lunes, 12 de enero de 2009

Luces y sombras del bus ateo

Parece que se ha desatado una ruidosa polémica en torno a la llegada del bus ateo a Barcelona, y en torno a su previsible marcha a Madrid.

Como bien se explica aquí:

En el Reino Unido las iglesias tenían por costumbre evangelizar también en los medios públicos de transporte, así que hartos de ver cómo en los autobuses se les amenazaba con el fuego eterno, un grupo de particulares decidió que otra voz debía ser escuchada. Concretamente la campaña tiene su origen en Ariane Sherine, columnista de The Guardian, a la que se añadió la briosa fundación de Richard Dawkins. Llegaron a recuadar más de 100.000 euros para pintar los autobuses londinenses con lemas ateos: There’s probably no God. Now stop worrying and enjoy your life.

A veces una campaña sencilla, aunque no agrade a todos y no esté destinada a tener un impacto inmediatamente medible, no obstante representa una excelente iniciativa que merece el apoyo de personas razonables. La campaña del Bus Ateo, ahora también en España, es una de ellas. El "bus ateo" llegará este lunes 5 de enero a Barcelona, la víspera de los Reyes Magos, y circulará por nuestras calles hasta el 18 de enero.

El lema será el mismo pero en castellano:

Probablemente dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida.

Aclarado el contexto doy mi parecer que se resume en decir que esta campaña ateísta ha tenido y tendrá un resultado desigual puesto que está llena de luces y sombras lo cuál me impide un juicio asertivo.

Expongo razones, las luces y las sombras y sin ánimo de ser exhaustivo.

Luces: Hasta donde yo sé y en la medida que sea así, la campaña ha sido financiada de forma voluntaria no vía estado. Cualquier vicio que no haga daño a nadie -dicho a grosso modo- merece todo mi respeto, independientemente de que no acabe de ver el placer que el mismo conlleve.

Sombras: Como se apunta en A bordo del Otto Neurath:

El formato de una campaña de publicidad me parece contraproducente, porque la propia esencia de la publicidad la tenemos asociada a la mentira ("si algo sale en los anuncios, no debe ser muy bueno").

Luces: El carácter ubicuo de cierta propaganda religiosa y su insistencia en difundir una moral estricta en donde a algunos, desde homosexuales hasta divorciados, se les augura una dolorosa existencia ultraterrenal durante toda la eternidad, hace necesario y hasta beneficioso un dulce contrapunto menos desquiciadamente sectario y más humanamente indulgente.

Sombras: Desde un punto de vista estratégico, teniendo en cuenta tal y como se vive aquí la religión donde la mayoría descree del infierno (El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto, Borges dixit) aunque no de Dios, la campaña no tiene la misma razón de ser que, de hecho no tiene razón de ser así como, en Inglaterra donde la publicidad religiosa de un infierno torturador lleno de pecadores existía previamente en los autobuses y sí resultaba verosímil para la sociedad.

Luces: El ateísmo como cualquier otra religión puede, y en aras de un debate religioso estimulante debe, tener voz pública y el hecho de que algunos cantamañanas se sientan ofendidos demuestra el carácter intransigente, dado a encontrar y liquidar a herejes, de algunos sujetos que aún pululan en esta sociedad. Su irascibilidad los delata, su sordera e indignación respecto a otras voces los retrata. Gracias a esta campaña ahora conocemos mejor a algunos.

Sombras: Ya han aparecido grupos de creyentes que, no se sabe si por envidia o por ganas de protagonismo, han empezado a orquestar cotracampañas de propaganda religiosa. Si la consecuencia de la llegada del bus ateo es que, a partir de ahora, vaya a haber un fuego cruzado de propaganda (ir)religiosa vía buses entonces maldigo la hora en que llegó el jodido autobús. ¿No hay otro modo más sensato de traer el paraíso a la tierra -sensiblera e ingenua meta universal de cualquier cosmovisión- aparte del lavado de cerebros publicidad mediante?

Luces: El eslogan ya mentado ("Probablemente dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida") es humilde y para nada insultante. Ni se arroja sobre sí una certidumbre que otros no tienen ni denigra a quienes piensan diferente.

Sombras: El eslogan hace uso de la probabilidad para postular la existencia de Dios. Como ya dije tal postura intelectual me parece errónea porque

estas teorías, en definitiva, cometen un despropósito matemático, acometen una explicación aparentemente válida pero a la postre inútil que acaba tristemente volviendo después de un espectacular loop a donde estaban y es que para que se dé un hecho probable, por muy singular que resulte su probabilidad, ha de haber primero un espacio muestral de forma que entre sus hechos probables esté contenido ese susodicho hecho singular.

