lunes, 15 de marzo de 2010

La Symploké de Platón

(...)Pero lo principal a señalar, desde el materialismo filosófico, es esto, a saber, que la tesis de la recurrencia infinita de la materia en devenir no implica, en absoluto, una regresión infinita causal, sencillamente porque eso sólo puede admitirse desde el Monismo del Orden donde "todo está conectado con todo". Este monismo holístico hace inviable la causalidad porque para explicar el más mínimo proceso causal habría que apelar a la totalidad de los entes existentes y existidos en el Universo, lo que haría inviable el conocimiento, como ya advirtió Platón en El Sofista.

En cambio, el Principio de Symploké platónico, que demuestra las contradicciones de las Ontologías monistas del orden, nos lleva a considerar al principio de causalidad como moviéndose siempre en contextos constitutivamente finitos (llamados armaduras), porque unos procesos causales se desconectan de otros, o porque están desconectados, por principio, de otras entidades o procesos del Universo.

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(...)Recuérdese que, según Newton y Einstein, cualquier objeto ejerce una influencia gravitatoria sobre cualquier otro, y esto conduce inmediatamente a una lucha gravitatoria compleja y matemáticamente intratable entre la Tierra, el Sol, la Luna, los otros planetas, y, en principio, todo el resto de cuerpos celestes. Como nos podemos imaginar, es imposible tener en cuenta todas estas influencias y determinar el movimiento exacto de la Tierra. De hecho, aunque sólo hubiera tres participantes celestes, las ecuaciones son tan complicadas que nadie ha sido capaz de resolverlas completamente.

Sin embargo, sí que podemos predecir el movimiento de la Tierra a través del sistema solar con gran exactitud haciendo uso de un planteamiento de la teoría de las perturbaciones. La enorme masa del Sol, en comparación con la de cualquier otro miembro de nuestro sistema solar, y su proximidad a la Tierra, en comparación con la distancia a cualquier otra estrella, hace que ésta sea, con diferencia, la influencia dominante sobre la Tierra. Por ello, podemos conseguir una estimación aproximada teniendo en cuenta sólo la influencia gravitatoria del Sol. En muchos casos esta aproximación se adecua perfectamente a los objetivos.
(...)
[Nota 3]Cuando hablamos en este capítulo de respuestas "exactas", tales como el movimiento "exacto" de la Tierra, lo que esto significa realmente es la predicción exacta de alguna cantidad física dentro de cierto marco teórico previamente elegido. Hasta que no tengamos verdaderamente la teoría final -quiza la tengamos ahora, quizá no la tengamos jamás- todas nuestas teorías serán en sí mismas aproximaciones a la realidad. Pero este concepto de aproximación no tiene nada que ver con lo que discutamos en este capítulo. Aquí lo que nos preocupa es el hecho de que, dentro de una teoría determinada, a menudo es difícil, si no imposible, obtener las predicciones exactas que hace la teoría. En vez de esto, hemos de obtener esas predicciones utilizando métodos de aproximación basado en un planteamiento de pertubaciones.

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2 comentarios:

Sierra dijo...

Chutea la pelota hacia adelante, Héctor. Es pragmatismo utilitarista.

Héctor Meda dijo...

Y holismo, no se olvide del holismo...