viernes, 21 de mayo de 2010

Perdidos en la apertura de las obras

Son populares los dibujos de efecto óptico -como el del pato-conejo- que te obligan mirar de un determinado modo, privilegiando determinadas líneas, fijándonos en determinadas pautas formales, para ora descubrir una figura, ora descubrir otra.

Entonces la gracia no reside en lo figurado sino en el figurar, no en lo observado sino en la carga teórica que aplicamos a nuestro observar a la hora de recrear la visión. Cuando contemplamos estas obras, el disfrute deviene de la modificación y meditación en continuo bucle autoreflexivo de nuestra mirada en vez de lo mirado en sí.

Similares sensaciones tengo con las obras abiertas -Eco dixit- como las de Lynch, como Mulholland Drive, y en aras de comprender este isomorfismo, puede que nos baste entender que a una sucesión de hechos, para que de repente figure como una historia, necesitará encontrársele una forma común que los haga reconocible como entidad homogénea. En Lynch, por repetir; en Mulholand Drive, por insistir; a propósito de lo narrado en el film, luego de preponderar ciertos aspectos de la trama o bien resaltar otros; podemos contemplar una historia u otra, con las que poder replicar así ese placer gestáltico que recién anotamos.

Lo importante es dejar claro que si Lynch consigue eso, no es gracias a que los flecos de la historia simplemente quedan abiertos, así, sin más; sino a que los diferentes retazos de la misma pueden dar lugar, aunque no simultáneamente, a varias interpretaciones de igual forma a que el dibujo pato-conejo puede dar lugar, aunque no simultáneamente, a varias figuraciones pero sin que por ello se legitime el que un dibujo cualesquiera que no diera en mostrar una figuración concreta, también podría provocar el mismo efecto en el espectador.

Esto último, que queda claro en las formas visuales, no parece quedar tan claro en las narraciones donde mucha gente, y por concretar pienso en la serie Lost, quiere un final abierto cuando la figuración de la trama en dicha serie se asemejaría más bien a un puzzle cuya imagen es deliberadamente despedazada para que sus retazos, en aras de un cortante suspense, sean paulatinamente hilvanados pero sin que con ello, como digo, se convoque un efecto lynchiano que hasta ahora es del todo imposible para la serie.

Es por ello que Lost pide tener un final cerrado y bien cerrado y todo lo demás me parecería un fraude y lo que es peor, un terrible esnobismo fruto de un vanguardismo mal entendido.

10 comentarios:

José Luis Ferreira dijo...

Enseguida saldremos de dudas. Apuesto por una mezcla de ambos finales. Se explicarán unas cuantas cosas del rompecabezas y se dejará alguna importante en el aire.

Me enganché con Lost las dos primeras temporadas, después me desenganché con tanto sinsentido que le veía. No ya a la trama y a los desvaríos de los guionistas, sino a los diálogos absurdos. Alguien parece tener alguna respuesta y, en lugar de demandarlas, se hacen preguntas vagas y se admiten evasivas por respuesta.

He vuelto a ver esta última temporada y veo lo anterior más exagerado todavía, pero han conseguido engancharme otra vez con la cosa del desenlace-explicación de todo.

Héctor Meda dijo...

Fíjate que yo no quería ver la serie, a pesar de tener tantos seguidores, porque pensaba que la trama se iba improvisando sobre la marcha pero la insistencia de los guionistas en que el argumento de la misma era puro sci-fi y que podría "haberlo firmado Michael Crichton" (textual) hizo que empezara verla.

Y la verdad yo creí en una explicación hasta el penúltimo capítulo, el del pasado de Jacob, pero desde entonces me huelo que de Crichton na de ná y de Lynch (Twin Peaks) de segunda división, too.

En fin, el fina lo veré el martes porque esa es otra: en España, el visionado que darán el lunes a las seis de la mañana y con dos horas de duración, un tío que trabaja como que no.

Malena dijo...

Jamás vi Lost por saber que es más adictiva que la heroína, y me cargo suficientes adicciones encima como para agregarle esa. De todos modos obviamente me voy enterando de la serie porque parece ser de lo único que habla la gente cuando no hay fútbol o lluvia.
Si esa fórmula con la que se habló que Lost lograba conseguir adeptos ("dos interrogantes se abren por cada respuesta"), me parece que el único modo en que la solución tenga sentido es apelando a un ruidoso deus ex machina que baje del olimpo a atar todos los cabos. Como está ahora mismo, me parece imposible que en dos ó cuatro horas puedan explicarse siete temporadas de preguntas.
Lo más interesante no es la serie en sí, de todos modos. Es lo que le provoca a los demás. Veáse, por ejemplo, http://www.ellibrodepoemasdelost.blogspot.com/

Héctor Meda dijo...

Pues yo ya he visto el final.

Una pista: la serie te gustará si te gusta Murakami pero no si te gusta Greg Egan (hard sci-fi writer) pues va a ser que no

(Aunque a mi me gusta Murakami pero lo que pasa es que NO era a él a quien esperaba en la serie sino a Egan)

Un buen blog sobre Lost, por ejemplo este post:

http://pjorge.com/2010/02/08/perdidos-sexta-temporada-episodios-1-y-2/

Malena dijo...

¿Pero cerraron todos los interrogantes abiertos o no?

Héctor Meda dijo...

A ver, aviso a navegantes insensatos que quieren preservar su ingenuidad, SPOILER:

No da ni una sóla respuesta a a ni una sóla pregunta. No es que se de una mala o parcial, como esperábamos todos, es que no da ni una.

