lunes, 2 de febrero de 2009

El problema del origen de la vida

Venimos de aquí. Estamos con Freeman Dyson en su magnífico libro Infinito en todas las direcciones:

Primero, el origen de la vida. No es el problema más difícil desde un punto de vista filosófico. La vida, en sus estadios más primitivos, se diferenciaba poco de la química ordinaria. Podemos, al menos, imaginarnos a la vida originándose por procesos ordinarios que los químicos saben calcular. Problemas mucho mayores para la filosofía se originan en estadios posteriores con el desarrollo de la mente, la conciencia y el lenguaje. Como dijo una vez el físico Wigner: ¿Dónde va la alegría de vivir en la ecuación de Schrödinger?.

El problema del origen de la vida es sólo esto: ¿Cómo se puede conciliar una teoría que hace que la vida se origine por un proceso aleatorio, con la doctrina de la vida como parte de un plan de Dios para el universo?

Para esta pregunta hay tres respuestas posibles.

Respuesta 1: Negar que Dios tenga un plan y decir que todo es accidental. Esta es la respuesta de Jacques Monod y de la mayoría de los biólogos modernos. Entonces, Wigner podría preguntar: ¿La conciencia es también un accidente?

El problema es que de los productos darwinistas -nosotros incluidos- no creo que se pueda concluir que sean accidentales, sí desde luego desde instancias biológicas pero es posible que no, por qué no, si los observamos desde la física al entenderlos como consecuencia inevitable de de sus leyes, de las reglas del juego.

Darwin explica el cómo, no el por qué -bueno sí lo hace pero a nivel biológico- ¿por qué no pensar y -me repito- en un resultado predecible, no, desde luego, desde instancias biológicas pero sí, por qué no, desde las instancias de las leyes de la física?

Veamoslo con un ejemplo: si yo tengo unos datos metereológicos iniciales y pretendo con ellos calcular dónde va a suceder un huracán, las matemáticas del caos nos dicen que es muy difícil predecir si va a suceder allá o acullá necesitándose apelar a la estadística para resolver el dilema. Luego es cuestión de azar.

Pero si tuviéramos una supercomputadora, y pudiéramos recopilar los datos iniciales con infinita precisión podríamos colegir dónde se va a originar el huracán porque el caos sí es determinístico.

Lo mismo podría pasar con la evolución, de hecho, está cada vez más demostrado que esta se rige por dinámicas caóticas y que entonces nuestro uso del azar es nomás que un instrumento de obligado uso para explicarla ya que no podemos manejar tanta información como para realizar predicciones determinísticas en dicho campo pero no porque teóricamente estas no sean posibles.

Aunque que concedo que es más que posible que la mecánica cuántica nos haya robado para siempre la ilusión de un universo determinístico.En tal caso, una vez más, volveríamos a la respuesta 1 pero también, como veremos, a la respuesta 2 que da Dyson, a saber:

Respuesta 2: Negar que exista el azar y decir que Dios sabe cómo caerán los dados. Pero entonces, ¿por qué, si la estadística es sólo un manto para cubrir nuestra ignorancia, las leyes estadísticas desempeñan un papel tan fundamental en la física?

En mi opinión, aún si fuera todo accidente, todo azar o todo nacido desde el azar, tanto el punto 1 o como el 2 se extralimitarían en sus conclusiones -si se pretenden científicas- porque la distinción entre azar y Dios es banal pues en rigor ambos son por definición incognoscibles.

Esto se debe a que como excelentemente se explica aquí, para nosotros lo desconocido es el azar; formalmente y citando a Poincare: el azar no es más que la medida de nuestra ignorancia (La Ciencia y la Hipótesis,Libro Primero. Cap. IV). En consecuencia, el azar per se no puede implicar rechazar un funcionamiento teleológico de la realidad sólo una regularidad predecible porque el azar es lisa, mera y llanamente un, ¡el!, límite al conocimiento humano. Más allá de él sólo queda incertidumbre, duda, silencio porque en palabras de Wittgenstein: De lo que no se puede hablar hay que callar.

