Seguimos con lecturas de segunda mano de Carl Sagan, esta vez vía Los monos también curan:
En la ciencia suele suceder que los científicos dicen: "¿Sabes qué? Ése es un buen argumento; mi posición está equivocada", y luego realmente cambian de idea y nunca se les vuelve a escuchar hablando de su antigua postura. Realmente lo hacen. No sucede con tanta frecuencia como debería, porque los científicos son humanos y el cambio a veces es doloroso. Pero sucede todos los días. No puedo recordar cuándo fue la última vez que algo parecido sucedió en política o religión.
Esta me parece una simplificación maniquea en donde no se considera ya que todo pensamiento extracientífico es falso sino que toda actividad intelectual extramuros de la ciencia es incluso superstición, superchería y sectarismo. En definitiva, los malos de la película nunca son científicos.
Esta afirmación es asimismo aún más impactante si tenemos en cuenta que es trivialmente demostrable su falsedad bastando para ello dar un par de ejemplos.
Sin ser exhaustivos: En política tenemos el caso reciente de César Vidal, Jimenez Losantos y todos los popes de la derecha mediática escribiendo precisamente un libro en donde explicaban cómo siendo de izquierdas se dieron cuenta de que era en la derecha donde habitaba la razón. También habido casos contrarios. Existen, por tanto, las conversiones políticas y están documentadas y visibles para todos aquellos que no miran con anteojeras.
En religión, habido tantos y tantos casos a lo largo de la historia que podía dar unos cuantos pero el caso de Darwin me parece paradigmático porque, no lo olvidemos, iba para cura. También habido casos contrarios. San Pablo de Tarso, sin ir más lejos. Existen, por tanto, las conversiones religiosas y están documentadas y visibles para todos aquellos que no miran con anteojeras.
Además, si la idea -como sospecho- es realmente expresar que una verdad religiosa será eternamente aceptada como tal entonces basta mirar a la edad media, tan plagada de (mayormente estériles) disputas teológicas, para ponernos en guardias y es que, viendo el pasado, lo justo no sería asegurar que la religión tiene dogmas que no serán cambiados pues todos ellos, como por ejemplo el de la Santa Trinidad, han nacido/muerto a lo largo de la historia como fruto de argumentaciones teológicas/imposiciones eclesiásticas no como ideas a aceptar por ser inherentes a la religión misma.
En suma, esta cambia sólo que, en el caso singular de la católica, lo hace siempre bajo la tutela del papa y este punto es importante ya que algo que olvidamos es que no todas las religiones aceptan verdades dogmáticas sobrevenidas de una institución, no todas las religiones han de tener, siquiera, creencias, y si ponemos la vista en Oriente entonces el asunto es diametralmente opuesto porque no sólo los dogmas sino que incluso los conceptos filosóficos están completamente vedados en el taoísmo, budismo o hinduismo. ¿Cómo van a ser dogmáticas tales religiones si ni siquiera creen en el dogma de que existe una verdad absoluta, dogma en el que creen, incluso, los cientificistas?
Otro item interesante más que hay en el texto citado de Sagan es la creencia en que la Ciencia (con mayúsculas) no es ni fundamentalista, ni dogmática que a lo más habrá algunos herejes, algunos científicos descarriados fundamentalistas y dogmáticos a razón de no haber entendido qué es la Ciencia.
Esta idea también ha sido expresada varias veces por Sagan redivivo, Richard Dawkins, y me parece que es puro platonismo (del malo) porque ¿qué es la Ciencia con mayúsculas?, quiero decir, ¿existe ésta como una idea platónica o bien no puede haberla sin el concurso de los (falibles) científicos?
Una vez más, de fondo está la idea de una ciencia como garante cuasirreligioso del conocimiento verdadero, no como una compleja y eficaz, sí, eficaz empresa humana, ¡humana!, de adquisición de conocimientos cuasiverdaderos.
