martes, 1 de septiembre de 2009

El meme definitivo

Lectura veraniega muy interesante:

Sobre el concepto de meme viral.

En esta anotación se convocan con agotador detallismo una serie de materiales razones contra el etéreo concepto de meme.

Sólo añadiré que la memética me parece una extravagante fusión de dos teorías, una refutada, otra cuando menos infalsable, en un amalgamiento pordioseramente maquillado; si bien la cosmética no basta para ligarse a la Verdad.

Tales teorías son primeramente el conductismo pavloviano, simplista e ignorante de la complejidad estructural de la mente humana que no se presta a la ejecución de cualquier tipo de conducta meramente por estímulo o invasión vírica pues no es una tabula rasa.

Segundamente: la teoría platónica de las Ideas, ya que los memes hacen la perfecta vez de las Ideas de Platón cabiendo para aquellos las mismas críticas o cuando menos las mismas dudas sobre su existencia que para éstas.

A los memólogos que se pretenden científicos como los alquimistas, marxistas, analistas bursátiles les preguntaría lo mismo que les preguntaba Popper: ¿hay algún hecho que pueda falsar vuestras teorías?

19 comentarios:

El Perpetrador dijo...

Interesante asociación que haces de la memética con Pavlov y Platón. No se me me había ocurrido y ahora me parece evidente.

Y gracias por el link. Espero que lo de "agotador detallismo" no vaya en serio. Así no captaré lectores veraniegos.

Héctor Meda dijo...

Bueno, bueno lo de "agotador detallismo" era una manera hiperbólica de hacer referencia a tu rigor argumentativo, yo también espero que eso no espante a potenciales lectores porque sólo desde la laxitud especulativa puede uno creerse que hay bichos mentales polulando por ahí.

Anónimo dijo...

Si los yo's no son sustancias (Hume), o si el mundo es el conjunto de los hechos, no de las cosas (Wittgenstein), todo ha de ser muy extraño. Hasta puede haber bichos mentales(*) flotando por ahí.

(*) A falta de un nombre mejor.

wg

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

La memética no tiene NADA que ver ni con el conductismo ni con el platonismo.
Primero, la memética no asume EN ABSOLUTO que la mente del individuo sea "pasiva", o que no posea la capacidad de llevar a cabo procesos cognitivos complejos. Decir lo contrario es tan estúpido como afirmar que la genética presupone que, en los seres vivos (por no decir en el entorno), todo lo que no sean genes es "pasivo" y "una tabula rasa". La mente del individuo debe HACER un montón de cosas para captar y poner en ejecución los memes que percibe. P.ej., el meme de la conjetura de Goldbach lo percibe igual uno con vocación y talento matemáticos y otro negado para los números; pero en el primero da lugar a numerosas reflexiones, y para el segundo es como quien oye llover.
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Con respecto al platonismo, yo suponía que las esencias platónicas eran verdades verdaderas de la mayor y más profunda verdad, los "planos" de la realidad misma, eternos e inmutables; según la memética, cualquier imbecilidad susceptible de ser imitada puede ser un meme, y los memes no tienen más eternidad que las modas pasajeras.

Héctor Meda dijo...

Hombre nos vinieron polemistas, no estaría de más que me respondiérais a la última pregunta planteada en el post ;-P

WG,

Todo depende de la ontología que partas efectivamente, Wg. -¿hay que apuntar a metafísicas para ahondar en este debate?

Desde la mía no tiene sentido hablar del mundo y nuestras teorías deben ser lo más manejables posibles por lo que postular entidades inobservables resulta peligrosamente letal para la progresividad empírica de una teoría.

Respecto a los bichos mentales, los ilustres personajes que has mentado aventuro dirían que (Hume) dado que la frontera entre el mundo subjetivo y el objetivo, porque el yo, han sido abolidos carece de sentido postular la existencia de sustancias que pululen fuera de nuestro gobierno pues no hay gobierno y no hay sustancias.

Wittgenstein diría que los memes se pretenden cosas, cosas que se alojan en nuestra mente y como he dicho, Wittgenestein ha dicho, se entiende, que no hay cosas entonces no hay memes tampoco.


Jesús,

No hagamos chapucerías ad hoc para mantener viva a una entidad fantasmal pues, según Dawkins, un meme es un invasor vírico -mental- por lo que cuando se introduce en un anfitrión su comportamiento es idéntico al de un huesped vírico, lo instrumentaliza para su propio beneficio y por tanto no hay graduaciones posibles en su funcionamiento: o se autorreplica y funciona a su placer sin el concurso simbiótico de su huesped o es rechazado por este pero no hay término medio.