Queda, empero, una última opción, que es con la que cierro el post pero que no se puede comprender si antes no informo cuál es la postura previa de la que parte y que se resume, en palabras del propio Dyson, en creer que

estamos aquí con algún propósito, que este propósito tiene alguna relación con el futuro, y que trasciende los límites de nuestro conocimiento y comprensión actuales. (...). Si ustedes quieren, pueden ponerle el nombre de Dios a este propósito trascendente. Si es Dios, es un dios sociniano, inherente al universo y creciendo junto a él en poder y conocimiento. Nuestras mentes son no sólo expresiones de su propósito, sino también contribuciones para su crecimiento.

Desde estos presupuestos es fácil entender su siguiente texto en donde explica finalmente cómo encaja el azar, un azar auténtico, en un universo planificado:

Respuesta 3: Decir que el azar no existe porque Dios comparte nuestra ignorancia. Esta es la respuesta de Harsthone [Aquí brevemente explicada su teología (pág.202)], el hereje sociniano. Dios no es omnisciente. Crece junto al universo y aprende a medida que éste se desarrolla. El azar es parte de su plan, y lo usa como nosotros para lograr sus objetivos.

16 comentarios:

EL INDIO JOHN dijo...

Pero es verdad, lo de la teoría del caos al final es un invento para traducir en ecuaciones, mediante el empirismo de las indiscernibles causas, los mensurables efectos; y al final, por muy aplicable que sea a la evolución, sigue siendo humo; sobre teleogía pasa con los científicos lo mismo siempre, les cuesta tanto la idea de Dios en este mundo real y orgánico (tempus fugit) que o bien se vuelven ateos o bien profundamente creyentes, o bien (este intermedio es curioso) acaban sus días como Teilhard de Chardin, con su hiperfísica y su materia consciente...es decir una empanada de campeonato. Creo que es algo ex-hominem. Demasiada tela y demasiada ingenuidad; escribí un relato sobre el tema hace un año, se llamaba "La línea infinita"(igual te gustase) era una hipótesis, si se me permite, superferolítica y campanuda, por no decir pueril y basta.
Un saludo

Héctor Meda dijo...

Pues no te lo vas a creer pero, y lo verás con los siguientes post, Dyson tiene ideas bastante parecidas a las de Chardin xDDDDD que, por otro lado, lo tengo leído sólo de oídas.

Por cierto, ¿dónde tienes colgado el relato?

Pasáme el link ;-)

EL INDIO JOHN dijo...

vaya ojo tengo , no??, no me digas más, si tiene ideas parecidas a Teilhard de Chardin, será como leerse El fenómeno humano;

No lo tengo publicado en ningún sitio, si te interesa, te lo envío. Más adelante, te lo firmo incluso dedicado ;)

Indio John

Héctor Meda dijo...

Mándamelo a mi correo personal.

No es que tenga mucho tiempo para leer pero por la temática y el autor preveo que será interesante así que tarde o temprano lo leeré.

hector1564@hotmail.com

En cuanto a Chardin, bueno, como no lo he leído no sé decirte si es idéntico o no lo que dice Dyson pero sí que está en la línea de Tipler que parte de Chardin para sacar su particular teoría del Punto Omega

Carlos Suchowolski dijo...

Yo sigo declarándome/decantándome por el determinismo y el realismo, claro que el determinismo sin la menor connotación de predestinación. Mi idea del comportamiento de los sistemas complejos es enteramente compatible con un "determinismo por momentos" y de ámbito restringido (no se si os parecerá bien llamarlo "entorno de proximidad", un "concepto" que me parece prometedor para explicar la existencia de interacciones decisivas y otras "más lejanas" o coyunturales que acaban incidiendo...). Este es un punto en el que me muevo más por intuiciones que otra cosa (y que no pienso estudiar a fondo: ya tengo bastante!), así que nada me gustaría más que debatirlo, y quizás este blog sea el adecuado para ello.

