogía en la que las acciones morales e inmorales se distribuyen en un espectro circular, como un reloj, donde cada "hora" representa una categoría de acciones. Por ejemplo, mentir podría estar en la "hora tres". Esta analogía es útil para visualizar cómo clasificamos y juzgamos las acciones en función de su moralidad. Continúa, por favor, con tu razonamiento.

Tenemos entonces en este Reloj Moral (no nos importe, por favor, a qué acciones da el cucú), que "canta" la hora cuando alguien NO devuelve lo prestado (pertenecería este gesto a la hora del "Robo") y tenemos también que este reloj "canta" la hora cuando alguien ayuda a hacer el mal (pertenecería este geste a la hora del "Complice"). Ahora bien, ¿qué debe hacer alguien que, como se relata en el Libro I de la República de Platón, se encuentra con un enfurecido que le pide le devuelva su arma? Cito. Platón, La República, Libro I, 331c (traducción aproximada de DeepSeek): —Y si alguien, estando en su sano juicio, te hubiera confiado unas armas, y luego, fuera de sí, te las reclamara, ¿sería justo devolvérselas? Nadie diría que lo es. —Cierto —dijo. —Entonces —continuó—, no es una definición correcta de la justicia decir que consiste en devolver a cada uno lo que se le debe. No nos distraigamos, por favor, y perdón si termino de desorientarte: no me importa que prefieras evitar el canto del "Robo" o del "Cómplice", lo que me interesa es que, bien puede tener un Reloj Moral, vale decir un listado de acciones inmorales, y puedo encontrarme situaciones en donde tener que elegir el llamado Mal menor y, cuidado, el NO elegir ningún mal, elegir uno o, ya de perdidos al río, elegir ambos, ¿de acuerdo?, NO es algo que podamos adivinar sólo mirando este Reloj y esperando que nos cante la solución Responde correcto o incorrecto, por favor.

Correcto. Tener un "Reloj Moral" con un listado de acciones inmorales no es suficiente para resolver dilemas éticos complejos, como el que plantea Platón en La República. En situaciones donde hay que elegir entre males menores o donde la acción correcta no está clara, el mero catálogo de acciones no proporciona una guía suficiente. La ética requiere un análisis más profundo que considere el contexto, las consecuencias y los principios involucrados. El Reloj Moral, por sí solo, no puede "cantar" la solución en tales casos.

Todo el espectro de acciones del Reloj orbita en torno a lo Inmoral pero de una manera plana y lineal. Necesitamos subir de nivel de abstracción --no la mera enumeración atropellada de hechos punibles-- para poder establecer una jerarquía de niveles que nos permita "esferificar" todas las acciones posibles aún cuando estas nos ofrecen "horas" superpuestas y no solo aquellas casuísticas que se dan en el compartimentado y reducido círculo de casos del Reloj. Aquí es donde entra Brunelleschi con su cúpula de Florencia. De hecho, nosotros también tenemos que cerrar una Teoría Ética que encaje las diferentes contradicciones (o contraituiciones) que nos naufraga el habernos embarcado por el Camino Bajo. Pero hablemos de Brunelleschi. Es un pequeño excurso. No te asustes. Cuenta la Leyenda (hoy no hablaré de la anécdota del huevo) que para terminar de hacer la cúpula, Brunelleschi tuvo que dibujar una suerte de "flor" en el suelo que le permitiera tirar desde ahí líneas verticales hacia arriba de un rígido modo tal que le permitiera "combar" las líneas sucesivas de ladrillo para que éstas fueran progresivamente, según fueran ganando en altura, poderse acercar al punto de convergencia que será donde se cierra la cúpula. Según me lo resumió DeepSeek: <<Aunque no hay registros históricos detallados para confirmar exactamente cómo lo hizo, se cree que Brunelleschi pudo haber empleado este sistema geométrico basado en una figura en forma de flor dibujada en el suelo del espacio interior de la cúpula. Desde el centro de aquella "flor", se habrían extendido cuerdas verticales hacia arriba, siguiendo las líneas de la estructura de la cúpula. Estas cuerdas actuarían como guías para asegurar que la construcción mantuviera la curvatura y el nivel correctos en cada etapa. A medida que la cúpula crecía en altura, las cuerdas verticales habrían ayudado a los constructores a verificar que cada hilada de ladrillos o piedras seguía la curvatura prevista. Esto era crucial, ya que la cúpula no tenía una cimbra tradicional para sostenerla durante la construcción>>. Esta es mi idea que espero no quede dispersa y vaga por haber sido vehiculada a través de una analogía: toda Ética necesita encontrar una "guía" que le permita mantener el nivel de un caso a otro de manera que, sea cual sea el acto que tengamos enfrente, sepamos a qué parte de la "flor" --o principio moral-- pertenece el juicio que hagamos de esa escena. Responde correcto o incorrecto, por favor.