Si tu tienes la gripe, si el virus de la gripe se introduce en ti, entonces tendrás todos los síntomas de un griposo y poco importará tu historial inmunológico -una vez, insisto, que el alojamiento del virus haya sido exitoso-; en ese sentido la analogía de un meme con la conjetura de Goldbach es indicativo de lo mal que se corresponde el alojamiento de dicho teorema en nuestra cognición con el funcionamiento de un virus (mental) que, no otra cosa se pretende describir cuando se habla de memes, dado que, efectivamente, la intelección del teorema matemático se dará en función de nuestra estructural capacidad de alojar dicha idea y la efectividad "infectiva" -sí, menudo palabro pero se entiende, ¿verdad?- devendrá de nuestras capacidades neurobiológicas, psicológicas, etcétera no de la naturaleza del meme.

Es en ese sentido, en el sentido en que los virus no son simbióticos con sus huéspedes y por tanto no modifican, porque no son inteligentes, su comportamiento según dónde estén, es por lo que para aceptar que una idea humana funciona así, como un virus, necesitaríamos creer que nuestra mente no estructura y maneja de motu propio las ideas, es decir, es una tabula rasa como creían los pavlovianos.

Porque un virus, no lo olvidemos, es como una grupúsculo anárquico en la comunidad inunológica mientras que el implantamiento de una idea vendrá dado por la capacidad estructural de la mente para aprehenderla, vamos, por la capacidad de establecer una sinergia con el sistema nervioso, por su sociabilidad, no por su virulencia anárquica.

Y que conste que esto son metáforas, digo el hablar de ideas como un mundo aparte porque esto es resucitar los tres mundos popperianos. Aquí una buena neurofilosofía que no invente mundos inconmesurables cierra el debate ipso facto.

Finalmente, de las ideas platónicas me quedo con que están en otra realidad no observable, dime, ¿acaso no lo están también los memes? ¿No? ¿Lo has observado experimentalmente?

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Héctor:
si pones unos virus de la gripe en una impresora, la impresora no se infecta; hace falta un montón de hardware y software biológico HUMANO para que el virus haga lo que se supone que tiene que hacer. El proceso de infección es el resultado de la INTERACCIÓN entre el virus y el huésped. Confundes el hecho (a menudo correcto, aunque no siempre: mucho DNA pueden ser virus simbiónticos) de que la infección es PERJUDICIAL para el huésped, con el hecho (falso) de que el huésped sea PASIVO en el proceso de infección.
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Con respecto a Platón, si a ti te parece SUFICIENTEMENTE RELEVANTE la comparación entre las ideas de Platón y los memes porque ambos son inmateriales, no veo por qué los múltiples aspectos que tienen en común "el contagio por virus" y "el contagio de ideas" no van a ser RELEVANTES. Pareces olvidar que se trata de METÁFORAS, no de ISOMORFISMOS o EQUIVALENCIAS. ¡Claro que una metáfora no hay que entenderla literalmente, ni se pueden sacar de ella demasiadas consecuencias! Pero se trata sólo de una comparación entre características suficientemente parecidas como para que sea relevante compararlas.

Héctor Meda dijo...

Sí, un virus necesita de una determinada infraestructura para desarrollarse. Nada que objetar, por eso insistí en evaluar el comportamiento del virus de la gripe una vez acaecida la infección porque lo relevante entonces es que el operar de este será idéntico sea cual sea su anfitrión. Simplificadamente, el virus gripal tiene dos estados según donde esté. apagado, en impresoras, cuerpos con anticuerpos, otras máquinas; y encendido, allí donde logró hacerse con un número crítico de células de forma que una vez infectado un cuerpo el virus se comportará de igual modo sea cuál sea su anfitrión hasta encontrar una resistencia mortal.

Pero las ideas no tienen sólo dos estados, no son idénticas en su alojamiento según sea el anfitrión, ni siquiera en sus versiones más simples sino que éste, la mente más en concreto, dirige también el desarrollo del virus, más bien de la idea, y no lucha contra ella.

No se trata de que el huesped sea mortal sino que una vez activado -y no hay diferentes activaciones (o comprensiones) sino que o está activado o está desactivado- su desarrollo depende de sí mismo.

