El Argumento del Dilema Correlacionista: Hiato Disuelto o Coherencia Circular
El argumento puede estructurarse como un dilema, donde ambas opciones conducen a la negación de la posición correlacionista sostenible.
Premisa 1: La Amenaza de la Teoría de la Mente Extendida (TME)
- Doctrina Correlacionista: Mantiene un "hiato" o círculo infranqueable entre la conciencia/cognición (el correlato) y el mundo-en-sí. Solo tenemos acceso a la correlación, nunca a lo real de forma independiente.
- Teoría de la Mente Extendida (TME): Postula el principio de paridad funcional. Si un proceso o objeto externo desempeña la misma función que un proceso cognitivo interno y es utilizado como tal, debe considerarse parte del sistema cognitivo.
- Consecuencia para el Correlacionismo: Si la TME es correcta, el "mundo externo" (libretas, ordenadores, incluso estructuras del entorno) no es un afuera radical, sino una parte constitutiva de la propia cognición. El límite yo/mundo se disuelve. Por lo tanto, acceder a "lo real" no sería un problema, porque lo real ya está operando dentro de nuestro aparato cognitivo extendido. La TME socava directamente la premisa fundamental del correlacionismo.
Opción A: Si el correlacionista acepta la TME, entonces su posición se vuelve falsa o insignificante, ya que el hiato yo/mundo que pretende defender ha sido eliminado.
Premisa 2: La Paradoja del Correlacionismo Coherentista (Vía Tarski)
Supongamos que el correlacionista rechaza la TME y se atrinchera en su posición.
- El Correlacionismo como Coherentismo: El correlacionismo, al negar un anclaje en lo real independiente, inevitablemente cae en una teoría coherentista de la verdad. La "verdad" de una proposición (por ejemplo, "el correlacionismo es verdadero") no se define por su correspondencia con un hecho externo, sino por su "concurrencia" o coherencia lógica con el resto de proposiciones dentro del sistema de correlación (el lenguaje L del correlacionista).
- El Problema de la Circularidad (La "Petición de Principio"): Este sistema es circular y autoreferencial.
- La verdad de A depende de su coherencia con B, C, D...
- La verdad de B, C, D... depende, a su vez, de su coherencia con A.
- El sistema en su totalidad carece de un punto de anclaje externo ("ocurrencia") que le confiera solidez semántica. La "demostrabilidad" interna (la coherencia sintáctica) se confunde con la "verdad" (que requeriría una realización en un modelo, una "ocurrencia").
- Aplicación de la Paradoja de Tarski: Un lenguaje L que puede definir su propio predicado de verdad ("verdadero-en-L") se vuelve inconsistente (Paradoja del Mentiroso). El correlacionismo intenta ser precisamente ese lenguaje L. Quiere que el predicado "verdadero" se defina únicamente por la concurrencia interna en L. Pero esto lo hace vulnerable a una paradoja análoga: la verdad del sistema correlacionista no puede ser establecida desde dentro del sistema sin una petición de principio. Para que el sistema sea "verdadero", necesita algo más que la mera coherencia interna; necesita "ocurrir", realizarse en un modelo que, por definición, el correlacionismo niega (el modelo sería el mundo-en-sí).
Opción B: Si el correlacionista rechaza la TME y se mantiene en su posición, esta posición se autorrefuta. No puede afirmar la verdad del correlacionismo porque su noción de verdad (coherentista) es circular y carece de anclaje. La "demostrabilidad" interna no subsume toda la verdad, de hecho, no puede ni siquiera fundamentar su propia verdad.
Conclusión (El Dilema)
El correlacionismo se encuentra ante un dilema devastador:
- Cuerno A (Aceptar la TME): Si acepta la Teoría de la Mente Extendida, el hiato correlacionista se rompe. La distinción entre el correlato y lo real se desdibuja, haciendo insostenible la posición correlacionista. El correlacionismo es falso.
- Cuerno B (Rechazar la TME): Si rechaza la TME y se atrinchera en el coherentismo, no puede afirmar la verdad de su propia doctrina. Su sistema de verdad, basado en la mera "concurrencia", es circular y autoreferencial, incapaz de garantizar su propia "ocurrencia" o solidez. El correlacionismo es indemostrable y, por tanto, dogmático.
En ambos casos, la posición correlacionista resulta insostenible. O es falsa, o es una petición de principio que no puede validarse a sí misma.
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