viernes, 19 de septiembre de 2008

¿Por qué no vivimos en una dictadura militar?

Citoyen me invita con un meme a reflexionar sobre por qué no vivimos en una dictadura militar. En sus propias palabras:
Lo cierto es que el mundo está lleno de fenómenos misterioso que son díficiles de explicar. Uno de ellos me vino a la cabeza con el tema de Bolivia cuando hablaban de que el ejército había decidido mantenerse leal al Estado. Nos hemos acostumbrado, pero es algo extremadamente sorprendente que no vivamos en todos los Estados del mundo en dictaduras militares La pregunta es ¿como es posible que en todos los países de occidente hayamos conseguido mantener a los generales a raya?.
Resolver una cuestión así necesitaría de una perspectiva interdisciplinaria que en parte es dada por la biopolítica. Esta recalca que nuestra naturaleza es afín a la ambición política entendida como la búsqueda de dominación que se presenta entre los animales políticos razón por la cuál se organizan en términos jerárquicos de dominación/sumisión. Entre seres humanos y algunos primates, según Larry Arnhart, esta competición crea un tenso equilibrio de fuerzas entre el deseo de dominar de unos pocos y el deseo de muchos de estar libre de la explotación.

La política es la encargada de encontrar ese equilibrio y a lo largo de la historia ha propuesto diversas soluciones viéndose, en perspectiva, que la configuración más estable es la existencia de un monopolio de la violencia (que evita la disputa entre dominantes) y la cesión de ese monopolio a todo el cuerpo de la sociedad (que evita el despotismo a los dominados) siendo esto último y la gestión del mismo, democracia mediante, las soluciones más recientes y las que más han contribuido a evitar los brotes de violencia que cíclicamente tienden a generarse.

Ahora biem, como creo que decía Hume, para que alguien se mantenga en el poder necesita algo más que tener el monopolio de la violencia. A la larga necesita ser respaldado por una mayoría social que respalde su dominación al considerarla beneficiosa y necesaria. Es decir todo tirano ha de entender que los dominados querrán zafarse de su yugo si no se le justifica convincentemente la existencia del mismo.

Eso es algo que no entendió César. Por contra su hijo Octavio Augusto no cayó el mismo error que su predecesor sino que trató de hacer uso únicamente de su auctoritas para gobernar. Como se afirma en el libro Augusto, el primer emperador(pág. 277):
Los romanos distinguían entre imperium, poder y auctoritas, o autoridad. Una prueba del extraordinario éxito del sistema de Augusto era que el princeps era capaz de inspirar obediencia simplemente gracias a su autoridad, y rara vez se veía obligado a hacer uso de la fuerza bruta a su disposición
Así al ser el princeps aclamado por el pueblo no tuvo necesidad durante gran parte de su reinado de ostentar ningún cargo en el senado consiguiéndose así un equilibrio entre el deseo del pueblo de no ser explotados despóticamente, preferían a Augusto, y el deseo del senado de dominar.

Como ejemplos históricos recientes de militares que dieron golpes de estado no refrendados por la población y por tanto acabaron impugnados por esta tendríamos el intento de hace unos años de deponer a Chavez o el más cañí 23-F.


En definitiva el dictador lo que necesita para permanecer en el poder no es tener el control de la violencia sino justificar ideológicamente su autoridad. Una revolución mantenida sólo por la fuerza y para la fuerza acabará siendo una revolución que no durará mucho pues rápidamente empezarán las contrarrevoluciones por parte de los dominados para aplacarla. Un militar que obviara esto estaría condenado a la derrota a largo plazo o como mínimo a dejar a la sociedad en un caos de ruido y furia. Y es esta la razón por la que actualmente ningún militar cuerdo se aventurará a cruzar el Rubicón.

Otro tema consistiría en averigüar por qué no existen autocracias actualmente en Occidente aunque estuvieran respaldadas por la sociedad. Habrá que señalar que con el experimento de Milgran, realizado en 1963, se demostró que la obediencia a la autoridad es algo consustancial a la naturaleza biológica de los seres humanos pero también se vió que los individuos obedecen con mayor dificultad a la autoridad cuanto más cerca esten de aquellos que serán víctimas de la orden dada, desincentivo conseguido con los mass media, así como que a mayor nivel de formación la intimidación producida por la autoridad es menor y en ese sentido el tener presente (sobre todo en los países que estuvieron implicados en guerras) que todo el s.XX ha acabado manchado de sangre por precisamente dejarse embaucar por los cantos de sirenas de diversos personajes totalitarios nos ha acabado curtiendo la piel y vuelto escépticos respecto a cualquier otro sistema que no sea el democrático. En frase feliz de Churchill,
La democracia es el peor sistema político que existe, con excepción de todos los otros sistemas
Aunque necesitándose dolorosas cicatrices para ello, el haber aprendido esto constituye la razón principal de nuestra Pax actual.

6 comentarios:

García dijo...

Es la primera vez que entro en este blog, a pesar de que he leído comentarios en Lágrimas en la Lluvia.

Interesante esta visión. Creo que la no existencia de regímenes autoritarios en Occidente puede explicarse con el triunfo de la libertad como valor intrínseco de las identidades nacionales de los países europeos y norteamericanos, lo cual hace que el militar vea la acción de revelarse contra el poder civil no sólo como un objetivo inalcanzable, sino como un medio antipatriótico para hacerse con el poder.