Hay que entender que el virus se inmersiona siempre en un mismo tipo de células que no variará según sea la identidad del sujeto y que sólo se desarrollará en ese tipo de células mientras que las ideas no se dan en idénticas mentalidades y según tengan por anfitrión a un, pongamos, matemático o a un tío normal tendrán diferente desarrollo no entendible exclusivamente desde su naturales tal que con un virus.

Ahora bien, si el meme es una metáfora de virus mental. Touché. Nada que objetar, más bien al contrario, tiene una plasticidad casi ontológicamente definidora pero ese no es el objetivo de los memólogos, ni sé si el tuyo, puesto que estos creen a los memes tan reales como los virus y de idéntica evolución.

Simplemente contra ese isomorfismo, de postularse, lucho.

El Perpetrador dijo...

Lo que yo quise decir con mi artículo fue que un meme viral es, en cuanto tal, indistinguible de un meme a secas. "2+2=4" se reproduce en la mente sin el consentimiento del paciente, se replica con facilidad y afecta a quien no está inmunizado; todo esto sucede porque el encéfalo humano es especialmente apto para afirmarse en una aritmética básica. En definitiva cualquier idea humana, especialmente si se ha prodigado a lo largo de espacio y tiempo, cumple los requisitos del meme viral. Incluso diría que las creencias espirituales, vitales y esperanzadoras son las que menos suceden sin el consentimiento del sujeto; 2+2=4 se impone a la mente quiera o no, mientras que "Dios existe y es bondadoso" es un enunciado formulado con el fin de apaciguar la conciencia y de coordinar a la sociedad, por lo que tiene más de fármaco inoculado que de virus.

¿Y cuál es el sistema inmunológico burlado por el virus memético? ¿La inteligencia? Pero los hombres más inteligentes pueden acabar en locura si se empeñan en el escepticismo. Las falsedades pueden ser tan virales como las verdades, luego no tiene sentido acusar a las supersticiones de virales y sobreestimar en cambio a la ciencia o a cualquier otra actividad mental. Estoy convencido de que, en cifras, la religión ha suplido con mayor atino las necesidades psicológicas del hombre que la psicología moderna.

Por último, a un virus podemos localizarlo, definirlo, delimitarlo. Un meme es algo demasiado vago y demasiado subjetivo como para describir leyes sobre él, hasta el punto de que me pregunto si dos seres humanos compartirán un solo meme. En definitiva, la insubstancialidad de ese ente aparente lo hace redundante respecto de una palabra más vieja que cumplía las mismas funciones: concepto. Venir a querer biologizar los mundos popperianos es una tarea temeraria que no veo mal salvo porque tiene visos de arrogancia cientifista. Insisto: me temo que Dawkins, al no tener demasiado talento para la biología, prefiría crear una "ciencia" nueva con características que le venían al pelo: tiene inicialmente apariencia de "dura", es cómoda y mete caña a la religión. Perfecta para los ateístas de poca monta.

Como metáfora, lo de meme está genial. Por eso Dawkins debió escribir una especie de Planilandia memética, una patafísica aplicada a los conceptos o algo a lo Swift y no panfletos con etiqueta de "divulgación científica" y menos aun de "ciencia".

Y tiene similitudes con el platonismo en tanto que postula entes ilocalizables que acusan oportunamente a la mayoría de los hombres de vivir en cavernas. Y casi siempre que se acusa al hombre de cavernismo se presupone una caverna sucia, cochambrosa y despreciable. Los memólogos, más que Platón, tienen maneras de déspotas: vienen a decirnos lo que es biológicamente adecuado pensar y lo que es infeccioso y que por lo tanto conviene erradicar para la supervivencia de la especie. Algo así como un holocausto mental, muy orwelliano.

Sierra dijo...

He leído el artículo que cita aquí y allá y debo concordar parcialmente tan solo, sencillamente porque más que una amalgama de teorías desacreditadas lo del meme me parece una total idiotez. Sirve para explicarlo todo, luego, no explica de verdad nada. Si la religión puede ser un meme lo mismo que una palabra, joder, para eso ya tenemos una palabra: "cosa".

Es increíble la cantidad de cosas que se pueden describir con la palabra "cosa". Todas las cosas, sin ir más lejos. Y Wittgenstein nos daría la razón, ¿cierto, Wg?

Anónimo dijo...

