viernes, 16 de octubre de 2009

El barco de Heráclito

Sigo perpetrando divagaciones metafísicas en torno a la consciencia, esta vez de la mano de la paradoja de Teseo:

El barco en el cual volvieron (desde Creta) Teseo y los jóvenes de Atenas tenía treinta remos, y los atenienses lo conservaban desde la época de Demetrio de Falero, ya que retiraban las tablas estropeadas y las reemplazaban por unas nuevas y más resistentes, de modo que este barco se había convertido en un ejemplo entre los filósofos sobre la identidad de las cosas que crecen; un grupo defendía que el barco continuaba siendo el mismo, mientras el otro aseguraba que no lo era."

Lo que aquí se manifiesta es que es imposible concordar/reducir la afirmación "este es el barco de Teseo" con un "conjunto de tablas" pues éste ha cambiado mientras aquel permanecía. En suma, el barco de Teseo no es un conjunto de tablas aunque convencionalmente así lo consideremos porque con la idea "el barco de Teseo" no se pretende significar algo sino habilitar un uso del lenguaje que no tiene porque tener correspondencia exacta con un significado definible.

En suma, no podemos subsumir la identidad de un entidad en una instancia material concreta.

Escuchado esto no puedo evitar dejar de pensar en cómo se genera la consciencia, a saber:

la conciencia no es una cosa, sino un proceso
(...)
1) un grupo de neuronas puede contribuir directamente a la experiencia conciente sólo si es parte de un cluster funcional distribuido que logre alta integración en cientos de milisegundos. 2) Para sostener la experiencia conciente, es esencial que este cluster funcional sea altamente diferenciado, lo que se indica por altos niveles de complejidad. Llamamos "núcleo dinámico" a dicho cluster de grupos neuronales

El neurocientífico Francisco Mora cuando en su libro Neurocultura compara el núcleo dinámico con un árbol de Navidad con luces en donde sólo un grupo de ellas se enciende resultando así que (pág.56) estas bombillas en un momento dado, pueden formar un grupo por sí mismas, pero, a su vez, cada una de las bombillas puede formar parte de otros grupos diferentes.

Mostrada la partitura, paso a ejectuar una paradoja: Tengo un quale de un do de clarinete y paso a escuchar un re de piano, en el paso de un estado cerebral al otro se han ido encendiendo y apagando paulatinamente una serie de luces/neuronas mas ¿con qué primera luz encendida puedo afirmar que estoy en el quale re y desde qué última luz apagada puedo afirmar que acabé de estar en el quale do? No es posible llegar a un acuerdo. Como con la paradoja de Teseo, lo que aquí se manifiesta es que es imposible concordar/reducir la afirmación "este es el quale X" con un "conjunto de neuronas excitadas".

Tal vez la paradoja se esfumara si asumiéramos que lo único real es un río con un proteico afluente de ignoto destino, que todo pensamiento no es más que un fugaz flotador que excretamos para asirnos a algo insumergible. No otra cosa es el conocer. Este proceder no cambia, empero, que lo único que finalmente permanece, lo único que siempre es, será el fluctuante yo pero, ¡ay!, con eso, a lo más, sólo hemos bautizado un esquivo aspecto de la realidad mas ni lo hemos definido, ni mucho menos, me temo, lo acabamos de asir, de entender.

2 comentarios:

klepsidra dijo...

"pensamiento no es más que un fugaz flotador que excretamos para asirnos a algo insumergible. No otra cosa es el conocer".
¡Qué idea más poética!,yo he visto al humano como un ser suspendido y perdido en un mundo ingrávido, dónde los pensamientos actúan como tentáculos invisibles que nos anclan a una supuesta realidad.

Bueno, hablando de Heráclito,he tenido una asociación, no se si conoces, Glosas a Heráclito de Ángel González.

1
Nadie se baña dos veces en el mismo río
Excepto los muy pobres.
2
Los más dialécticos, los multimillonarios: nunca se bañan dos veces en el mismo traje de baño.
3
(traducción al chino)

Nadie se mete dos veces en el mismo lío.
(Excepto los marxistas-leninistas.)

(Interpretación del pesimista.)

Nada es lo mismo, nada permanece.
Menos la Historia y la morcilla de mi tierra:
se hacen las dos con sangre, se repiten.

(de Poesías sin sentido, Ángel González).

Héctor Meda dijo...

Me alegro de veras que te haya parecido poética la idea de cómo pensamos; idea que, por cierto, es de cuño cortazariano.

Por lo demás, las Glosas a Heráclito de Ángel González resultan graciosas, son una muestra más de la plasticidad de la metáfora heracliteana,.

Saludos