En cuanto a Dios, entiendo que debiera entrar en el campo de la ciencia en la época de Descartes, pero ahora su presencia no ayuda sino que perturba y acaba metiéndose con calzador desde otras necesidades tal vez "personales" o quizás "políticas". Dios hoy puede ser un objeto de estudio (su idea) en varios ámbitos, su génesis, su razón de ser en la cultura, etc., pero no un elemento que contribuya a la conciencia sino todo lo contrario: cada vez que se lo introduce al respecto bloquea todo avance mediante la asignación de atributos mágico-explicativos de lo no-coherente.

Saludos.

Héctor Meda dijo...

Hola Carlos,

Item 1. El determinismo.

Bueno el problema del determinismo es que no es/no puede ser consistente porque siempre habrá una primera causa no causada. Yo más bien veo al determinismo como un esquema cognitivo innatamente incorporado que nos sirve como instrumento adaptativo pero que no pertenece necesariamente a la estructura innata de la realidad.

Y la ciencia que va y viene en sus definiciones porque no se preocupa que están sean absolutas (y hace bien), sentencia, al menos desde Heisenberg, que la realidad no es determinística, que la materia es activa y que en el ámbito de las partículas su actividad es indeterminable.

Item 2. Dios, el Mito, el hombre.

Hace tiempo colgé un ejemplo de cómo una explicación mágica puede ser, aún no siendo coherente, la única forma de instanciar una efectiva (en sus reultados) comunicación universal.

Es decir, que en mi opinión un mito lejos de ser no un elemento que contribuya a la conciencia sino todo lo contrario es, de hecho, el único que en determinadas circunstancias la incentiva.

A mi juicio, juicio que he repetido varias veces, hay límites en la efabilidad -capacidad descriptiva- del conocimiento articulable -único conocimiento válido de la ciencia- que puede ser suplantado con resultados, concedo, confusos y difusos mediante el mito sólo el cuál es capaz, este sí, de "comunicar" conocimientos tácitos.

EL INDIO JOHN dijo...

pero el ppio de indeterminación de heisenberg pone barreras al acceso empírico pero no significa que dicha realidad sea concreta, pero sí imposible de determinar; esa es la clave, puede haber derterminismo al igual que puede haber predestinación o sino o hados, lo que no puede haber nunca es trazabilidad o teorización sobre futuro a través de la física; porque la propia voluntad empírica influye(es un poco el mito de Casandra, no?), sólo es permitido el conocimiento a través de un medio teórico de la realidad, nunca empírico a nivel microscópico, sí macroscópico, pero lo macroscópico no es más que una faceta de lo estadístico, que como bien hemos dicho es otro medio de acceso a la realidad, más impreciso, como la propia materia en bruto...

Carlos Suchowolski dijo...

"El Indio..." y en cierto modo tú mismo, Héctor, exponeis el problema en casi sus términos, a mi parecer claro. Sin duda el "determinismo" como tal es algo que pertenece a la esfera de Lo Formal y no de Lo Material, se trata, muy de acuerdo, con un instrumento adaptativo, etc., del hombre. Las leyes, métodos, teorías, y también los mitos, son instrumentos equivalentes que "emergen" a la conciencia y se "formalizan" "para" poder adaptar el mundo a nosotros... pero, por eso mismo, nacidos de la misma realidad del mundo, DEBEN (inferimos pero no por nada) funcionar en la realidad o no nos servirían (como no nos sirven sino históricamente Dios y otros mitos, sin duda útiles en determinadas circunstancias... para "seguir adelante" en el sentido mencionado). Las "causas" y "efectos" no son seres ontológicos, pero los seres ontológicos pueden y deben concatenarse lo más "precisamente" (en lo formal o conceptual) posible (y lo más rigurosamente) "PARA" poder ser usados "para seguir adelante". Esto creo que pone en relación realidad y teoría (ciencia, mito, etc.)... bastante unívocamente. Gödel apunta su "metafísica" en esa dirección por lo que pude comprender, y me convence. No importa si un hecho real dado es la "causa" asignada de otro al que se le asigna la "función de efecto", ni si se han conseguido definir TODAS las "causas", pero sin duda, en la realidad objetiva, las cosas no están desvinculadas y se suceden en el tiempo de un modo real que el hombre es capaz de apreciar y de utilizar. La realidad no es en absoluto un caos en el que no se sabe qué pasará (sorpresas aparte que dan lugar a la posibilidad de estudios más precisos y a la eliminación de "causas" supuestas y "perturbadoras" -como HOY la de Dios-). Un hecho puede darte un susto, pero con la indagación adecuada podrías haberlo evitado y hasta en un sentido absoluto, no sólo por estar prevenido sino por poder eliminar la causa (esta es una referencia a los Cisnes Negros, que a veces sólo puedes esperar que aparezcan sin poder evitar que lo hagan), en fin: etc.