En la ontología de Wittgenstein sólo hay hechos, no cosas. ¿Què significa eso? No sé; pero me imagino que no hay mentes ni dioses ni flores (que son cosas), aunque sí el hecho de que una mente está creyendo en Dios o el hecho de que está percibiendo una flor. ¿Habría memes? No... si los memes se entienden como cosas [elegí llamarlos bichos mentales, "a falta de una palabra mejor"]. Pero sí habría el hecho de que una mente cree que Dios existe, el hecho de que esa mente se lo comunica a otra, y el hecho de que la otra mente cree en Dios a partir de ese momento. ---Como sea, Wittgenstein es algo marginal a esto de la memética. Pero al menos responde a la pregunta metafísica ¿qué son los memes? (una pregunta que surge inevitablemente). Y su respuesta sería (o eso creo): que dicha pregunta es un engaño, un "hechizo del lenguaje"; que los memes no "son" algo (y mucho menos algo que ande "pululando" o "flotando" por ahí), sino que es una forma curiosa de mentar el hecho de que una idea está hoy en la mente de Juan, y el hecho de que mañana una idea igual o parecida está en la mente de Pedro. ---Y las mentes ¿qué son? Otro hechizo.

Fuera de Wittgenstein, la idea de los memes me encanta. Confirma mi intuicion de que no hay libre albedrio y de que las ideas (o los memes) llegan solas, por sí mismas, a las mentes... las cuales son sujetos enteramente pasivos, aun cuando -por supuesto- deben tener alguna estructura interna que les permita "recibir" o "dar la bienvenida" a algunas ideas, y a la vez rechazar a otras. Por muy complejos que sean los procesos internos de la mente, éstos se dan también solos; digamos... automáticamente.

¿Cómo se puede falsar eso? Pides demasiado, Héctor. La metafísica es un juego de la imaginación.

wg

Sierra dijo...

Me permito disentir, Wg. En primer lugar, "el mundo son los hechos, no las cosas" no excluye la existencia de las cosas. En primer lugar, que no haya cosas es un idealismo; y Wittgenstein no puedo decir lo que es, pero ciertamente no un idealista. En segundo lugar cita usted al primer Wittgenstein, lo que sin duda no carece de interés, pero al menos en lo que respecta a esa parte, carece... digamos que carece un poco de importancia visto lo dicho por el segundo Wittgenstein. Es decir, diría que es una pregunta mal planteada (Cuaderno azul... o marrón, no estoy seguro). "¿Qué son los memes?" es una mala pregunta; lo mismo que "¿Existen los memes?". "¿Cómo usamos la palabra meme?" ya es otra cosa.

De todos modos, creo que como está planteado el tema en el blog, la pregunta propiamente metafísica no viene a cuento.

Ante todo, como Héctor, rechazaría al meme como "cosa", propiamente, como si fuesen una idea eterea que va volando por ahí. Me parece que es más un modelo explicativo, como la evolución no es una cosa, sino un modelo que explica el comportamiento de determinadas cosas, estas sí reales —en el sentido más directo que pueda tener esta palabra.

La diferencia es que la evolución es un modelo que funciona mejor que cualquier otro para explicar la realidad que le concierne; y es un modelo falseable. Los memes, como he visto que están planteados, no logran gran cosa como explicación de nada. En primer lugar, no permiten formular predicciones que condirmen la validez del modelo.

El meme, más que una idea errada, es una idea inútil.

Sierra dijo...

Me disculpo por la espantosa redacción de ese último comentario.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Sierra: la memética no pretende explicarlo TODO; lo que pretende explicar es el CURIOSÍSIMO fenómeno de que existan muchas creencias que no hay razones objetivas para creerse, pero que se difundan entre la población con un tremenda facilidad.
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Por otro lado, es cierto que el meme de la "memética" ha pasado de moda (como los virus: una vez que la gente se inmuniza, ya no atacan; por cierto, ¿cómo podríamos inmunizarnos contra el meme de la religión'), pero la idea persiste con otros nombres, y con razones más de peso. P.ej.:

http://www.edge.org/3rd_culture/sperber05/sperber05_index.html

http://www.psicothema.com/pdf/948.pdf

Héctor Meda dijo...

Wg,

Cuando yo mento a Popper no es para negarle la existencia la metafísica, no soy un falsacionista ingenuo, sino para quitarle categoría de ciencia empírica a la memética.