No dejes de pasarte por mi blog ;-)

Saludos.

El Perpetrador dijo...

Es cierto que en Occidente el despotismo populista ha perdido vigencia. Pero este fenómeno dista de ser universal. Hay países en los que el pueblo busca deliberadamente un líder autoritario, como en Venezuela hoy. Bien es cierto que quizás económicamente no pueda sostenerse algo así durante mucho tiempo, pero ello se debe más a que la economía de mercado ha sido globalizada y presiona a países muy jerarquizados (que en otro tiempo hubieran prosperado) a que entren en su juego si no quieren quedarse aislados.

Por otro lado hay dictaduras que un principio se hicieron con el pader con el beneplácito de las masas, como en las repúblicas comunistas del sudeste asiático, y luego degeneraron hacia una inercia completamente acrítica. Estos son casos curiosos, pues en algunos países como la paradigmática Corea del Norte no existe voluntad política en el pueblo, ni de dominación ni de liberación, únicamente hay hambre. No conocen otras formas de gobierno porque ni siquiera les dejan ver un canal extranjero o leer un libro no escrito por los llamados Queridos Líderes. Es el poder del embotamiento. Caerá no necesariamente por la mala gestión interna, sino porque se queda sin aliados externos y su economía ha de autogestionarse cada vez más para sobrevivir.

Pero no todos los absolutismos están condenados a corto o medio plazo. Todo depende de las fuentes de producción. Por ejemplo, monarquías férreas como las de Arabia Saudita o Qatar funcionan relativamente bien gracias a las bondades del petróleo abundante.

Personalmente pienso que el modelo que más éxito tendrá en el futuro será el chino. Ante un mundo superpoblado y repetidamente acosado por crisis energéticas cuando no alimentarias o económicas, el pueblo podrá preferir delegar parte de sus derechos en aras de una mayor eficiencia. Sobre todo si la que será primera potencia mundial reúne estas características.

Héctor Meda dijo...

Hola,

Mario,

Yo ya he me he pasado, me paso, y me pasaré por tu blog :-P

Me ha parecido interesante tu perspectiva. Desde luego el sentimiento tribal/patriótico ha resultado tremendamente beneficioso para la cohesión social a lo largo de la historia. Otra cosa es que no comparta la visión, digamos, desquiciadamente egocéntrica de ciertos nacionalismos

El Perpetrador,

Estoy de acuerdo contigo.

Es decir, lo que yo digo es que el despotismo sólo puede sobrevivir si es populista pero efectivamente, aunque en Occidente estemos evitando este último tipo de dictaduras, ello no constituye un fenómeno universal.

En cualquier caso, después de contemplar las experiencias históricas tenidas en el s.XX, creo que Europa, Usa y Japón(principalmente) están vacunizadas para cualquier régimen totalitario. Y ojalá que no me equivoque.

Saludos

BGF dijo...

Hola Héctor!

Estoy bastante de acuerdo con lo que dices, pero yo no lo planteo así, porque, aunque estamos de acuerdo en que uno de los motivos por los que los militares no se sublevan es porque la fuerza no lo es todo (es decir, porque necesitarían un apoyo social que no tienen), para mí la clave del asunto es preguntarnos por qué iban efectivamente a sublevarse. Es decir, todos estais partiendo de que son "fuerzas externas" las que constriñen a los militares, las que les cohiben, digamos. Pero yo creo que el motivo fundamental está dentro de ellos: y ese motivo lo hallamos preguntándonos por qué, en el pasado, sí hubo sublevaciones. Ellos forman parte de este mundo que ha cambiado: si la gente no los apoya, es por el mismo motivo por el que ellos, motu propio, no se sublevarían.

Pero como siempre, tu análisis me parece genial. Yo no tengo mucha idea de "biopolítica" ni de psicología evolutiva, aunque estoy muy interesada. Como ya comenté otra vez, creo, a mí la psicología evolutiva me da vértigo.

Los interesados en mi respuesta:

http://areopaga.blogspot.com/2008/09/el-extrao-caso-de-los-militares-que-no.html


Por cierto: eternamente agradecida por recomendarme a Beckett en julio. Quiero tatuárme Waiting for Godot! La verdad, me encanta, y gustándome tanto como me gustan Mihura y Jardiel Poncela, no sé cómo no pude conocer antes a este... genio.

Héctor Meda dijo...

Hola Berti,

Es cierto que tu enfoque difiere al mío y no menos cierto es que creo que sí, que aciertas al fijarte en esa perspectiva

Por cierto: eternamente agradecida por recomendarme a Beckett en julio

Me alegro. ;-)

A decir verdad su tono me suele desesperar un poco pero su lectura también es interesante e hipnótica y más si cabe su trilogía de novelas: Malone Muere, Molloy y El innombrable.

Saludos

Carlos Suchowolski dijo...

Aprovecho para insistir en que hay que variar el enfoque, o sea, soltar lastre a diestra y a siniestra. ¡Claro que no son "fuerzas externas"! ¡Esa es precisamente la punta del ovillo desde mi punto de vista!