Héctor Meda dijo...

Humm... Una conversación tripartita ¡qué guay!

Efectivamente puede haber determinismo (pero un determinismo no humanamente cognoscible -de ser la cuántica correcta-) o puede haber azar -sea lo que sea esto desde un punto de vista metafísico- por lo tanto la respuesta 1 y 2 que da Dyson es la misma: Ni idea.

Y sí las causas y efectos son digamos formas de aprehender la realidad, de convertirla en una narración pero precisamente
sabemos desde Gödel que tal narración o bien tiene un límite de inclusión o bien un fallo de consistencia por lo tanto es más que posible que nuestra insistencia en narrativizar, mejor dicho, en encuadrar la realidad en un marco de causalidad no sea más que una muleta para, mejor dicho, una lente para percibir los elementos macroscópicos relevantes para nuestra supervivencia pero que no es útil para fundamentar la realidad.

Creo que eso decía Kant y yo estoy de acuerdo. Olvidar esto nos sumerge en las antinomias y es que cada vez estoy más convencido que, parafreseando esa célebre noña frase de Saint-Exupery (?), lo esencial es invisible a nuestra cognición y creo que lo demuestra el hecho de que no tenemos, por el momento, medios de aseverar cuál de las tres respuestas dadas por Dyson en el post es la verdadera.
Aunque, por supuesto, yo no tiraría la toalla y por supuesto, cualquiera puede mojarse y defender ¡con argumentos! la veracidad de cualquiera de las tres y espero, por supuesto, que la conversación tripartita no decaiga ;-)

Carlos Suchowolski dijo...

"percibir los elementos macroscópicos relevantes para nuestra supervivencia pero que no es útil para fundamentar la realidad."

¡Esto (justamente coincidente con Kant y con el positivismo que se animó a ponerse de pie sobre él) es intrínsecamente contradictorio! Y esto es lo que alejaba a Gödel, por lo que sé, del positivismo y de los "analistas", del "de lo que no se sabe, hay que callar", de, en definitiva, confundir los sistemas formales (teorías, lógica, conceptos, "Caverna", idealismo...) con la realidad (a veces -Platón, Hegel- derivando la segunda de la primera, y a veces -Kant, Wittgenstein...- silenciando al hombre y desvalorizando la efectividad de su juicio -punto en que se abren las puertas al llamado "relativismo" que sólo es inversión idealista del idealismo o poco más).

El hombre es un resultado del proceso real y por ello precisamente lo que enjuicia tiene un cierto grado REAL, creciente en lo que necesita serlo: su adaptabilidad y su capacidad de adaptar. Es la misma conciencia la que le juega, al funcionar con ese objeto, la mala pasada de pretender ir "más allá", llegar a "La Verdad", y ESO (una fantasía que se tiende a imponer) PERTENECE (que diría Gödel) a "OTRO SISTEMA", en donde TRATA vanamente de encontarle sentido EN EL SUYO, algo... imposible, pero también improcedente, especulativo, mera práctica del órgano de la reflexión... Etc.