Por otro lado, una inteligencia artificial que se comporta según le dicte su código de programación y por tanto sin libre albedrío podría ser -aunque relmente no- una metáfora de nuestra cognición y se podría seguir viendo desde esas premisas que el analogar la invasión vírica, pensemos en un virus informático, con la aprehensión de ideas, que más bien sería una ampliación de código, sigue siendo una mala idea por cuanto la asimilación del virus siempre es idéntica mientras que no pasa lo mismo con las ideas

Jesús,

A mi no me parece misterioso que la religión se extienda dado su innegable valor fenotípico para una comunidad y es que la validez objetiva de una creencia no siempre es lo que más valoramos a la hora de actuar sino su confortabilidad emocional y si no imaginemos a una persona que sigue de pareja con otra a todas luces contraproducente y a pesar del consejo de sus amigos pero aún en tal caso sería absurdo tomarnos literalmente como reales a Cupido y a su flecha.

Respecto a la inmunización contra la religión me das otro motivo para señalar lo peligroso de entender literalmente y por tanto científicamente a la memética y lo digo porque el sistema inmunológico se defiende de los agentes patógenos mediante un proceso de evolución darwiniana por tanto ciego y azaroso análogo a la adaptación de una especie (glóbulo blanco) a su entorno (agente patógeno). Es un proceso ciego, mientras que si nosotros nos inmunizamos al meme de, v.gr, "tocar el fuego da gusto" es porque comprobamos conscientemente que las conductas asociadas a dicho meme son contraproducente para nuestros intereses y por supuesto podrá haber puntos ciegos en este proceso de indagación sobre la conveniencia de tomar como cierta una idea pero lo relevante es que ese proceso indagativo es consciente, dirigido y no automático y ciego tal que los procesos darwinianos.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

La creencia en los fantasmas no creo que tenga mucho valor fenotípico; posiblemente, lo que tiene valor es poseer un cierto grado de CREDULIDAD (o sea, de susceptibilidad a ser invadido por las ideas de los vecinos), lo que da más peso a la metáfora memética.

Héctor Meda dijo...

Correcto, Jesús, al cambiar el enfoque fenotípico de una idea concreta como la creencia en fantasmas a situarlo en la característica mental de ser crédulo estás enfatizando una visión del desarrollo de las costumbres y creencias más preocupado de averigüar cómo pensamos a qué pensamos siendo esto último en lo que se fijan los memólogos.

Estoy pensando que la memética se parece bastante también a la axiomática moral que busca clasificar, inferir y descubrir preceptos éticos que expliquen nuestras costumbres morales en vez de asumir nuestra condición animal y partir de nuestra naturaleza para explicar cómo y por qué se dan más en nosotros ciertas conductas.

Wm Gille Moire dijo...

Pues no sé, Sierra. Wittgenstein dice "hechos", y eso parece excluir las "cosas"... ¿las sustancias? (creo que esa interpretación es la de A C Danto). Del segundo Wittgenstein, menos sé. ¿Tiene alguna ontología? Parece que no; sólo le interesan las palabras, o cómo las usamos. Se me figura que el paso del primer al segundo Wittg. es el paso de "Lo que no se puede decir, mejor es callarlo" a "Pero de todas maneras, si no quieren callarse, señores, pues díganlo y diviértanse; por mí no hay problema" :-)

Ok, Héctor no estaba hablando de metafisica. Ese asunto yo lo metí. Pero... como sea, ¿no es una pregunta muy natural la de "¿qué son los memes?"? Es lo primero que preguntará un niño. Y si le digo: Cuando seas grande entenderás que esa pregunta no tiene sentido, y entenderás que el que inventó esa teoría sólo pretendía explicar algunas cosas, pero no pretendía decir que los memes andan volando como moscas... --apuesto a que el niño insistirá en saber de qué están hechos los memes (¿de aire, vapor, luz, ectoplasma...?) o dónde están. Creo que si se asume en serio la teoría de los memes, según la cual los memes existen, habrá que responder a esas preguntas, por infantiles que sean o parezcan.

En cuanto a si los memes explican o no, o si explican bien o mal, yo no sé. Para mí son sólo unos divertidos personajes literarios. Me simpatizan porque apoyan mi idea del no-libre albedrío, pero de igual forma me simpatiza Sancho Panza porque apoya mi idea de que hay que servir a las utopías (a don Quijote) pero sin dejar que el caballo se desboque.

wg

Sierra dijo...

Oh, William (Wg, asumo), yo con Witti no estoy sino empezando. Sin embargo, aventuro a interpretar de otra forma esa primera línea del Tractatus.

¿Cómo definir el mundo? El mundo es, básicamente, todo. Ok, pero esa definición no sirve de nada. ¿Qué es todo? Pues los hechos, no sólo las cosas, como las mesas, las personas y las ideas (si se quiere esto último).

