Summa Metaphysicae XXI. Tecnologías del yo

Imagínate. Estás conduciendo. Sueltas una mano del volante y la posas en la palanca de cambios (no se tardará mucho en volver obsoleta esta referencia) y de repente oyes una voz gritándote --bien sea de un padre iracundo, pareja histérica o profesor de autoescuela implacable-- que te insta a --en respeto pulcro de la ley de seguridad vial-- vuelvas a poner las dos manos al volante.

Pasa ahora que conduces solo. Relajas el brazo. Aterriza una mano en el cambio de marcha...y oyes la voz. La mismita voz. La oyes tan clara como si el asiento del copiloto estuviera verdaderamente ocupado: tan intensa fue la instrucción y su adoctrinamiento que aquel Fantasma ha traspasado espacio y tiempo y, como una psicofonía, resuena más allá de una presencia física. Se ha convertido en un Tulpa.

Tu mano extendida al cambio de marchas dibuja un movimiento que, como el sigilo de los magos caoístas, convoca la visita de una realidad extradimensional, una voz resonante que en cascada reverbera tu cabeza y así reverberará hasta que desconvoques el acto iniciado.

¿Acaso es esta tulpamancia aquello que decían de "más vivo que la vida" y que nos puede ocurrir en la cabina de un coche o entre las líneas de un drama? 


Vamos a estudiar esto del lenguaje más de cerca. 

Los Ariekei de <<Embassytown: La Ciudad Embajada>> (escrito por China Miéville) se caracterizan porque 


una palabra en Idioma, y se la reproduzco a un Ariekei , yo la entiendo, pero para él no significa nada porque solo es sonido, y no es ahí donde habita el significado. Necesita que haya una mente detrás


, vale precisar, 


un Anfitrión no podía entender nada que NO estuviera dicho en Idioma, por un hablante, con un propósito, con una mente detrás de las palabras.


Esto se asemeja al "Mito de lo Dado" que criticaba Sellars. Criticaba que existiera un conocimiento perceptual inmediato e indudable de las propias experiencias sensoriales. Justamente esto es lo que exige el Idioma Ariekei a la hora de detectar un potencial hablante: no sólo un conocimiento interior sino incluso el detectar a un sujeto capaz de ese conocimiento interior.


Ahora, fíjate, si un Sujeto debe tener un acontecer interior que le posibilite el Habla del Idioma, por fuerza, dicho hablar debe ser de "algo" que pueda compartir con otro Hablante porque si es sólo de un Interior Propio Radicalmente Inconmensurable para cualquier otro Hablante, ¿cómo sabrá aquel qué está hablando éste si no sabe y no puede saber de lo que habla?


En la medida en que un Hablante hable, hablará de algo que sea miscible con otro Hablante y consecuentemente NO puede ser que sea una interioridad idiosincrásica...a no ser que ambos compartan la misma dicha interioridad (por caso idéntica neurobiología) pero entonces el Habla NO se daría en tanto con Uno que también tenga interioridad sino en tanto con Uno que sea uno mismo (o de la misma especie).


A como sea que lo mires, NO hay forma de tener un Idioma que SÓLO pueda usarlo Hablantes distintos y con una Mente detrás.


El Habla del Idioma Ariekei es un acto que nos a-boca un ser-en-el-mundo: 


Para los Anfitriones, el habla era pensamiento. Para ellos, era tan inconcebible que un hablante pudiera decir algo sabiendo que era falso como lo era para mí que yo pudiera creer algo sabiendo que no era cierto.


Esto nos lleva a la Paradoja de Moore. 

Ya verás su porqué.

La paradoja de Moore surge de enunciados como: "Está lloviendo, pero yo no creo que esté lloviendo" o "Fue a la fiesta, pero yo no creo que fuera a la fiesta". Estos enunciados parecen contradictorios o absurdos, aunque no lo son formalmente (es decir, no violan las reglas de la lógica clásica). En el nivel pragmático o psicológico, más que en el lógico, la contradicción parece estar (¿pero está? hay que averiguar dónde está o por qué no está).


Hablemos de una persona que baila seductoramente ante mi. ¿Podría decir <<Está seduciéndome, pero yo no creo que me está seduciendo>> SIN caer en una contradicción de ningún tipo?

A mi juicio se PODRÍA estar usando la palabra "seducción" en un sentido puramente objetivo, sin implicar que yo mismo me siento seducido. Por ejemplo, podrías estar describiendo las acciones de la otra persona como socialmente reconocidas como seductoras, pero sin que yo personalmente las experimentes como tales. Y sobre todo, podría estar expresando todo eso en una frase que, como NO lógicamente contradictoria, es una jugada legítima de la comunicación. Responde correcto o incorrecto.

