Primeramente se dice que:
Tiendo a pensar que la libre voluntad es algo más que una ilusión, porque se me hace difícil pensar que no pueda escapar de una mera ilusiónBien, cada uno puede tener las creencias que uno quiera pero quisiera dejar anotados unos apuntes.
La intuición las más de las veces nos lleva a equívocos y tenemos múltiples ejemplos a lo largo de la historia que lo corroboran. Pensemos, en Ptlomeo que en base a la intución y al sentido común postuló la teoría geocéntrica (hasta que vino Copérnico) y la existencia de únicamente tres dimensiones porque básicamente le era imposible visualizar la cuarta. También la geometría euclideana se mantuvo incólume durante milenios con afirmaciones intuitivamente obvias como que la suma de los ángulos de un triángulo resulta 180 grados o que la forma más corta de llegar de un punto a otro es la línea recta. Geometría y afirmaciones que fueron refutadas por Einstein.
Pero además, basta con estar atentos a los diferentes estados de nuestro cuerpo (enfermedad, cansancio, etc...) para darnos cuenta de que nuestra autonomía sí se ve afectada y de hecho es bastante manipulable; drogas mediante, sin ir más lejos.
Anotar también que una neurofilosofía que apelase, en su explicación de la conciencia, a una causa no causada resultaría tan decepcionante y falaz como la pusilanimidad intelectual que despliega el diseño inteligente que en cuanto ve un obstáculo rápidamente apela a una causa no natural.
Por último, recordar que afirmar tal cosa implica negar el cierre causal de la física y aunque es algo hecho por eminentes científicos como Schrödinger, con su pansiquismo esbozado en ¿Qué es la vida?, o Freeman Dyson, al formular una suerte de argumento ontológico donde leyes y realidad se van creando con el avance paulatino del tiempo (filosofía cuya explicación describí tangencialmente aquí); merece un despliegue explicativo e intelectual más serio que apelar meramente a la subjetividad frente a la inigualable precisión matemática y predictiva de la física contemporánea máxime cuando la idea del libre albedrío no encaja con ninguna cosmovisión al uso y choca tanto con la idea de un Dios omnisciente como con la idea de una realidad sujeta únicamente a leyes naturales.
En segundo lugar, en ese post se afirma escalandalosamente que:
La ética necesita de la existencia de la libre voluntad. Si no somos la causa de nuestras propias acciones la distinción entre acciones éticamente ilegítimas y acciones legítimas pierde su sentido. Charles Mason es tan culpable de asesinar a inocentes como lo es un huracán, no es lógico que lo hagamos responsable de tan trágico suceso si sus acciones estaban determinadas (causadas por la interacción no volitiva de sus micro-partículas) y él no podía elegir un curso de acción alternativoCon esta afirmación se obvia toda la ciencia cibernética que, según el Profesor Dr. Stafford Beer, estudia:
Los flujos de información que rodean un sistema, y la forma en que esta información es usada por el sistema como un valor que le permite controlarse a si mismo: ocurre tanto para sistemas animados como inanimados indiferentementeDe forma que Manson, al ser un agente intencional puede, a diferencia de un huracán, ser objeto de una estructura de incentivos (papel reservado al Derecho) que le permita ser disuadido de sus fines.
No hace falta, en consecuencia, postular ningún libre albedrío para que una ley resulte efectiva y además, como bien afirmaba Orson Scott Card:
Yo tampoco estoy libre de pecado(...)Pero si dejamos que sólo la gente perfecta [libre] cumpla la ley, pronto la ley morirá, y nuestra ciudad con ellaAsí que si queremos que nuestra sociedad perviva no deberíamos afanarnos tanto en buscar causas no causadas o seres impolutamente libres como en buscar la mejor manera de que podamos convivir. Esa y no otra, es la razón de ser tanto del Derecho como de la Ética.
15 comentarios:
Un post muy interesante Hector.
El problema es que como a veces sucede,la escasez de datos empíricos tiende a hipertrofiar la especulación y teorización al respecto, a modo de tumor que acaba devorando y sepultando las observaciones en las que deberían apoyarse dichas interpretaciones.
Y por otro lado no sólo hablamos de la dificultad de asumir concepciones antiintuitivas respecto al entorno ( que obviamente se mantienen en el plano conceptual no instrumental) sino de asumir que nuestra manera de percibirnos y asimilarnos y de concebir nuestra relación con el entorno,que es al fín y al cabo con la que estamos condenados a convivir, puede ser una especie de reflejo en el espejo. Algo hermosamente vertiginoso, ¿no?.