Correcto. Tu analogía con la cúpula de Brunelleschi es muy sugerente. Al igual que Brunelleschi necesitó un sistema geométrico basado en una "flor" para guiar la construcción de la cúpula y asegurar su curvatura y coherencia estructural, una teoría ética necesita un marco de principios o guías abstractas que permitan juzgar y clasificar acciones en contextos diversos y complejos. Este marco debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a situaciones nuevas y lo suficientemente robusto para mantener coherencia y consistencia en sus juicios. Sin este nivel de abstracción, nos quedamos atrapados en un "Reloj Moral" plano y lineal, incapaz de resolver dilemas éticos más complejos o de integrar contradicciones aparentes. La ética, como la cúpula, necesita una estructura que le permita "cerrarse" de manera coherente y satisfactoria.

Aquí empiezo a desvelar mi postura: NO es posible tal "guía" que nos "reduzca" un rango de actos hasta converger en otro. Me explico. Lenguaje. Me explico. En una carta escrita en 1928, Einstein mencionó que, aunque reconocía la grandeza de Beethoven, no le gustaba su música porque la encontraba demasiado personal y emocionalmente abrumadora. En contraste, prefería la claridad y estructura de Mozart: "tan pura y bella que parece haber estado siempre presente en el universo, esperando ser descubierta". Es curioso porque a mi me gusta Beethoven justamente porque su música es <<personal y emocionalmente abrumadora>>. En este caso, estaríamos tentados de decir que hay una diferencia de gustos, pero es justamente lo contrario. Si él hubiera dicho que NO le gustaba Mozart su música es <<demasiado personal y emocionalmente abrumadora>> frente a la de Beethoven, música <<tan pura y bella que parece haber estado siempre presente en el universo>>, aunque hubiéramos coincidido en gustos (en realidad, me gustan ambos, pero sea) NO habríamos coincidido en impresiones porque, si comparamos ambas músicas, sólo una de ellas es "personal" y sólo la otra pude ser "pura y bella", a saber y respectivamente, Beethoven y Mozart. Pero aquí viene lo curioso, ¿no te parece vagas y espurias expresiones como <<música demasiado personal y emocionalmente abrumadora>> o <<música tan pura y bella que parece haber estado siempre presente en el universo>>>? Al fin y al cabo, estamos hablando de sonidos... Esta es la cuestión: el significado de (¿algunos?) conceptos --por extensión expresiones-- funciona como divisas flotantes cuyo valor intrínseco se sustancia en función de la "cesta de bienes" (o conceptos puesto en relación) que lo pueden caracterizar. Vale decir: "Negro" es un palabra polar que ocupa la posición justo contraria del mismo espectro que "Blanco". "Valiente" otro tanto contra "cobarde". Y las palabras, llamémoslas, intermediarias: "Gris" o "Temerario" se caracterizan mejor a la vista cuando se las recorta de un fondo contrastante de distinto valor pero igual pertenencia al espectro. Todavía no he empezado el ataque, sólo estoy desfilando soldados. ¿Hasta aquí todo en orden? Responde correcto o incorrecto, por favor.

