domingo, 18 de octubre de 2009

Panfleto antimaterialista para neurofilósofos

Termino el ciclo de anotaciones a propósito de objeciones habidas contra la hipótesis mente-cerebro con un recopilatorio no exhaustivo.

El argumento zombi de Chalmers:

Si por un qualia entendemos una cualidad subjetiva de la experiencia mental entonces un zombi se podría definir como aquel sujeto que que no tiene qualia. Es evidente que los zombies no existen pero el materialismo es incapaz de encontrar el modo de que se pueda distinguir una persona normal de un zombi con su explicación de la conciencia en la mano. Así, el funcionalismo fisicalista fuerte resulta insuficiente para explicar la conciencia fenoménica.

Mary es una brillante neurocientífica que -premisas de filosofía ficción- es forzada a investigar el mundo desde una habitación blanquinegra y sólo a traves de un monitor televisivo en blanco y negro.

Especializada en neurociencia de la visión consigue -premisas de filosofía ficción- TODA la información física poible sobre qué hechos físicos suceden cuando nosotros vemos tomates, el cielo o más generalmente algo rojo, azul y bueno, ya has entendido la dinámica. Más concretamente, ella sabe qué longitud de onda venida del cielo es la que estímula la retina ocular y sabe cómo exactamente se produce la estimulación de su sistema nervioso hasta llegar al momente en se pronuncia la frase: "El cielo es azul".

Ahora, como a Segismundo, lo sacamos de su torre de marfil, o bien, menos traumático, le presentamos un monitor a color en donde aparece un cielo azul. La cuestión es, ¿Mary aprenderá algo? ¿Sí o no?

Según Jackson, como ella aprende algo acerca del mundo y ella sabía de todos los hechos físicos es obvio que hay algo más que información física, es obvio que el fisicalismo es falso.

Todo lo que se necesita para que algo sea Dolor es que se experimente como dolor por lo que no puede haber distinción entre Dolor y sustancia dolorosa a la manera en que sí había distinción entre Agua y sustancia acuosa. Esto es, podríamos tener algo que se experimente como agua sin ser Agua. Es concebible. Lo hemos hecho antes para salvar el Agua como designador rígido. Pero no podemos tener algo que se experimente como dolor sin que sea Dolor. La sensación de dolor es esencial para el concepto de Dolor. Esto hace que Alfa (Dolor sin ABC) y Beta(ABC sin Dolor) no puedan descartarse, son realmente posibles y, en consecuencia, los estados mentales no son necesariamente idénticos a los cerebrales.

Premisa 1) Los sucesos mentales sólo pueden tener lugar bajo la condición de que se den otros sucesos mentales. Premisa 2) Los sucesos neuronales pueden tener también lugar sin más sucesos mentales. Premisa 3) Si la premisa 1 y la premisa 2 son ciertas, entonces los sucesos mentales y los sucesos neuronales no son idénticos. Conclusión: Los sucesos mentales y neuronales no son idénticos

La atribución de convicciones puede siempre revisarse a la luz de nuevos conocimientos sobre el sistema de convicciones de una persona.

Supongamos que existe una ley estricta que liga una convicción C a un estado físico F. Si luego, a la luz de un mayor conocimiento de las convicciones de una persona, deja de atribuírsele C, tampoco podría ya atribuírsele F. Pero esto es absurdo, puesto que las opiniones sobre estados físicos no pueden ser revisables en virtud del conocimiento de las convicciones.

Tengo un quale de un do de clarinete y paso a escuchar un re de piano, en el paso de un estado cerebral al otro se han ido encendiendo y apagando paulatinamente una serie de luces/neuronas -como postula la hipótesis del núcleo dinámico- mas ¿con qué primera luz encendida puedo afirmar que estoy en el quale re y desde qué última luz apagada puedo afirmar que acabé de estar en el quale do? No es posible llegar a un acuerdo. Como con la paradoja de Teseo, lo que aquí se manifiesta es que es imposible concordar/reducir la afirmación "este es el quale X" con un "conjunto de neuronas excitadas".

Piénsese, por ejemplo, en el dolor de un anfibio y el de un humano. Es muy improbable que cuando sienten dolor los procesos cerebrales en uno y otro sean iguales.

[De hecho sabemos que, por el evolutivo desarrollo de nuestro cerebro cuando se forman las neuronas, los conexiones neuronales varían incluso entre los propios humanos]

Sin embargo, ambos pueden sentir dolor. Tienen, por tanto, los mismos estados mentales pero diferentes estados cerebrales. Por consiguiente, los estados mentales (tipos M) no pueden ser idénticos a los estados cerebrales (tipos C).

[Podría afirmar] que "Estoy triste" es una experiencia subjetiva idéntica/reducible a "Tengo una estimulación electroquímica en la región neuronal 543".

Vale. De acuerdo. Por mor de la premisa, aceptemos tal traducción.

Pero ¿si ahora digo más concretamente que "Estoy triste...porque este perro ha sido atropellado ante mis ojos" seguirá siendo ésto lo mismo que decir "Tengo una estimulación electroquímica en la región neuronal 543"?

¿Y si digo más concretamente que "Estoy triste porque el perro [de mi novia] ha sido atropellado ante mis ojos" seguirá siendo ésto lo mismo que decir "Tengo una estimulación electroquímica en la región neuronal 543"?

¿Y si digo más concretamente que "Estoy triste porque el perro [de mi novia [al que yo odiaba pero ella adoraba]] ha sido atropellado ante mis ojos" seguirá siendo ésto lo mismo que decir "Tengo una estimulación electroquímica en la región neuronal 543"?

Etc. Ad infinitum. A lo largo de la vida no tenemos por qué repetir expresiones para situaciones nuevas porque la concreción lingüística no alcanza límites. Por contra, la ocupación de autopistas neuronales sí.

2 comentarios:

José Luis Ferreira dijo...

Todos estos argumentos están a la altura de los de Zenón de Elea para demostrar que no existe el movimiento. De los primeros ya hemos hablado. Los últimos son muy pobres, como el de que no existe el ruido de un saco de cereales al caer porque un solo grano no hace ruido. No me digas que a ti te convencen.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Y bla, bla, bla.