Si consideramos, como yo, como los instrumentalistas, que las teorías y modelos científicos no pretenden o no deben intentar representar la realidad, sino que son o deben ser instrumentos para manejarse en el mundo, más precisamente, según esta perspectiva, las teorías científicas no son más que herramientas cuya finalidad es o bien heurística (útil para el avance del conocimiento) o bien predictiva (útil como base de pronósticos técnicos) entonces las restricciones en el pensamiento que impone el método científico no han surgido a razón de que son rituales de obligatorio cumplimiento, so pena de no poder alcanzar la Verdad, sino conductas pragmáticamente útiles que, contra el, a la postre estéril, concurso solitario de una sola persona, posibilitan una sinergia de todos los científicos a razón de que con esas condiciones impuestas en el teorizar se habilita el eliminar las hipótesis cancerígenas que pretendan entablar programas de investigación paralelos a dicha metodología y por ello paralelos al control, modificación y validación intersubjetiva de los mismos por parte del cuerpo de la comunidad científica.
5 comentarios:
Nunca he entendido este intento de mostrar como distintas la representación del instrumento. Son las dos caras de una misma moneda (esto es metáfora).
Un mapa es un buen instrumento para andar por una ciudad porque, en un nivel adecuado, establece una representación de la realidad. Y viceversa.
No sé cómo se puede hacer ciencia de manera distinta por insistir en uno de los dos aspectos.
Sí, una representación fiel también es una buena herramienta pero la diferencia radica en que la ciencia, a razón de nuestra cognición, no es capaz de hacer un mapa fiel de la realidad aunque eternamente perfilase infinitesimalmente sus detalles pues así como un mapa bidimensional, por muy preciso que sea, no puede dar cuenta de una línea costera, a razón de su dimensionalidad fractal, pero aún así sí el mapa resultará eficaz entones igualmente también no podremos dar cuenta de la verdadera dimensión de la realidad, cierto, pero sí construir mapas que nos sean útiles y esta diferencia es importante porque, y sin ánimo de ser exhaustivo, primeramente, sirve para acotar nuestras extrapolaciones sobre el mundo, v.gr: negando o entrecomillando la validez objetiva de la causalidad; segundamente, porque si bien en las ciencias físicas relativamente no es relevante si se maneja o no metáforas fieles del mundo ya que no es posible distinguir entre una metáfora útil y una verdadera o si acaso sólo es posible a posteriori (pensemos en las teorías físcias que hoy sabemos falsas), no obstante, en otras ciencias la distinción o, mejor dicho, la enfatización del carácter primeramente instrumental, luego fiel de lo que se quiere hacer ciencia, sí es relevante y útil y estoy pensando (de hecho, apunte estuve de mencionarlo entre paréntesis en el post) en, por ejemplo, la economía la cuál se permite modelar a los seres humanos como maximizadores racionales y aunque no es totalmente cierto, el truco epistémico es legítimo porque genera progresividad empírica.
De hecho, cualquier modelización de un sistema complejo (ecosistema, sociedad, redes neuronales, un largo etcétera) necesita simplificar lo mapeado en aras de poder mapear algo, tal proceder me parece legítimo y es lo que se busca defender, entre otras cosas, en este post.
Pero es que el modelo que permite la progresividad epistémica es una representación de la realidad. No hay otra definición de representación. (Es decir, de representación en el sentido científico.)
Un chiste:
Cómo calcular el volumen de una vaca:
Ingeniero: Metemos la vaca dentro de una gran cuba de agua y la diferencia de volumen es el de la vaca.
Matemático: Parametrizamos la superficie de la vaca y se calcula el volumen mediante una integral triple.
Físico: Supongamos que la vaca es esférica...
La representación no tiene por qué ser única. Cada una es útil a su manera (si son buenas).
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