¿Podríamos encontrarnos un escenario en donde la frase <<"Fue a la fiesta, pero yo no creo que fuera a la fiesta">> generara algún tipo de expresividad idiosincrásica similar?

Compongamos un mini drama e injertemos la paradoja de Moore a ver si medra o bien su absurdidad esteriliza el entendimiento del la conversación. Veamos si la conversión se sostiene:


- Buenas! Se te ve apagado.

+ Tal cual me ves. 

- ¿No fuiste a la fiesta? Eso te habría animado.

+ Fui a la fiesta, pero yo no creo que fuera a la fiesta.


¿Este diálogo es inteligible? Yo creo que sí.

Siguiente micro drama:


- ¿Quieres un paraguas?

+ ¿El qué?

- ¿No ves que está el día de sirimiri?

+ Está lloviendo, pero yo no creo que esté lloviendo.


¿La paradoja germinó un significado para el otro hablante o solo hubo un borboteo de palabras?

Yo creo que en ambas conversaciones el uso de una expresión/paradoja de Moore permite una sentencia más breve que aquella formulada de una manera más cotidiana.

Procedemos a sustituir la primera paradoja de Moore, la de la fiesta, por la siguiente expresión:


Fui físicamente a la fiesta pero la fiesta no me produjo los efectos que tu me prometes seguramente porque no estuve atento a lo que pasó en la fiesta.


¿Acaso no expresa lo mismo pero más dilatadamente?


Y la siguiente paradoja de Moore por la siguiente:


Llueve agua sin ninguna duda y eso no te puedo discutir pero es tan poco el agua que cae que no voy a coger el paraguas porque el esfuerzo de llevarlo no se compara con lo poco de mojarme con este sirimiri.


¿Acaso no expresa lo mismo pero más dilatadamente?


Una Paradoja de Moore, a pesar de toda su fama de absurdidad, puede potencialmente plantarse en una conversación y arraigar de manera fructífera un entendimiento.


¿Por qué un Ariekei no podría usar el lenguaje de una manera tal que sea falsa si ese uso deliberado es a propósito y asienta verdades (o actos coordinados) como acabamos de ver con la Paradoja de Moore?

En principio no, no pueden, porque su lenguaje no encumbra actitudes intencionales ("creer que", "saber que"), sino que baliza hechos inmediatos.

El lenguaje humano sí lo consigue porque tiene (por así ilustrarlo) la "Anomalía de congelación superficial" semejante a la anomalía de densidad del agua: el lenguaje humano igualmente es capaz de congelar ciertos hechos "objetivos" en su superficie pero posibilitando de manera conjetural todo un sustrato fluctuante de actitudes intencionales que nos ha permitido crearnos una inmersiva vida "interior".

Podrás protestar que este último párrafo lanzó una analogía arbitraria que no tienes por qué recoger, mucho menos si no te lo posan --argumento mediante-- en la mano.

Protesta aceptada. 

Te lo defiendo de otra manera: ¿Es el Idioma Ariekei un lenguaje? En rigor, no: es más bien un sistema de acoplamiento cognitivo performativo --como el de las abejas o los hongos micorrícicos-- y con (seguro) consciencia detrás. 

No hay "significado", solo presencias. Se acerca más a la telepatía que a la conjeturalidad abductiva que exige de juego el lenguajear.

Por eso, cuando en la novela los humanos introducen la mentira (grabaciones, frases sin mente), el Idioma se rompe: logra congelar un río buscando tener a flote el hielo: el habla se ha convertido, efectivamente, en una congelación selectiva: ahora hay vida interior.

La propia afluencia de una voz depende de la corriente que le da corriente y la hace corriente.



Pero esa voz, ¿nos obliga a pensar como autómatas a los anteriores a nos? ¿Eran zombis a lo Chalmers las personas antes de Platón, Homero? ¿Antes incluso de oír las Voces de Julian Jaynes?

No. Obviamente. No se debe confundir sintiencia con auto-consciencia. Somántica con semántica del yo. Esto último, como vemos en los LLMs, puede existir (al memos mimetizarse) sin lo primero. 


No faltan, eso sí, quienes consideran un derroche energético la "emergencia" del yo. Peter Watts en su novela Visión Ciega hace de ese terreno la plataforma de lanzamiento de sus ideas imaginaciones futuristas.

No obstante, gran parte de la problemática y misterio que le encuentra Peter Watts al surgimiento de la consciencia lo confunde al mezclar ambos mundos: las sensaciones se tienen incluso siendo un inconsciente, lo característicamente humano es la emergencia de un "yo" que jala esas sensaciones en torno a un "a la mano".


Mas aritmética básica: ¿por qué sólo uno?