Saludos,
J.N.
Cuando digo instrumental arriba me refiero al campo funcional subjetivo inmediato, claro.
Saludos,J.N.
Gracias JN por el comentario y totalmente de acuerdo con él. Hay algo de belleza escheriana en el modo en que nos (auto)percibimos y nos (auto)construimos
Debate clásico donde los haya, desarrollado entre muchos otros por Alejandro de Afrodisias, San Agustín, Escoto Eriúgena, Holcot, Erasmo, Lutero, Arminio, Molina, Leibniz, Scheler y Bergson, tanto por sus implicaciones éticas como por las teológicas. No es algo que se pueda despachar pragmáticamente apelando a los incentivos, pues no siempre estaremos en disposición de ofrecerlos (cuando el crimen es más rentable e imposible de perseguir) ni hay que esperar de ellos gran eficacia, habida cuenta de que el hombre es en buena parte irracional en la toma de decisiones.
Como he mencionado a Bergson, el -según Machado- "endiablado judío que halló el libre albedrío", voy a citarlo para la ocasión:
Imaginemos que la mano, en vez de moverse en el aire, lo hace entre limaduras de hierro que se comprimen y resisten a medida que la mano avanza. Cuando ésta se detiene las limaduras dibujan la forma de la mano. Supongamos a ésta invisible: un espectador explicaría la forma que toman las limaduras por éstas mismas y sus interacciones. Pero en realidad, la forma no es más que la forma de la resistencia, y expresa negativamente, por así decir, el acto indiviso de la mano. Cuanto mayor es el esfuerzo de la mano más se hunde en las limaduras, pero allí donde se detenga inmediatamente, las limaduras se equilibrarán y coordinarán instantáneamente.
irichc,
Sobre la existencia (o no) de seres irracionales (enfermos) y su tratamiento penal hablé en mi anterior post. Por otro lado la irracionalidad de nuestros fines no es lo importante sino la validez de los medios que usemos para conseguirlos.
Sobre la metáfora literaria de Bergson digo lo mismo que sobre la apelación a la intuición, a saber, la defensa de un hipotético libre albedrío se merece un despliegue intelectual más serio y riguroso.
El asunto del determinismo en sí me parece bastante claro, aunque siempre guardo prudencia ante lo que tengan que ir añadiendo físicos, neurobiólogos e incluso filósofos. Lo que no veo claro en absoluto es la posibilidad de teorizar sobre el Derecho y sobre la política basándose en tales premisas relativistas.
Si un criminal ha de ser arrinconado mientras el hombre pacífico goza de libertad es porque los valores del segundo son más respetados (arbitrariamente) en perjuicio de los del primero. Que debamos buscar la mejor forma de convivir es una idea erigida sobre unos fundamentos subjetivos, puesto que criminales y psicópatas (que deben de sumar unos cuantos millones en todo el mundo) apuestan por un modelo diferente de felicidad. El beneficio del fanatismo y de la violencia así como de la anarquía estuvieron un día de moda y persisten aún en ciertas sociedades; algunas de esas sociedades sobrevivieron, por lo que tampoco se podría argüir el argumento de antievolutivas.
En definitiva: no considero posible universalizar una doctrina del derecho sabiendo que los objetivos no son universalizables si no es bajo el argumento de autoridad o de estadística. La democracia no da la razón a la mayoría por estar en lo cierto, sino por ser físicamente los más fuertes, en palabras de John Fowles. Nuestra sociedad criminaliza a quien asesina, pero no es imposible pensar en una sociedad donde deba ser castigado quien llegado a cierta edad no violó al menos a una mujer. Desde la perspectiva determinista llevada con rigor, debería asumirse la legitimidad de ambas si lo que se busca es un cierto orden y una estabilidad social. Una política determinista sólo vale para el aquí y ahora.
No creo en la casualidad de que la muerte de Dios, los avances en neurociencia y el relativismo moral hayan despertado o avanzado con tanto auge en la misma época.
saludos
la defensa de un hipotético libre albedrío se merece un despliegue intelectual más serio y riguroso.
Estaría de acuerdo si el ataque a esta tesis tuviera estas características de seriedad y rigor que reclamas, hasta el punto de ser concluyente y no admitir vacilación. Ahora bien, si se trata de un problema clásico es precisamente porque no está resuelto todavía. En este post argumenté sobre el particular.
Por partes:
irchc,
Fíjate que estoy de acuerdo contigo. Pero si lees el post lo que vengo a decir es que no es necesario defender el libre albedrío para desplegar tanto un derecho como una moral no busco pues refutarlo.