Wittgenstein ciertamente no es un ontologista; pero precisamente por aquella conclusión a la que llega el tractatus: no podemos decir nada sobre el mundo, pues el lenguaje lógicamente perfecto no existe, o no tiene condiciones de posibilidad o no sé (mi lectura del Tractatus falló estrepitosamente, me temo, salvo por las frases rimbombantes). En este sentido, Wittgenstein no niega que existan esencias o cosas por el estilo, al menos el primero no lo hace; simplemente dice que no podemos hablar de ellas.

El paso al segundo Wittgenstein —y recordar que entre uno y el otro hay un montón de años— yo creo que parte de la constatación de que no existe un lenguaje lógicamente perfecto y, sin embargo, ¡la gente consigue entenderse de lo más bien! ¿Cómo es esto posible? El filósofo deja de interesarse por el lenguaje perfecto, se fascina con el lenguaje cotidiano (lo dice explícitamente, pero me da pereza levantarme a buscar el libro. Cf. parágrafos del 65 al 138 de las Investigaciones para todo lo que estoy diciendo).

Desde luego, este Wittgenstein se caga en toda la filosofía anterior, incluido el mismo en el Tractatus (donde ya se había cagado en todo). No porque postule que no existan, v. gr., las esencias, sino porque de ellas no podemos hablar (a eso ya había llegado en el tractatus). Pero profundiza, y dice que las definiciones, que hasta entonces habían sido el objeto primordial de la filosofía —definir cosas— no sirven de nada. Aparecen los parecidos de familia; la filosofía debe disolver problemas, no resolverlos; etc.

De todos modos, insisto, a mí me parece que la pregunta planteada aquí por los memes no era de orden ontológico, sino meramente práctico. Es en este sentido que digo que el meme no sirve para nada, pues no responde a ninguna pregunta. Es una interesante analogía; pero no nos ayuda a entender la propagación de las ideas. Y una analogía que no nos ayuda a entender nada, creo, hay que rechazarla.

Me doy cuenta de que uso, al comentar este blog, una increíble cantidad de paréntesis. Yo detesto los paréntesis, odio ponerlos. Pero en fin.

Leeré el siguiente post en un rato, Héctor; pero mientras tanto, El legado filosófico y científico del s.XX me parece una lectura muy interesante.

Anónimo dijo...

Sierra, creo que la idea del Tractatus es la siguiente: la estructura del lenguaje "muestra" la estructura del mundo. Las proposiciones (lingüisticas) nos muestran... reflejan o "pintan" el mundo (teoría pictórica del significado, la llaman). Ahora bien, las proposiciones hablan siempre de hechos, no de cosas. "Sócrates es mortal" no habla de la sustancia primera Sócrates ni de la sustancia segunda mortalidad (dicho à là Aristóteles), sino del hecho de que Sócrates es mortal. Entender el mundo no es, para Wittgenstein, entender qué sustancias o esencias hay en él, sino entender las proposiciones acerca del mundo. Pero entender esas proposiciones es, simplemente, entender qué hechos las hacen verdaderas. Y los hechos son siempre hechos naturales; no hay hechos "filosóficos", o que puedan ser descubiertos por filósofos. Todos los hechos del mundo pueden ser descubiertos por la ciencia y sólo por la ciencia. La filosofía no es nada, más allá de una simple "elucidación" del lenguaje, una herramienta (escalera) que se usa y se tira. Es decir, Wittgenstein es todo lo contrario a Platón o Aristóteles, para quienes la filsofía es la ciencia principal, o la reina de las ciencia, porque es la que descubre las esencias.

Creo que por a'i va la cosa, aunque no pretendo ser un experto en Wittg. Me parece que Wittg. es anti-esencialista. Y me parece, incluso, que ese anti-esencialismo sobrevive en el segundo Wittgenstein, el que rechaza expresamente las definiciones esenciales y prefiere los "parecidos de familia". Resumiendo, no creo que el cambio del primer al segundo Wittgenstein haya sido muy radical; Wittg. ya era antiesencialista y lo siguió siendo toda su vida. Fue sólo que en la segunda parte de su vida descubrió que el lenguaje no sólo servía para describir o informar, sino también para recomendar, criticar, persuadir, ordenar, etc.

Sobre los memes... de acuerdo. Es legítimo olvidarse de la metafísica y preguntar, solamente, para qué sirve esa teoría. Sin embargo, también me parece legítimo hacer metafísica y preguntar qué son (aunque Popper diga "¡Jamás preguntes '¿qué es?'!", o aunque Carnap, Ayer y Cia digan "¡Sinsentido!")

wg