Summa Metaphysicae X B-A-C-H
¿Qué es entonces el dolor?
El dolor es una emulsión dinámica de texturas corporales, históricas y lingüísticas, cuyo "significado" es gravitado en prácticas humanas concretas.
La analogía que siempre propongo es ésta: al escuchar una secuencia de notas B-A-C-H en una obra de Bach, la intelección verbal emulsiona un contacto emotivo cuya texturización particular emerge de la triangulación entre el yo, mundo, lenguaje.
Efectivamente, si reducimos un estado interior doliente a lo puramente físico, ignoramos que dicha texturización podría reorganizarse bajo una consciencia emulsiva distinta. Para comprender esto, debemos atender al continuum de lo "con-juego-dado" en nuestros actos —desde lo metabólico hasta lo anímico—, pues no experimentamos el mundo en sumatorio de 'ámbitos' circunmurados, ni éste se nos ofrece como un tejido radicalmente inmiscible a la manera de los místicos de Muelenburg.
Efectivamente. Si una casa abandonada de un pueblo perdido de España tiene en su haber desahuciado chisporreteos sonoros, ¿qué impresión físicamente me está llegando a los oídos? Nada más que ruido porque todo lo que oigo me suena a chino.
Pero si hete aquí que nuestro amado pensador y mejor poeta, Zhuangzi, viene a pasar las vacaciones en este bucólico paraje, ¿qué decir cuando él nos diga que la Casa Abandonada no emites ruidos raros sino que le llama a él, por su nombre, a más señas, vale decir: que tiene psicofonías (solo que en chino)?
Lo que me intrigaría saber aquí es: ¿qué medio físico posibilitó esa intelección significativa a Zhuangzi donde los demás errábamos el blanco?
A diferencia de la propuesta de B-A-C-H, aquí podrás argüir que es posible "chisporretear" el cerebro de Zhuangzi para que, como si un esquizofrénico, oyera su Nombre donde no hay voz, sólo ruido y lluvia. Pero aunque puedes replicar fraudulentamente la escena, ¿qué realidad física disparó semejante impresión dado que no tienes el gatillo de un máquina neuroalucinógena?
A un sordo, incapaz de oír significados donde otros ruidos, puedo rastrearle su neurofisiología hasta encontrarle el fenómeno físico carente o partido que ruidifica su escucha, ¿pero a Zhuangzi?
Se está tratando aquí de confrontar el fisicalismo mental que quiere reducir lo mental a lo Físico y negar cualquier Cortadura real.
Sigo.
La pregunta <<¿qué ruido hace el sol?>> carece de sentido dado que nada vibra entre nos y el astro rey.
En breve: si mi percepción sonora de algo se da, lo hace por la vibrante intermediación de un medio físico entre el emisor y aquí un oyente.
El fenómeno sonoro es un acontecimiento inequívocamente físico fisicalidad mediante.
Bien. Si yo escucho mi nombre, me dirán algunos, semejante emoción de reconocimiento la pueden replicar con chisporroteos en mi cabeza. Como el RoboMary de Denett.
Pongamos que mi nombre es un trazo de carácter chino. Y ahora lo veo surcado en la arena o bien lo veo tintado sobre un papel, ahí cambian las impresiones sensoriales, arena y tinta, pero en ambos reconozco mi nombre y me emociono: pregunta para un fisicalista: ¿cuál es el medio FÍSICO que emulsiona esos surcos en la arena o manchas en la tinta con mis sensaciones de reconocimiento?
A mi se me hace que el único emulsionante ahí es el lenguaje: siendo que no nos llegó su impresión hasta nosotros por medio de átomos.
¿Con qué nota empieza la quinta sinfonía de Beethoven? Quiero decir: el arreglo para piano de esa misma sinfonía hecha por Lizst seguramente un tribal no la entendería de estar oyendo la misma pieza musical al señalárselo.
La melodía, empero, NO es una realidad sensible puesto que tú no pudes jalar una melodía a secas: como en el juego de Mikado: siempre arrastras contigo además de la melodía, un timbre, una textura... Sin embargo, una melodía sí es algo inteligible, de lo contrario, no podrías identi-fijar que la Quinta de Beethoven y el arreglo de la Quinta al Piano por Lizst empiezan por la misma melodía siendo que ambas son sonidos diferentes (orquesta y piano, respectivamente, no suenan igual). ¿Y puedes inteligir una melodía de un modo tal que no sea a través de un sistema simbólico que no (y no de manera deíctica) de una manera sensible (y por tanto chisporreteable en la cabeza sin necesidad de mayor intelección o mediación lingüística)?
A mi se me hace que el único emulsionante ahí es el lenguaje: siendo que no nos llegó su impresión hasta nosotros por medio de átomos.
Daniel Dennett usa a RoboMary para mostrar que, si un sistema puede calcular e inducirle todos los estados mentales asociados al dolor, entonces Mary ya "sabe" lo que es sufrir, sin necesidad de vivencia.
No lo "veo", no lo "siento" así: ¿cómo va a ser lo mismo quedarte huérfano a los cinco años que a los cincuenta y cinco, bien por muerte accidental, homicidio o muerte natural, bien que estés sola en este mundo , que te acompañen marido o amistades?