En todo caso anoto que dado que el concepto choca frontalmente con la idea de un Dios omnisciente (mira el enlace ;-)) y con la idea de una realidad natural entonces quien más tiene necesidad que justificar su existencia, dado su heterodoxia y su dificil encaje en una cosmovisión coherente, es quien cree en ella.
Aunque también, si te fijas en el post, apunto a dos científicos que la han defendido, defensa que yo no he objetado. Recalco pues que sí, que la cuestión está abierta, pero no me parece crucial para el tema de la moral ni se puede creer en ella por mera intución.
El Perpetrador,
Podría estar de acuerdo contigo pero pondría un pero y es que yo no creo en la legitimidad de una ética u otra. O mejor dicho y si prefieres, no hay necesidad de buscar legitimidad a una ética.
Más bien creo que ciertas éticas surgen espontáneamente (respaldadas incluso por los sicópatas aunque luego no puedan cumplirla) y con ellas el derecho. Ahora bien sólo aquel derecho que legisle de la forma más ajustada posible a la naturaleza humana posibilitará que las sociedades que lo instituyan sobrevivan a largo plazo.
En estos dos posts desarrollo más extensamente la idea:
http://hector1564.blogspot.com/2008/06/crtica-las-ticas-sobrenaturales.html
http://hector1564.blogspot.com/2008/08/vindicacin-del-derecho-natural.html
Héctor, no confundamos conceptos. Puede haber orden en el comportamiento de un sujeto -racional o no, libre o no- sin presuponerle acciones morales, como por ejemplo cuando su temperamento es el adecuado y su observancia de los estándares sociales resulta diligente y continuada. Pero no habrá moral ni auténtica responsabilidad si no es libre. Existen vientos benéficos y otros que arrasan con todo, si bien de ninguno de ellos cabe decir que siga pautas morales, puesto que carecen del juicio necesario para establecer la conexión trascendental entre causas y efectos ("si sucede X, debo obrar así"), viéndose en cambio arrastrados por la fatalidad.
¿Puede ser justo un hombre sin juicio? No procede hablar de bondad si reducimos la inteligencia a un conjunto de pasiones que seguiríamos inducidos por completo por factores externos, ajenos a nuestra personalidad (si cupiera hablar de tal bajo este prisma). Parafraseando a Nietzsche, "al tonto le falta madera para ser bueno". Y si no fuera posible distinguir entre buenos y malos, ¿qué razón esgrimiríamos para no aniquilarnos entre nosotros?
No te lo acepto. Tal y como defines la moral necesariamente debe haber libre albedrío cargándote así, por ejemplo, la ética cristiana pues esta doctrina presupone un Dios omnisciente.
Un ejemplo: Tengo un perro de presa y muchas veces (siempre) me preguntan si es bueno.
Bien, ¿para ti tiene sentido la pregunta?
Si la respuesta es no (como preveo) entonces defines la moral como te da la gana pero no según el sentir popular y no olvidemos que los significados de las palabras devienen por su uso.
Yo entiendo la moral al igual modo de las personas que preguntan por la bondad de mi perro.
Podría estar de acuerdo contigo pero pondría un pero y es que yo no creo en la legitimidad de una ética u otra. O mejor dicho y si prefieres, no hay necesidad de buscar legitimidad a una ética.
En realidad estamos de acuerdo. Yo tampoco creo en una legitimidad intrínseca de una u otra ética, precisamente por lo cual me abstengo de dictaminar un juicio universal al respecto. Aunque tenga preferencia por un comportamiento específico, no encuentro argumentos para hacer proselitismo más allá de mi simple gusto. Por ende, no espero ni que se haga la voluntad de la mayoría ni de la minoría; simplemente cuento con mi comportamiento.
Por lo que adivino de tus otros pensamientos, me suena a que tú en cambio asumes un substrato de legitimidad en aquello que sea generalmente mayoritario y recurrente, es decir, que se asume entonces el arquetipo de una finalidad moral subyacente a todos los casos, a saber: la reducción neta del dolor y de la infelicidad que sea posible, por decirlo de alguna forma. Preferencia que acaso comparto, si bien sin un argumento no determinista y no metafísico no veo manera de defenderlo ante quien simplemente prefiere por capricho otra finalidad moral. Es complicado fijar una ética sin un Absoluto detrás.
Ahora bien sólo aquel derecho que legisle de la forma más ajustada posible a la naturaleza humana posibilitará que las sociedades que lo instituyan sobrevivan a largo plazo.