Creo que ahí estan los parámetros: cada cosa en su sitio. Tal vez parezca confuso, pero en realidad creo que en todo caso debo perfilar mejor el discurso. Lo que sin duda haré en alguna medida gracias a debates como estos; por lo que yo también los valoro enormemente (¡no puedo hacer otra cosa a instancias de mis apetencias íntimas!)
Un saludo a los dos.

Héctor Meda dijo...

Bueno, el de lo que no se puede hablar, hay que callar es una postura humilde que ya distanciaba a Witt del positivismo vienés - por lo demás totalmente out, siendo ahora in la epistemología naturalizada de Quine.

En lo que se refiere a metafísica, a una indagación de la estructura última de la realidad, yo creo que no hay otra opción que aquellas que postulas en tu disyuntiva:

1) O bien tu sistema filosófico es igual que la realidad (v.gr: Platón) y aquí hay que recordar que todo un Gödel, a pesar de todo, era creyente en Dios (de hecho intentó reformular el argumento ontológico) así como creyente en el platonismo de las matemáticas que postula que las entidades matemáticas son reales, que son verdaderas, objetivamente verdaderas; y la verdad es que sólo el platonismo parece explicar la asombrosa utilidad de las matemáticas pero, pero, pero bueno aquí hay mucho que decir y espero algún día colgar un post donde pueda explicarme mejor.

2)O bien que tu filosofía tendrña siempre limitaciones epistemológicas inherentes a nuestra cognición (v.gr: Kant) y el hecho de que ello pueda acabar silenciando al hombre y desvalorizando la efectividad de su juicio sólo puede ser objetado desde el romanticismo porque ¿quién nos ha dicho que tenemos algo que decir o que la efectividad de nuestro juicio está asegurada?

Lo que está claro es que los deterministas tienen que creer en la primera opción de lo contrario su elección pro determinismo será infudamentada.

Ah! Un apunte de tu primer comentario, Carlos, que se me había pasado por alto: un determinismo sin la menor connotación de predestinación, ¿qué significa? Un determinismo implica siempre predestinación. Otro tema será aseverar que tal predestinación no está fijada por un dios o por lo que sea, ¿eso querías decir?

Carlos Suchowolski dijo...

No, no quería decir sino algo que sin eleborar adecuadamente (sino intuitivamente) se podría formular así con esta "narración":

1) Asumo que cada situación real dada en un entorno "demarcado" es consecuencia de (a) la inmediatamente anterior que doy por previa y (b) la posible incursión de interacciones que de externas al entorno se vuelven parte de él (esto porque los entornos están próximos o intercambian elementos)
2) las situaciones emergen de las anteriores como producto de las constantes interacciones que se dan dentro del entorno, unas más decisivas o significativas que otras (definiendo grados de determinación).
3) El hecho de que estemos limitados para considerar "todas" las interacciones y prever las nuevas que se produzcan (ya sea porque provienen de "fuera" o porque "se hacen" significativas de manera aparentemente espontánea -para nosotros-) no significa que no sean reales. Nuestra capacidad nos permite considerar las más significativas en un momento (a veces sólo las "anteriores") y tender proyecciones más o menos lineales. Con esto vamos "moviéndonos" en la realidad (a veces "torciendo" perspectivas que nos parecen nefastas, que tal vez no lo sean), es decir, actuando nosostros mismos como parte del "sistema", parte de la realidad, y afectándolo (a veces de una manera que podría ser valorada como "nefasta" y que mejor habría que llamar "diferente"). Los "huecos" son los que rellenamos con mitos, fantasías, supuestos, hipótesis, etc. (incluso Dios), pero eso no cambia (salvo invirtiendo los términos de manera idealista, sustituyendo el "ser" por el "sujeto" en el enfoque de la realidad; una postura antropocéntrica muy "natural" por parte del hombre pero a mi criterio errónea.