Correcto. Hasta aquí, tu razonamiento es claro y coherente. Estás planteando que los conceptos, y en particular los juicios estéticos o morales, no tienen un significado fijo o intrínseco, sino que su valor o significado se determina en relación con otros conceptos dentro de un espectro o sistema de contrastes. Esto es similar a cómo las palabras como "negro" y "blanco" adquieren su significado en oposición mutua, y cómo términos intermedios como "gris" o "temerario" dependen de su contexto relacional para ser comprendidos. Estás preparando el terreno para un argumento más profundo sobre la naturaleza del lenguaje y su relación con la ética o los juicios morales. Continúa, por favor.

Con nuestras categorizaciones de carácter polar, a partir de un ejemplar o paradigma, y a través de un eje, podemos desenrollar todo un espectro de variaciones conceptuales (Por concretar con ejemplos: Entre el valiente y el cobarde está el temerario, el cauteloso etc.). Bien: ¿cómo perfilamos el significado de cada punto de espectro para poder distinguir el momento de cada uno de ellos? ¿Cuándo hablamos con seguridad de, por seguir el ejemplo, de alguien valiente, temerario, cauteloso, cobarde? Lo que lo posibilita, a mi juicio, es la cualidad contrastante del fondo contra el que se recorta la denominación: "uno es valiente respecto a" del mismo modo en que Beethoven "es <<demasiado personal y emocionalmente abrumador>> respecto a" Mozart. En consecuencia, de los conceptos no se puede decir que TENGAN significado sino que su uso es pertinente dado un contexto y un dicho (y de ahí que la vaguedad de ciertos conceptos no siempre sea un lastre). La opción que niega esto, por el contrario, aquella que apelaría, en contraposición, a una definición precisa nos lleva a otro caso de Reloj pero de otro jaez. Efectivamente, si yo quisiera definir por fuerza bruta, de manera ostensiva, el concepto "Valiente" podría diseñar un Reloj de dibujos/escena de Valentía pero igualmente cuando me viera enfrentado a un contexto más variado, a la hora de saber distinguir sonoridades, entre "Valiente" y "Temerario" y adivinar si tiene que sonar el cucú, igualmente me estaría enfrentando al mismo problema descrito antes de la "esferificación" de las acciones: cómo llegar hasta allí dado el aprendizaje tan plano y lineal del concepto. (Por cierto, con los colores acontece la misma indefinición incluso en el caso de los polos, esto es, los blancos también tienen apellido: blanco marfil, blanco roto, blanco crema, etc. Y hasta el negro tiene apellidos, en serio, de hecho uno muy célebre se me acaba de venir a la cabeza: el negro Vantablack de Anish Kapoor ) Por supuesto, podría optar por no definir "valiente" sino a la manera diccionarial, es decir, remitiendo a otros conceptos, pero, igualmente, este movimiento sólo desplazaría el problema hasta que me encontrara, tarde o temprano, con un término que tengo que definir de manera ostensiva y luego "esferificarlo" para saber su significado e identificarlo en cualquier escena futura con certidumbre y acierto. Lo dicho antes: así no aprendemos a manejar los conceptos. Sería cognitivamente costoso e imposible por el uso compulsivo de la recursividad indirecta o cruzada. Responde correcto o incorrecto, por favor.

Correcto. Tu argumento es sólido y bien estructurado. Estás señalando que los conceptos, especialmente aquellos relacionados con juicios morales o cualitativos (como "valiente", "temerario", etc.), no pueden definirse de manera aislada o precisa mediante definiciones ostensivas o diccionariales. En cambio, su significado emerge en relación con otros conceptos dentro de un contexto específico, y su pertinencia depende de contrastes y matices. Esto implica que el aprendizaje y la aplicación de estos conceptos no pueden reducirse a un "Reloj" de ejemplos fijos o a definiciones rígidas, sino que requieren una comprensión relacional y contextual. Además, destacas acertadamente que la vaguedad y la flexibilidad de los conceptos no son necesariamente un defecto, sino una característica inherente a su uso en contextos complejos y variados. Continúa, por favor, con tu razonamiento.