A decir verdad, no existe la Ciencia sino como corpus de proposiciones o conocimientos hallados por el método científico y validados por una comunidad científica. El método surge como convención social para básicamente evitar dogmatismos en el desarrollo de la ciencia, cierto, y su eficacia a todas luces es evidente pero todo -transitorio también- dogmatismo científico no surge exclusivamente de la malcomprensión de dicho método, de que los hombres somos humanos (disonancias cognitivas, instintos grupales, etc.) por lo que tendemos a boicotearlo, que también; sino que además no siempre es posible dictaminar si su ejecución es perfecta porque su uso no es trivial, porque su naturaleza no está perfectamente detallada de forma que, sin llegar a ridículos espantosos como los habidos en, pongamos, la filosofía posmoderna -y brillantemente denunciados por Sokal-; en la ciencia también se cuelan fraudes, incluso en ciencias formales y a priori precisas como las matemáticas y esto se debe, insisto, a que el método científico -la Ciencia, si se quiere- no está ahí a la vista objetiva de todo el mundo sino que tenemos una noción aproximada, útil pero en absoluto precisa hasta el último detalle de cómo es.
Aún si cabe más importante está el hecho de que el método científico en principio actúa como una policía encargada de exiliar toda idea falsa de la ciencia pero preocupándose sólo de la teoría científica en su conjunto no sea falsa, no que alguna de las ideas incrustadas en ellas no lo sea.
Tal vez una analogía resulte más esclarecedora: Yo no veo a una Ciencia -con mayúsculas- seleccionando teorías verdaderas como un ganadero selecciona al instante a los animales valiosos criados por él sino que veo a la ciencia como un método gradualista de criba de las ideas/teorías fallidas semejante al actuar de la selección natural con las especies de forma que podemos decir que a la larga sobrevivirán las especies más adaptadas al medio, las teorías más acopladas a lo real pero no que sólo estarán en un momento dada las especies con todas las mutaciones aptas, las teorías con todas las ideas reales.
Por el contrario, quien busque en la ciencia humana un cámino fácil a la Verdad -esta sí con mayúsculas- se ha equivacado de institución. Yo diría, incluso, que de especie.
Esta afirmación es asimismo aún más impactante si tenemos en cuenta que es trivialmente demostrable su falsedad bastando para ello dar un par de ejemplos.
Sin ser exhaustivos: En política tenemos el caso reciente de César Vidal, Jimenez Losantos y todos los popes de la derecha mediática escribiendo precisamente un libro en donde explicaban cómo siendo de izquierdas se dieron cuenta de que era en la derecha donde habitaba la razón. También habido casos contrarios. Existen, por tanto, las conversiones políticas y están documentadas y visibles para todos aquellos que no miran con anteojeras.
En religión, habido tantos y tantos casos a lo largo de la historia que podía dar unos cuantos pero el caso de Darwin me parece paradigmático porque, no lo olvidemos, iba para cura. También habido casos contrarios. San Pablo de Tarso, sin ir más lejos. Existen, por tanto, las conversiones religiosas y están documentadas y visibles para todos aquellos que no miran con anteojeras.
Además, si la idea -como sospecho- es realmente expresar que una verdad religiosa será eternamente aceptada como tal entonces basta mirar a la edad media, tan plagada de (mayormente estériles) disputas teológicas, para ponernos en guardias y es que, viendo el pasado, lo justo no sería asegurar que la religión tiene dogmas que no serán cambiados pues todos ellos, como por ejemplo el de la Santa Trinidad, han nacido/muerto a lo largo de la historia como fruto de argumentaciones teológicas/imposiciones eclesiásticas no como ideas a aceptar por ser inherentes a la religión misma.
En suma, esta cambia sólo que, en el caso singular de la católica, lo hace siempre bajo la tutela del papa y este punto es importante ya que algo que olvidamos es que no todas las religiones aceptan verdades dogmáticas sobrevenidas de una institución, no todas las religiones han de tener, siquiera, creencias, y si ponemos la vista en Oriente entonces el asunto es diametralmente opuesto porque no sólo los dogmas sino que incluso los conceptos filosóficos están completamente vedados en el taoísmo, budismo o hinduismo. ¿Cómo van a ser dogmáticas tales religiones si ni siquiera creen en el dogma de que existe una verdad absoluta, dogma en el que creen, incluso, los cientificistas?
Otro item interesante más que hay en el texto citado de Sagan es la creencia en que la Ciencia (con mayúsculas) no es ni fundamentalista, ni dogmática que a lo más habrá algunos herejes, algunos científicos descarriados fundamentalistas y dogmáticos a razón de no haber entendido qué es la Ciencia.
Esta idea también ha sido expresada varias veces por Sagan redivivo, Richard Dawkins, y me parece que es puro platonismo (del malo) porque ¿qué es la Ciencia con mayúsculas?, quiero decir, ¿existe ésta como una idea platónica o bien no puede haberla sin el concurso de los (falibles) científicos?