Acerca de Gödel, tengo una visión de lecturas de segunda mano ("Un mundo sin tiempo" de Palle Yourgrau, "Un eterno y gracil bucle" de Douglas Hofstadter) en donde se transcriben sus especulaciones, y me he sentido identificado con ellas. Tal vez me equivoque, pero coincido con Yourgrau en que Gödel tiende a restaurar la ontología en contra de la epistemología como base explicativa de referencia, del realismo contra el idealismo.
Me parece que tú has profundizado mucho más en Gödel y podrás darme otras pautas que consideraré con mucho gusto. Aparte de que lo mío sea una coincidencia "teórica" que no tiene por qué mantenerse ni tiene que ser completa (no me "baso" en Gödel sino en mi intuición, y en realidad descubro día a día puntos de contacto más o menos parciales con muchos puntos de vista, como es obvio dado que coincido con... "seres humanos" y además "intelectuales" y además "de la época del racionalismo dominante".)

Un saludo y espero un post o email aclarativo y entretanto una réplica.

Héctor Meda dijo...

Dices que Los "huecos" son los que rellenamos con mitos, fantasías, supuestos, hipótesis, etc y consideras tal hecho erróneo y sinceramente no entiendo por qué pues como te linké un par de comentarios más arriba el mito poético, a pesar de su semántica borrosa, sí es capaz de rellenar de forma correcta, no errónea, de enunciar hechos que de otro modo resultarían imposibles para una comunicación meramente formal.

Ahora vayamos a tus tres puntos los cuáles están perfectamente expresados en un mito: el demonio de Laplace.

Decir que tal demonio sólo existe en la teorías y que al imitarle dejamos "huecos" que erróneamente rellenamos con mitos es hacer una afirmación muy osada.

Turing consideraba su máquina una suerte de demonio de Laplace. Funcionaba igual y creía, efectivamente, que nuestra mente era básicamente tal máquina, es decir, una computadora y por lo tanto con sus limitaciones (el teorema de Gödel, el problema de la parada) que dejaban "huecos" irrellenables en nuestra modelización de la realidad.

Por contra, Gödel consideraba que la cognición humana no se agotaba en la computabilidad.

Déjame que te cite lo que dice Penrose en Las sombras de la mente (pág.142):

Parece que el punto de vista de Gödel era el de que la mente no estaba limitada por el hecho de ser una entidad computacional, y ni siquiera está limitada por la finitud del cerebro. En realidad, reprochaba a Turing el no aceptar eso como una posibildad. Según Hao Wang (...) aunque aceptaba las dos afirmaciones implícitas de Turing de que "el cerebro funciona básicamente como un ordenador digital" y que "las leyes de la física, en sus consecuencias observables, tienen un límite de precisión finito", Gödel rechazaba la otra afirmación de Turing de que "no hay mente separada de la materia", calificándola como un "prejuicio de nuestro tiempo". Así puues, Gödel parece haber considerado como evidente que el cerebro físico propiamente dicho debe comportarse computacionalmente, pero que la mente es algo que trasciende el cerebro, de modo que la acción de la mente no está limitada a comportarse de acuerdo con las leyes computacionales que él creía que deben controlar el comportamiento de los cerebros físicos

Según Penrose, Gödel creía que la mente no puede explicarse en términos de la ciencia del mundo físico.

Una afirmación con la que estoy en contra pero también con la de Turing como expliqué en cierta ocasión. Creo que nuestra cognición es matemáticamente más compleja que una mera computación digital, por eso, podemos rellenar los huecos que una actividad meramente computacional -la ciencia- deja de una forma veraz.

Por cierto a Gödel le encantaban los mitos, los consideraba como la única forma de conseguir atrapar la esencia de la realidad. :-P

Severian dijo...

Hola:

Me alegro que te haya gustado el post sobre el azar. Respecto del determinismo, quisiera clarificar que la mecánica cuántica no dice lo que muchos le hacen decir.