NO se molesta en hacerlo.

Es decir, y sin ser exhaustivo, no responde: al tema de qué es la isla, a por qué es especial, a por qué había osos polares, a por qué no podían parir las mujeres, a por qué había una megaestatua, a por qué viaja en el tiempo, a quién es la madre de Jacob, a por qué éste tiene poderes como el de que Richard no envejezca, etc.

Y eso por no hablar de las contradicciones. Por decir dos, así a bote pronto: El Sr.Widmore dice que como escape el Humo Negro de la isla, todos los seres humanos desaperecerán. Pero luego el Humo Negro le chantajeara a Widmore con que o le dice una cosa o cuando salga de la isla matará a su hija. Widmore cede. ¡Pero a ver!, ¿no habíamos quedado en que cuándo el Humo Negro sale de la Isla entonces todos los seres humanos -incluida su hija- morirían?

Otra: Ben no puede matar a Widmore en un capítulo por que "no lo permite el juego" y eso a pesar de que áquel quiere vengar la muerte de su hija a manos de éste. Bien, ¿a qué no adivinas quién mata a quién en el último capítulo?


Tengo la sensación de que después de jugar seis años al "Veo, Veo" -es un decir-, la solución ha sido "unicornio rosa invisible"

Por cierto, en wikipedia, si quieres, puedes ver los resúmenes de todos los capítulos.

Malena dijo...

Vengo de una clase de "problemas especiales de ética" donde el profesor usó el capítulo final de Lost para ejemplificar cómo nos aferramos a estructuras de creencias para ficcionalizar respuestas a un mundo que nos resulta incomprensible (y según su opinión, que es verdaderamente incomprensible).
Digamos que el final absurdo de Lost sirvió al menos para eso.

Héctor Meda dijo...

Malena lo que dices es muy interesante, de hecho, la ficcionalización, es una de las perspectivas con las que veía Lost y, más en general, es un hilo de pensamiento que vertebra todos mis posts (desde los de Shakespeare hasta los de Maturana)

No obstante, no estoy de acuerdo con la terminología con que plantea el asunto tu profesor y esa es la razón por la que me parece ilusoria su postura nihilista.

Efectivamente, Lost no tiene respuestas y de hecho, era imposible que resolviese todos los enigmas pero lo que sí que esperaba es que habilitase un marco contextualizador que podía ser hard-scfi (no tenía tantas esperanzas en la inteligencia de los guionistas), es decir, naturalista o bien cristiano, egiptológico, etc. y si a mi decepciona el final es porque no da ese marco y de hecho y la prueba de que no lo había es que se contradicen durante el desarrollo de la trama como los hechos que ya te anoté.

Así, por ejemplo, podría haberse dicho que la razón por la que Jacob y el Humo Negro no podían matarse es porque ya estaban muertos y estaban en el purgatorio (explicación cristiana) o podía haberse dicho (como leí en un libro de Simmons) que tanto Jacob como el Humo Negro tenían alterado, vía nanorobots, el mapa cuántico de su cuerpo razón por la cual el que recibiese un golpe era improbable (explicación sci-fi, más o menos naturalista). Ese marco, o si se quiere mitología, no aparece y por ello, porque no hay una instancia podadora de divagaciones, existen contradicciones.

No obstante, es una tontería decir con tu profesor que la realidad no es comprensible (en el sentido que él le quiera dar). En la realidad siempre hay explicaciones, la cuestión es si éstas explicaciones agotan objetivamente lo explicable o no. Por ejemplo, para explicar lo del taxista inglés que recién asesinó a doce personas, podemos responder desde que tenía una carencia afectiva (explicación psicológica) hasta anotar qué neurotransmisores escaseaban en su cabeza (explicación neurofisiológica) pero podemos tener aún así la sensación de que no se ha explicado el por qué y este hecho se da a razón de que, en realidad, el criterio de validación de una explicación, lo que consideramos como una explicación válida de una experiencia, es algo que subjetivamente consideramos como tal.

Y es aquí en donde se ve que lo que se trata, tanto en una narración como en la realidad, es de crear ficciones que nos provean verosimilitud a los hechos, ficciones que si bien no necesariamente se acoplan siempre con lo habido, al menos sí crean un marco contextualizador cuyos puntos oscuros NO segregan una incertidumbre psicológica estresante y este marco -me río yo de los nihilistas de pose- tooodo el mundo lo tiene aunque sea de mínimos porque es, como digo, una necesidad psicológica, no una resolución a un crucigrama inventado y como prueba tosca: el hecho de que todo el mundo sin excepción no considera incomprensible el que cuando se despierte por las mañanas la ropa siga en el armario o nuestro cuerpo no sea el de una cucaracha (la referencia a Kafka no es trivial porque este tema, digamos que es el suyo).

Héctor Meda dijo...

Por cierto, Malena, me encantó tu penúltimo post, el de las andanzas para conseguir mudarte. Me encanta cómo escribes y no entiendo por qué quitaste la posibilidad de recibir comentarios :-(

En algunos no se buscarán polémicas sino agrandar tu ego :-P

Malena dijo...

Te agradezco, y extrañaré tus comentarios en algunas entradas. No creo que los comentarios sean una herramienta útil en mi blog -como sí lo son en éste- ni para mí misma -ya que en todo caso, el ego se me agranda más vía mail :-)