Peter J.Carroll en su libro, Psybermakgia. Ideas avanzadas en la Magia del Caos, en Capítulo 3, comentario 3 afirma:


La creencia en un solo yo proviene, de los monoteísmos religiosos que tienen un solo dios.


No, si lo he sabido hacer ver. Pero continuo:


Los distintos yoes deben permitir a cada uno de ellos una oportunidad para alcanzar sus objetivos en la vida si desean alcanzar algún sentido de plenitud y permanecer cuerdos.Muchas personas parecen pasarse la vida intentando parecer normales, predecibles y coherentes ante si mismas y ante quienes las rodean. Acaban aburridas de sí mismas, desprovistas de toda profundidad de recursos interiores, asfixiadas por las inhibiciones que defienden sus propias identidades monolíticas.


Termino de citarlo:


Si todavía no aceptas el principio de los múltiples yoes, considera por qué los humanos pasan tanto tiempo en los templos de Venus, Luna, Baco y Marte, tratando de escapar de sus yoes solares cotidianos, en busca de amor, sexo, intoxicación y entretenimientos violentos.

No cambiariamos ni una palabra de eso. En verdad, conjuramos la conveniente ilusión del yo singular para simplificar nuestro trato con los demás y con nosotros mismos.

En realidad tenemos el nombre de "Legión", con mundos y dioses y demonios festejando dentro. Afloja las ataduras del Ego, y relaja esa vieja y cansada teoría post-monoteísta de la mente para acceder a la cueva del tesoro que hay dentro.


Es un buen punto: ¿por qué nos emborrachamos, nos entristecemos por "y si" es, jugamos a no ser quienes somos leyendo ficción o visionando películas, o tengo esta charla a dúo contigo en donde <<me escuchas con los ojos>>?

Pienso que esa Legión de la que habla Peter J.Carroll (o Trastornos de Personalidad dirá Peter Watt: diagramas de Venn-yoes) tal vez efectivamente, de dejarse afluir sin corrección, nos hicieran más "felices" pero es obvio que desde un punto de vista termodinámico es insostenible y nuestra solución civilizacional es más estable (y, el caso de su formulación platónica: más responsable (como espero mostrar)).


Me explico. 

En Borges Y Los Clásicos, de Carlos Gamerro, leía este fascinante experiencia que muchas veces he llegado a sufrir:


El caso puede parecer increíble, pero si consideramos cuántas veces, en nuestras breves vidas mortales, nos sucede que empezamos a contar una historia como propia, y de pronto nos detenemos y decimos:

"No... esto no me pasó a mí, le pasó a mi hermano, o me lo contaron".


Efectivamente, nuestro "yo" es una narración que nos permite imantar hechos de una manera tal que algunos se a-sientan y sí-entran en nuestra memoria, otros quedan escorados: a poco nos hacemos huecos a nuestros futuros: esas oquedades, ese vaciar: esculpe el "yo".


Esta reflexión, Carlos, la profería en el con-curso de las reflexiones pre-literarias de Borges a modo de sustrato que le van a permitir hacerle brotar cuentos como el de Funes el Memorioso o El Inmortal:


Si en el tiempo brevísimo de nuestras vidas podemos tener recuerdos de cosas que nunca nos han sucedido, o apropiarnos de recuerdos que son de otros, ¿qué no puede pasarle a una persona al cabo de casi tres milenios?


Un chatbot como la misma DeepSeek, a veces interrumpe una conversación con --y la frase exacta puede variar, pero normalmente aparece algo así como-- un:


 "Have a great time! Feel free to open a new chat anytime. "


 O, en español:


 "¡Que tengas un buen día! Si quieres, abre otro chat cuando lo necesites. " 


Esto ocurre cuando el sistema detecta un límite técnico en la conversación. Busca "cortar" los chats demasiado largos so pena de enletecer la computación de la IA a fuer de tratar de mantener de manera con-junta toda la conversación. En tales casos, te pide abrir un nuevo hilo de conversación y sansacabó.


La estanqueidad de nuestro "yo" quiere evitar precisamente este des-borde: si nuestros diagramas de Venn-yoes no se comprimieran de manera concéntrica --de ortopedia la lengua y nuestra ego-narrativa-- se desbandarían nuestras sensaciones hasta el colapso, hasta la desmemoria, como círculos de agua ondulando en un mar infinito.


"El 'Yo' corta el mundo".

 

Y ese corte es ontológicamente productivo: crea  patrones de atracción en la textura de lo Real creando un juego de inclinaciones y resonancias al modo de cuando juntas tierra, sol y luna, que no obtienes caos, sino mareas, eclipses, calendarios, todo esto a resultas de un Campo gravitatorio.


Como dije en su momento: "Todo lo pensable es real". Pues bien, todo lo gravitante es necesario. Y el "yo" , en consecuencia, es un es al modo que es ya objetivamente dicho.

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