1- La mecánica cuántica es tan determinista como la mecánica clásica cuando se la aplica a los sistemas para los cuales fue desarrollada: los "conjuntos de sistemas idénticamente preparados". Si queremos aplicarla a sistemas distintos de esos (una partícula aislada por ejemplo)) tenemos que inventar lo que se llama una "interpretación de la mecánica cuántica". Las interpretaciones de la mecánica cuantica no son discernibles experimentalmente por lo que pertenecen al ámbito puramente filosófico. Una de esas interpretaciones (la de Copenhagen) es no-determinista. Otra (la de Bohm) es tan determinista como la mecanica de Newton. Entoces para aclarar, la mecanica cuantica no implica ningun indeterminismo.

2- El principio de incerteza establece que ciertas variables que describían el estado de un sistema en mecanica clasica no son simultaneamente determinables en mecanica cuantica. Pero de ningun modo implica que el estado del sistema no sea determinable, porque para determinar el estado de un sistema en mecánica cuántica no necesitamos de dichas variables. Es decir que de nuevo, al principio de incerteza se lo hace decir cosas que no dice.

saludos
Sev.

PD: mis post sobre el tema aca

Carlos Suchowolski dijo...

Te contesto en un "hueco" de tiempo a lo primero y cuando pueda a lo segundo.
En absoluto puedes decir: "consideras tal hecho erróneo" en base a lo que dije. Yo creo que mitos, adivinaciones, intuiciones, teorías... racionalizaciones... construcciones imaginarias, literarias... son "rellenos" necesarios, nacidos de una capacidad extraordinaria para resolver la falta de información (que ya "nos gustaría" nos la diera algún dios... aunque no le creeríamos "todo" lo que nos diijese, como Midas no creyó a Sileno y "peor"). Son "rellenos" incompletos VINCULADOS a la realidad de la que formamos parte y por lo que podemos saber bastante de ella. Sólo que no son (mitos tanto como ciencia) taxativos, absolutos, completos, indiscutibles. Son aproximativos, son tanteos con "realidad suficiente" (incluso para cada época y para "estar" en ella). No me parece ni bien ni mal, ni poco ni mucho: me parecen reales y un resultado "hasta ahora alcanzado".
Esto pùes para aclarar más mi propia posición.
Luego tocaré lo que sigue.
Un saludo.

Héctor Meda dijo...

Tienes razón Severian con el tema del determinismo por eso cuando dije en el post que es más que posible que la mecánica cuántica nos haya robado para siempre la ilusión de un universo determinístico me doy cuenta que me expliqué mal y lo que quería decir es que la interpretación más plausible, más posible de la mecánica cuántica es indeterminista.

Dyson que sí es físico en la respuesta 2 lo plantea mejor. Antes la posibilidad de determinismo, él simplemente pregunta por el por qué entonces de la importancia de la estadística.

Aunque es cierto que a veces se me olvida, por ejemplo en los comentarios, en uno de ellos, sentenciaba que la ciencia dice que bla bla. No, no sentencia nada. Es cierto.

En el libro de Penrose que cité en mi anterior comentario, sale el tema también.

De todas formas las teorías de variables ocultas, por lo que sé, no triunfan mucho. Yo antes intuitivamente creía que tendría que haber una interpretación determinista (ya sabes Dios no juega a los dados y todo eso) pero desde luego el teorema de Bell no deja mucho margen y además parece que por el principio de economía la interpretación de Copenhague es la mejor.

A reseñar la frase de Heisenberg:

En la formulación dura de la ley de causalidad –”si conocemos el presente con exactitud, podemos calcular el futuro”– no es la conclusión la que es incorrecta, sino la premisa

Otro tema es averigüar hasta que punto, digamos, puede eliminar la ciencia al demonio de Laplace. ¿Lo puede finiquitar per eternum? ¿O siempre será teoricamente plausible que resucite?

Y sí me gustó mucho el post del azar, siento que se adelantase Poincare :-P -aunque puedes verlo desde la perspectiva de que se te ocurren las mismas cosas que a todo un Poincare.

El otro post, el último que me has pasado, el de la cuántica, ya lo tenía leído :-P