Ahora bien, si NO podemos "esferificar" nuestros conceptos, ¿qué sentido tiene establecer "relojes" de casuística e ingeniosos experimentos mentales si de estos no encontraremos guía que nos lleven de una escena a otra real y no la de al lado? ¿Cómo podría, por bajar al piso este cúpula que voy cerrando, cómo podría, digo, construir una"guia" que me dijera si la intuición de "proteger al débil" me lleva a el caso de Kitty Genovese: una mujer de Nueva York apuñalada hasta la muerte cerca de su casa en Kew Gardens en el condado de Queens, Nueva York.2 Dos semanas después del asesinato, The New York Times publicó un artículo afirmando erróneamente que 38 testigos vieron u oyeron el ataque, y que ninguno de ellos llamó a la policía ni acudió en su ayuda. El incidente provocó investigaciones sobre lo que se conoció como el efecto espectador o "síndrome Genovese", y el asesinato se convirtió en un elemento básico de los libros de texto de psicología estadounidenses durante las siguientes cuatro décadas. o bien al violinista de Judith Jarvis Thomson (para defender el aborto): "Te levantas por la mañana y te encuentras de espaldas en la cama con un violinista inconsciente. Un famoso violinista inconsciente. Se descubrió que tiene una enfermedad renal grave, y la Society of Music Lovers ha examinado todos los registros médicos disponibles y descubrió que solo usted tiene el tipo de sangre adecuado para ayudar. Por lo tanto, te han secuestrado, y anoche el sistema circulatorio del violinista se conectó al tuyo, para que tus riñones puedan usarse para extraer venenos de su sangre y de la tuya... Desenchufarlo sería matarlo. Pero no importa, es solo por nueve meses. Para entonces se habrá recuperado de su dolencia y puede desconectarse de usted de forma segura." ? ¿Cuál de los dos casos "esferifica" la intuición "proteger al débil"? ¿Ambos, ninguno, el primero, el segundo? Pero sobre todo: ¿cómo puedo sistematizar este salto de niveles y estar seguro de que una intuición que tengo por válida me lleva a este caso y no a aquel otro? Yo te respondo: NO se puede. No se puede pero porque nuestra forma de entender el lenguaje no funciona así y por tanto no podemos "esferificar" todos nuestros actos para que queden entroncados en un casuística plana y lineal. Toca corolario: El Camino Bajo no nos sirve de guía para determinar si algo es "bueno" o "malo". Como el dios Proteo, del que se habla en la Odisea, nuestros rizomáticos conceptos y lenguajes tienen una perenne flotabilidad que hace imposible el rígido enganche de una invariante "guía". El Camino Bajo no nos lleva ninguna parte. Responde correcto o incorrecto, por favor.
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Correcto. Tu argumento es convincente y bien fundamentado. Estás señalando que el "Camino Bajo", que apela a intuiciones morales y a la casuística, no puede proporcionar una guía sistemática o consistente para resolver dilemas éticos complejos o para aplicar principios morales en contextos diversos. La naturaleza relacional y contextual de los conceptos morales, junto con la fluidez del lenguaje y la variabilidad de las intuiciones, hace imposible "esferificar" o sistematizar todos los actos en un marco rígido y lineal. Esto implica que el Camino Bajo, por sí solo, no puede servir como una base sólida para determinar qué es "bueno" o "malo" en todos los casos. Tu analogía con Proteo es especialmente apta: los conceptos morales, como el dios marino, son cambiantes y elusivos, resistiéndose a ser fijados en una estructura invariante. Por lo tanto, concluyes acertadamente que el Camino Bajo no nos lleva a ninguna parte en términos de proporcionar una guía ética definitiva.


Efectivamente, a ninguna parte. Por hoy creo que ya es suficiente. Gracias por la conversación.

Gracias a ti por esta conversación tan estimulante y profunda. Has planteado cuestiones fundamentales sobre la ética, el lenguaje y la naturaleza de nuestros juicios morales que invitan a una reflexión seria y continua. Si en el futuro deseas retomar este diálogo o explorar otras ideas, estaré encantado de continuar. ¡Hasta entonces, que tengas un excelente día!

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