El problema es que no sabemos qué cosa es la naturaleza humana. Ante tal problema solamente podemos recurrir a ella mediante estadística, o bien falsando cada definición con cada excepción que ponga en entredicho a las definiciones previas. Dices en el otro post que es irrealizable un precepto moral como el de “Amarás al prójimo como a ti mismo” o, el que considero mucho más sorprendente: ama a tus enemigos, a aquellos que te odian. Sin embargo, esto, con ser infrecuente, se ha dado unas cuantas veces, al menos se dice que en Jesucristo, en Buda, en San Francisco de Asís… Y era más frecuente en unas sociedades que en otras (por ej.: más en Tíbet, India, Bhután que en Francia o Alemania), por lo que tampoco se los podría considerar aberraciones biológicas, sino que forman parte de la naturaleza humana tanto como el deseo de posesión (en mi opinión un deseo no universal). Por tanto, de la lógica determinista que comparto no veo forma de deducir una ética más que sobre la imposición arbitraria que elija el grupo dominante, sea una mayoría o una minoría. Más bien creo que habrá que realizar un salto dialéctico insoluble, irracional, para evitar las paradojas que llevarían a los rigurosos a la completa abstención.
Tengo un perro de presa y muchas veces (siempre) me preguntan si es bueno. Bien, ¿para ti tiene sentido la pregunta?
Para mí desde luego sí, pero tengo igualmente claro que ese “bueno” puede referirse a múltiples planos, no siendo uno de ellos el “bueno” moral que entonces llamamos “bondadoso”. Un perro es bueno si cumple con la misión que instrumentalmente esperamos de él; lo mismo sucede con un hombre, sólo que el “bueno” referido a la ética se define en función de cuál sea su relación con sus semejantes o el Estado, algo difícil para un perro. Estoy contigo en cuanto a que la ataraxia platónica de Moore es un error por no prestar suficiente atención a los mecanismos que originan el lenguaje y los conceptos. Empero, el “bueno” moral, el que clásicamente se define en nuestro lenguaje en función de la relación con los semejantes y con el Estado, sólo tiene sentido entre hombres libres, como dice irichc. En caso contrario mejor sería abandonar el eufemismo y llamarlo directamente “útil” o “inútil”.
me suena a que tú en cambio asumes un substrato de legitimidad en aquello que sea generalmente mayoritario y recurrente
Simplemente por pragmatismo, esto es, si queremos reducir al máximo la violencia o conflictividad de una sociedad lo mejor es que la mayoría sea la que legisle. Esto no es una solución más legítima que otra sino que es una solución política más estable y por tanto conveniente para todos.
Pero lo asumimos todos. Pensemos en los pro-vida. Luchan y discuten por hacer mayoritaria su moral pero no tratan de imponerla a la fuerza.
El problema es que no sabemos qué cosa es la naturaleza humana. Ante tal problema solamente podemos recurrir a ella mediante estadística, o bien falsando cada definición con cada excepción que ponga en entredicho a las definiciones previas
De acuerdo. Aunque más que estadística o falsación apelaría al carácter histórico de las costumbres teniendo en la perspectiva evolucionista un buen criterio que desenmascara si tal comportamiento es connatural a nosotros o surge de un prejuicio cultural.
Por otro lado puede ser que individuos particulares tengan dones excepcionales pero aunque por ejemplo Von Neumann fuera capaz de memorizar un libro entero no vamos a tenerlo en cuenta a la hora de diseñar la enseñanza de los chavales en el colegio porque seguramente ninguno sería capaz de tales proezas.
Mutatis mutandi pasa lo mismo con los preceptos morales. Ni Manson ni Francisco de Asís sirven como modelos standard
Un perro es bueno si cumple con la misión que instrumentalmente esperamos de él; lo mismo sucede con un hombre, sólo que el “bueno” referido a la ética se define en función de cuál sea su relación con sus semejantes o el Estado, algo difícil para un perro
Pero es que precisamente me lo preguntan muchas personas con otros perros que quieren saber si estos van a ser atacados por el mío. Es decir preguntan por la sociabilidad de mi perro con otros de su especie.
Y después de educarle, de mostrarle (des)incentivos (como hagas esto te quedas sin comer días, al hacerme esto te regalo esta comida, etc...) puedo decir que mi perro es bueno o mejor dicho y para mayor reflexión, se ha hecho bueno y para mi bueno, aquí, tiene tanto sentido como con los humanos.
Otra cosa es que estos, los humanos, aún seamos más autónomos, menos obedientes a unos instintos primarios sino que tenemos muchos más y además conscientes de unos incentivos más abstractos.