Una vez más, de fondo está la idea de una ciencia como garante cuasirreligioso del conocimiento verdadero, no como una compleja y eficaz, sí, eficaz empresa humana, ¡humana!, de adquisición de conocimientos cuasiverdaderos.
A decir verdad, no existe la Ciencia sino como corpus de proposiciones o conocimientos hallados por el método científico y validados por una comunidad científica. El método surge como convención social para básicamente evitar dogmatismos en el desarrollo de la ciencia, cierto, y su eficacia a todas luces es evidente pero todo -transitorio también- dogmatismo científico no surge exclusivamente de la malcomprensión de dicho método, de que los hombres somos humanos (disonancias cognitivas, instintos grupales, etc.) por lo que tendemos a boicotearlo, que también; sino que además no siempre es posible dictaminar si su ejecución es perfecta porque su uso no es trivial, porque su naturaleza no está perfectamente detallada de forma que, sin llegar a ridículos espantosos como los habidos en, pongamos, la filosofía posmoderna -y brillantemente denunciados por Sokal-; en la ciencia también se cuelan fraudes, incluso en ciencias formales y a priori precisas como las matemáticas y esto se debe, insisto, a que el método científico -la Ciencia, si se quiere- no está ahí a la vista objetiva de todo el mundo sino que tenemos una noción aproximada, útil pero en absoluto precisa hasta el último detalle de cómo es.
Aún si cabe más importante está el hecho de que el método científico en principio actúa como una policía encargada de exiliar toda idea falsa de la ciencia pero preocupándose sólo de la teoría científica en su conjunto no sea falsa, no que alguna de las ideas incrustadas en ellas no lo sea.
Tal vez una analogía resulte más esclarecedora: Yo no veo a una Ciencia -con mayúsculas- seleccionando teorías verdaderas como un ganadero selecciona al instante a los animales valiosos criados por él sino que veo a la ciencia como un método gradualista de criba de las ideas/teorías fallidas semejante al actuar de la selección natural con las especies de forma que podemos decir que a la larga sobrevivirán las especies más adaptadas al medio, las teorías más acopladas a lo real pero no que sólo estarán en un momento dada las especies con todas las mutaciones aptas, las teorías con todas las ideas reales.
Por el contrario, quien busque en la ciencia humana un cámino fácil a la Verdad -esta sí con mayúsculas- se ha equivacado de institución. Yo diría, incluso, que de especie.
8 comentarios:
Contundente.
Eso de que los científicos cambian de opinión con tanta facilidad ante una buena argumentación es sólo cierto en casos triviales. Es decir, cuando el cambio no pone en cuestión su paradigma, para decirlo a la Kuhn.
Esa facilidad para cambiar la comparten con todas las personas racionales y con cierta formación cultural.
Y cuando se les toca el núcleo de sus creencias, con las que tienen un compromiso emocional, los científicos les tienen tanto apego como cualquiera. Ahí está la famosa observación de Planck sobre que una teoría triunfa cuando se mueren de viejos los defensores de la teoría anterior. Pero Planck, claro, era un científico de verdad, no un hagiógrafo de la ciencia...
(por cierto, muy bueno el enlace sobre si las religiones han de tener creencias... tiene mucho que ver con mi post "sobre los conflictos entre teorías y entre religiones).
Totalmente de acuerdo, Héctor, aunque, como casi siempre, con una sola precisión: la selección que hace el ganadero es EXACTAMENTE el mismo tipo de proceso que la selección natural gradual (sólo que un POQUITO acelerada). En el caso de la ciencia, es más correcta la analogía con la selección ARTIFICIAL, porque precisamente las teorías fallidas no las elimina "la naturaleza" por su propia cuenta, sino esos "pastores de teorías" que son los científicos, y VEN cuáles son más fallidas que otras.
Gran post, muy esclarecedor. Me viene de perlas para seguir introduciéndome en este "mundillo" y...