Si pensamos en el dolor " como una receta con ingredientes, ¿acaso esas variaciones antes mentadas no variarían el sabor del "duelo"? ¿En qué sentido una combinación de luces en el cerebro, al cabo un árbol de navidad, va a poder codificar (sea lo que sea eso) todas las añadidos narrativos que condimentan un estado anímico?
A mi se me hace que el único emulsionante ahí es el lenguaje: siendo que no nos llegó su impresión hasta nosotros por medio de átomos.
La cuestión es, ¿podrías hacer titilar las neuronas (como si un código morse) para que coregrafiaran lo que hay que hacer disparar cuando se trata de un "duelo"?
Vamos a explorarlo. En el futuro habrá un nuevo neuro-entretenimiento: Puenting emocional.
Podría imaginarme una época por venir en donde la gente se le induce estados anímicos a base de eventos sinápticos "manualmente" prendidos: sería un entretenimiento semejante al agobio y terror de hacer "puenting" y el subidón de hacer volver al cerebro al terreno firme de la normalidad: tipo de pesadilla despertar.
¿Podría alguien escoger a huevo una determinada historia del pasado y querer pasar por ella?
Aquí una de DrossRotzank en su Youtube <<Top 7: Los Regalos Más Perturbadores De La Historia {Feliz Navidad}>>:
Rafael Clavel Moreno sedujo a Guadalupe Leija, la esposa de su amigo y socio Héctor Palma (El "Guero" Palma). Cuando la tuvo enamoriscada, la invitó a abandonar a su marido dejándole una carta de despedida, llevándose también a sus dos hijos, ni mencionar con quién ni por qué. En el día del cumpleaños de Guero, Rafael le envío una caja en la que contenía la cabeza decapitada de su esposa, además de un video en donde pudo ver a sus hijos de cinco y seis años tirados por un barranco de cientos de metros.
La tarjetita, por cierto, decía "Feliz Cumpleaños, Socio".
Ahora imagínate ese momentazo a vivir: enterarte, y a la vez, de la traición de tu socio, de la muerte de tu esposa infiel con aquel, y del brutal asesinato a tus mismos hijos.
¿En serio podrías (siquiera teóricamente) prender neuronas que te bajen el ánimo a lo "Guero" en su cumpleaños y luego te recuperen de la caída del abismo con la correa de una simple neuro-manivela?
¿Pero te das cuenta del carácter recursivo de la emoción y de cómo ésta si puede ser fisicalizada enteramente en un área por fuerza debe apelar a un sistema recursivo que no sólo meramente añada intensidades gradientes de un mismo ingrediente sino que sea capaz de crear subordinadas (adicionales campos de sentido que desenmarañan y madejan una nueva gravedad): no es lo mismo perder un socio, que perder el socio que ha matado a a tu mujer, pero no es lo mismo perder a tu mujer, que perder a la mujer que te traicionó, etc...?
¿Y qué pasaría al momento de leer <<Feliz cumpleaños, Socio>> (literal estos mejicanos) si el turista que está en el puenting emocional es alemán?
Quiero decir: el evento cerebral en "Guero" es trasladable sin mayor disputa al del Turista Alemán pero éste no tiene modo de correlacionar "socio" con una emoción significante porque en su vida en alemán (supongamos) jamás tuvo la coalescencia emocional de un "amigo + compañero de negocios" de manera que mientras todo turista mejicano teniendo la impresión neuroinducida de "socio" sabe con ello hacerla resonar con todas las emociones reverberantes que tiene hormadas en su recuerdo con la palabra del idioma que maneja: "socia", por el contrario, un turista alemán esa emoción no le haría el mismo contacto: como una lata que llena de más (o colma de menos) un vaso.
Quiero decir, y recordando siempre que en el puenting emocional se trata solo de hacer chisporretear ciertas neuronas: esa vivencia que tiene "Guero", no la va a entender un niño puesto que NO sabe lo que es saberse teniendo socios, esposas, cuernos, hijos muertos.
O dicho de otro modo: una emoción NO sólo es en sí misma recursiva (socio que mata a mujer que tal) sino que se acopla recursivamente a su vez con otras estructuras emocionales que están a su vez recursivamente relacionadas con otras de la vida: las emociones jalan, no chispean.
A mi se me hace que el único emulsionante ahí es el lenguaje: siendo que no nos llegó su impresión hasta nosotros por medio de átomos.
Definitivamente decir que todo pasa por la carne es como decir que la aguja de un disco pasa sólo por el vinilo y que por tanto de eso está hecho la música.
Porque además está el hecho: si la emoción de "El Guero" es física y su regalo de cumpleaños es inédito en la historia (tanta mala baba, por favor, no puede tener reiterativa) entonces sucede que ese alumbrado neuronal sólo aconteció una vez.
¿Hay "alumbrados" que cantan ciertas emociones que "nunca" serán disparados?
¿Y en qué reino (¿el de las Ideas? ¿matemáticas? ¿neuro-puenting?) descansa semejante realidad potencial?
La idea de que las emociones son solo surcos en la masa gris se me hace el chiste del borracho, las llaves, la farola.
Prefiero la Música de B-A-C-H.
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