Héctor:
No te lo acepto. Tal y como defines la moral necesariamente debe haber libre albedrío cargándote así, por ejemplo, la ética cristiana pues esta doctrina presupone un Dios omnisciente.
Los cristianos nunca hemos caído en el error maniqueo de tener que elegir entre Dios y la libertad. La presciencia de un acto no le resta espontaneidad. Sé que mañana, si sigues vivo, te moverás. Pero mi conocimiento en modo alguno te hace menos libre, ni constriñe tu movilidad.
Un ejemplo: Tengo un perro de presa y muchas veces (siempre) me preguntan si es bueno.
¿Te han preguntado alguna vez si es juicioso?
Bien, ¿para ti tiene sentido la pregunta?
Si por "bueno" se entiende "benéfico", por supuesto. Y no de otra manera.
Yo entiendo la moral al igual modo de las personas que preguntan por la bondad de mi perro.
Pues cuidado, que en algunas regiones de la tierra de mi mujer se comen a los perros. Según dicen, están bien buenos.
Los cristianos nunca hemos caído en el error maniqueo de tener que elegir entre Dios y la libertad.
No estoy de acuerdo mira el enlace que tenía puesto en el post
http://www.vidaeterna.org/esp/estudios/omnisciencia.htm
¿Te han preguntado alguna vez si es juicioso?
Eso, con esas palabras, no creo que ni a mi me lo hayan preguntado XDDD
Si por juicioso quieres decir inteligente (¿qué si no?) entonces pues sí, me lo han preguntado.
Otra cosa es que quieras decir si el perro tiene un concepto abstracto del mal. Bien, supongo que los etólogos te dirán que no porque su cognición no acepta manipulaciones simbólicas, pero te puedo asegurar que el perro de algún modo sabe cuando hace algo mal. Si, por ejemplo, ha mordido una zapatilla en mi habitación cuando no estaba entonces puedo, al entrar en ella, detectar que ha hecho algo mal por la cara de susto que pone.
en algunas regiones de la tierra de mi mujer se comen a los perros
Me tendrás que decir dónde para que no vaya a comer allí.
Opiniones respetables aunque en ocasiones, por ejemplo citas a Einstein para argumentar que la intuición nos lleva a errores, pero se ve que no sabes de Física, porque en caso de ser así debieras observar el artículo de Electrodinámica de los cuerpos en movimiento donde muchos de los argumentos de Einstein son meramente intuitivos adolesciendo de consistencia, tuvo Minkowski, Planck y Pointcare que formalizar las ideas de Einstein, porque de ser aceptada la Relatividad Especial como Einstein lo hizo hubiera sido vacio sin límite; pero la intuición de Einstein fue correcta.
Tu solo argumentas los casos en los que la intuición se equivoca y no cuando es correcta, en realidad seria complicado según el método científico desde el momento de hipotetizar deshacerse de la intuición, mas bien la intuición es necesaria y bajo manejo de lógica inductiva y experimentación en el caso de la Física tratamos de generalizar hasta donde se pueda según el falsacionismo, cuando ya no como decia Kuhn ocurre una revolución.
Pretender que la neurología sostiene un determinismo, es exageradamente aventurado cuando aun no tenemos teorías de la consciencia, hay científicos que argumentan que la conciencia finalmente es un proceso emergente de las sinapsis del cerebro, donde el cerebro se comporta como un sistema complejo de sinapsis neuronales, teniendo conocimiento de que estos llegan al punto del indeterminismo, débido a que los sistemas complejos se parecen al problema de varios cuerpos de Pointcare, donde algunas soluciones al problema son completamente indeterministas, además de que si agregamos que hay teorías como que las sinapsis se producen por tunelamiento de altas corrientes, fenómeno exclusivo de la mecánica cuántica según la interpretación de Coppenhague, de naturaleza probabilistica perse, nos obliga a considerar que la conciencia en ninguna forma es un fenómeno determinista.
La libertad, por lo cuál vendría siendo también una emergencia de la complejidad del sistema sinaptico de nuestro cerebro, con fenómenos tanto de macro y microfísica.
Bueno claro es solo un pensamiento, en conclusión argumento que tener una posición tan aventurada puede finalmente hacer perder la apuesta y según el casino de la ciencia las probabilidades de que el determinismo cómo descripción no falsa de la realidad gane son contrarias aun mas para el caso de la realidad de la conciencia.
Pienso como Sartre diría de lo único que somos esclavos es de nuestra libertad.
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