“[…] y están documentadas y visibles para todos aquellos que no miran con anteojeras.”Jaja, reconozco que si me descuido me las acabo poniendo. Juraría que me acuesto sin ellas, pero a la mañana siguiente siempre me levanto con unas bien grandotas enganchadas a las orejas jaja. Es mi “lucha contra el demonio” particular :P
A ver, yo diría que es posible un apunte, ya me dirás si voy muy desencaminado -¡seguro!- jaja. Cuando, por ejemplo, Losantos se “pasó” a la derecha, si es que lo hizo, es posible que en realidad no se estuviera pasando de un lado a otro, sino que lo único que estuviera haciendo fuera cambiarse de collar (por aquello de “el mismo perro con distinto collar”). En ese sentido, adquirió una postura igual de… emocional, basada principalmente en la creencia de que solamente hay una manera correcta de hacer política. Es por eso que creo que se puede diferenciar entre una mirada más científica de la realidad (menos dogmática) y una mirada más prejuiciosa (más dogmática). Obviamente no hay cristo que sepa separarlas jaja.
Pero estoy de acuerdo con este post, claro. De hecho siempre que hablo de ciencia con mayúsculas me acuerdo de ti y de las "collejas correctoras" que me das :D
Gracias a todos por comentar.
Os respondo a cada uno:
Pseudópodo,
Es ciertísimo lo que dices y es que Kuhn puede escocer a más de uno pero la ciencia funciona así, no en el sentido en que el cambio de los paradigmas son como golpes de estados sino en el sentido en que no siempre puedes estar seguro de que los datos empíricos o presiones selectivas simplemente estén pidiendo a la teoría/paradigma que mute/añada hipótesis ad hoc sin que por ello cambie el paradigma, desaparezca la especie, -como le sucedió a la teoría gravitatoria con el perihelio de Mercurio- o directamente se necesite encontrar otra especie/teoría más adaptativa al entorno -como le sucedió a la teoría gravitatoria con el experimento de Michelson/Morley- y, dicho sea de paso, aquí se ve que no hay tanta diferencia entre las especies/teorías pues básicamente han aparecido/evolucionado en el mismo entorno. Este último paso es el que olvidan los relativistas.
El problema es que generalmente, como bien viene a decir la cita de Planck, los científicos suelen apostar por las mutaciones/hipótesis ad hoc por cuestiones de naturaleza humana y por cuestiones de incapacidad de ser clarividente porque ¿alguién pensaba a principios del siglo XX que gracias al experimento Michelson/Morley se iba a tumbar a Newton?
Jesús,
Tienes razón en la precisión pero es que no encontraba una analogía para lo que quería expresar con lo de ganadero.
En cuanto a la artificiosidad de la selección científico es, obviamente, cierto pero la comparación con la natural e selección darwiniana estaba precisamente puesto a mala leche para recalcar -de forma hiperbólica evidentemente- el carácter impersonal de esa criba; vamos que es una cuestión más institucional que de científicos moralmente más puros.
Hugo,
Todos tenemos ojeras y casi siempre se recononcen por llevar aparejadas una intensa carga emocional. En el caso de Sagan un odio a la religión, como si fuera un pensamiento defendido sólo por analfabetos.
En mi caso..., bueno, siempre me han parecido hipócritas los que cantan sus pecados en alto. Digamos que cuando deje de cometerlos se verá que sabía cuáles eran. Obras son amores y no buenas razones (refranero dixit).
En cuanto a la naturaleza real de las conversiones de Losantos y adláteres podemos acabar en una discusión psicoanalítica pero el paso de una juventud políticamente extremista a una madurez sosegada en temas políticos es algo común, casi diría que le ha pasado y pasará a todo el mundo.
Por último estaría de acuerdo en que se puede diferenciar entre una mirada más científica de la realidad (menos dogmática) y una mirada más prejuiciosa (más dogmática) sólo que por más científica entendería más empírica no menos dogmática porque algunos dogmas son irrenunciables para cualquier teorización ("existe un mundo exterior") y porque incluso una teoría que no tenga dogmas pero se atenga exclusivamente a argumentaciones verbales acaba como la paloma de Kant.
Justamente lo que viene a decir este post es que el tema de más o menos dogmas es una forma sicologista y mala de entender la epistemología y que ese no es el quid.
Al fin y al cabo, como demostró Gödel, hasta las matemáticas tendrán dogmas o por decirlo en frase feliz de Barrow:
Si una religión se define como un sistema de pensamiento que exige creer en verdades no demostrables, entonces ¡la matemática es la única religión capaz de demostrar que es una religión!.
Desde luego que los científicos son como todo hijo de vecino en lo que toca a encariñarse con sus ideas y teorías. Hugo, tienes razón en lo que señalas. Cuando leo este tipo de frases creo que deberían referirse al colectivo, al programa y al método científicos y no tanto a las personas.
Me explico. La física (los físicos) cambian de opinión y siguen siendo físicos. Los católicos cambian de opinión y se hacen protestantes. Cómo cambian de opinión los físicos es otra historia. Puede que se convenzan de las nuevas teorías. Puede que el colectivo de físicos cambie de opinión porque los que se habían criado en la teoría vieja se van muriendo y los jóvenes los reemplazan.
El programa al que se adhieren los científicos es al de cambiar de opinión ante nueva evidencia. Algunos (o muchos) no lo harán, pero el colectivo sí lo hace gracias a todos los cuidados de que se han dotado.
El programa al que se adhieren los creyentes de una religión es al de creer una doctrina. Algunos (o muchos) no lo harán, pero el colectivo de esa religión sí.
José Luis,
Efectivamente la efectividad de la ciencia radica en su método no en la pureza moral de sus ejecutores que no es mayor ni menor, ni más ni menos objetiva que la del resto de pensadores habido y por haber.
Por otro lado, no está del todo claro que ser religioso implique per se tener un conjunto determinado de creencias. En este sentido el post enlazada en el mío
http://www.filoblog.com/2009/04/12/realmente-son-las-creencias-el-ncleo-de-las-religiones/
creo que inicia (no concluye) una interesante reflexión pero es que además se me ocurre a bote pronto dos apuntes a la idea de que El programa al que se adhieren los creyentes de una religión es el de creer una doctrina:
1) Esto sólo pasa con la religión católica (que es una más entre muchas) o como mucho con las religiones del Libro pero no pasa desde luego con el resto de prácticas religiosas, no desde luego con el budismo que explicitamente te pide no creer en una doctrina y otro tanto con el taoismo, hinduismo, etc.
Es algo común confundir la religión con el catolicismo cuando esa actitud es puro chovinismo occidental pre-Luterano. Me recuerda al pensar de los griegos cuando creían que el resto del mundo que no hablaba su lenguaje era bárbaro por ello.
2) Aún suponiendo que la católica acepte dogmas ¿cómo negarlo? No es verdad que estos hayan existido siempre y por lógica es deducible o "inducible" :-P que los que hay ahora no necesariamente estarán ahí para siempre.
Dicho esto quiero dejar anotado otro breve apunte a propósito de la religión y la ciencia porque creo que (y esto da para otro post) hay que saber distinguir entre los objetivos y por tanto metodologías de ambas.
Así mientras la primera postula una ontología, esto es, pretende responder qué son las entidades que conforman lo real; la segunda busca describir cómo se relacionan las entidades que conforman lo real de modo que mientras a lo primero no es aplicable una epistemología empírica porque obligatoriamente se anclará en nociones trascendentales; a lo segundo sí y por eso, también, se le abre a esta última la posibilidad de una metodología intersubjetivamente verificable.
Pues, sí, supongo que estaba pensando en las religiones monoteístas. Es imposible hablar de todas las religiones a la vez, porque cada una es a su manera. El budismo parece más una filosofía que una religión, como el comunismo de la antigua Unión Soviética era más una religión que una ideología (¿será que son parecidas una cosa y la otra?).
Es de destacar que las religiones politeístas suelen ser menos dogmáticas que las monoteístas. Las no teístas y las animistas, todavía lo son menos. La no religión, ni te cuento.
Creo que lo que propugnan las religiones orientalistas es una actitud vital, a veces excesivamente contraria a la racionalización, mientras que las occidentales tienden a transmitir principios morales por lo que tienden a cristalizar sus ideas porque ¿qué autoridad moral tendría la Iglesia si cambiara cada taitanto tiempo sus convicciones?
En ese sentido creo que es importante ver, a la hora de evaluar la movilidad epistémica de una religión, qué aspecto enfatiza más si el moral (judaísmo), el político (islam), el metafísico (hinduismo), el sicológico (budismo), el existencial (taoísmo) , el otros aspectos que ahora olvido.
En consecuencia, el componente político es crucial a la hora de explicar el por qué de los absolutismos ideológicos ello no obsta a que tú clasificación por el número de dioses en que se cree me haya parecido algo muy original que pudiera ser cierto; de hecho, creo que merece la pena desarrolarlo más. Además se pueden hacer comparaciones empíricas, los sintoístas japoneses son, básicamente, animistas y en cierto sentido eso mismo pasa con los hinduistas.
Publicar un comentario