Dicho de otro modo, para que se pudiera dar en un entorno caótico un nuevo entorno con leyes estables tendría que haber primero la posibilidad de de que ese entorno estable pudiera ser posible, vamos, que estuviera en el espacio muestral de hechos del entorno caótico; mas de este modo volveríamos al principio, ¿cómo se creó/surgió un universo caótico que entre sus infinitas configuraciones estaba la de un universo estable, lógico, natural, finalmente habitable?

Luces: A la postre, lo que propone el eslogan bien podría ser incluso suscrito con matices por un creyente, lo cúal demuestra el mínimo grado de polémica que la campaña pretende suscitar, ya que lo que hace es invitar a vivir la vida sin preocuparse de otras que o bien ya llegarán pero aún no están, puede pensar el creyente, o bien definitivamente no estarán con la consecuencia aún más apremiante de disfrutar de esta.

Sombras: Hay una ingenuidad o contradicción en el lema puesto que, como sabiamente apunta Pseudópodo,

el enunciado de la campaña sugiere que no creer en Dios nos hará más felices. Eso, aparte de ser empíricamente falso (recuerdo varias encuestas que demuestran lo contrario) es un contrasentido desde los propios presupuestos "racionalistas" de la campaña.

Si la religión existe, según ese planteamiento, es porque es un consuelo ante la incertidumbre y el sufrimiento. Entonces, ¿por qué privarnos de ese consuelo nos va a permitir disfrutar más de la vida? Aquí parece haber un cortocircuito con otra argumentación antirreligiosa, la que se basa en "lo malos que son los curas, siempre prohibiendo todo lo que da placer". Esto demuestra una confusión conceptual considerable.

Hecho todo el balance aún sigo sin tener una opinión del todo firme sobre la utilidad de la campaña. Tú que me lees, ¿qué opinas?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

En España, antes de la campaña del autobús ateo sólo había (en el aspecto religioso) un "bando". Los ateos estábamos, de alguna manera, desplazados de la sociedad porque no tenemos templos que hagan repicar sus campanas ni procesiones.
Y ahora, gracias a los fundamentalistas que han organizado la contracampaña, nos han hecho aparecer como un "bando organizado". Y ya era hora.

Que la campaña atea, en sí, pueda parecer una chorrada podría no discutirlo, pero nadie podrá negar que, a partir de ahora, gracias a los fundamentalistas, nos han reconocido nuestra categoría de "grupo de opinión". Y eso, para mí, es importante. Ahora podemos crecer por la vía del conocimiento, y no por la del dogmatismo que acaba de reconocernos.
Ese es mi punto de vista, que podría estar equivocado, pero es el mio.
Saludos.

Hugo dijo...

Yo para hacerte la pelota diré que no has podido exponerlo mejor y de un modo más imparcial: como un buen filósofo :D

Un saludillo. Y también para ti, Siespierre el omnipresente :D

Héctor Meda dijo...

Hola,

Siesp,

Ni que decir tiene que tu punto de vista no es descabellado simplemente no sé por qué es importante que exista un bando ateo. ¿En aras de hacer proselitismo del mismo?
¿A golpe de eslogan, además?
Importante sí es tener un Estado laico y a partir de ahí que cada cual libremente escoja su idea del más allá que del más acá ya se encargará la ciencia de proveer, ¿no?

Hugo,

La verdad es que al respecto del bus ateo se han escuchado de ambos bandos argumentos muy inteligentes pero también muy estúpidos. Yo simplemente me he limitado a recoger los primeros. :-)

Un saludo también para ti y claro para Siesp.

Carlos Suchowolski dijo...

En general, me resisto a entrar en lo que parece el debate propiamente filosófico, es decir, en el debate "racionalista". Me resisto porque creo que no es el REAL ni tampoco en el que se puede dirimir la supuesta cuestión. En uno y otro sitio he señalado mi criterio de que lo que se debate en torno de estos asuntos (y muchos más) de carácter ideológico hoy en día son cuestiones de PODER. Hace más de cien años que se fundamentó la muerte de Dios como forma de afirmar el "Sí a la vida". La religión sin duda no puede probar nada, pero la ciencia y la filosofía, que "no tienen por qué" dado que para ellas es un sintentido "probar inexistencias" sí pueden argumentar y demostrar empíricamente el origen y la fundamentación no sólo "cerebral-humana" sino incluso racional de la idea de Dios y de una "moral universal"asociada a una serie de realidades sociales dadas. El debate, en el fondo, está zanjado con la señalización de unas causas que, curiosamente, también se aplican y se deben aplicar a los origenes y fundamentos de la propia ciencia, que, especialmente con campañas como estas demuestra que pretende también mantenerse puramente en cuanto MITO y no como una actividad humana de tipo puramente "laboral", "productiva". Una campaña que reduce el problema al grado de slogan, como se hace hoy en día en "política profesional" o en general en el "makketing"; justo lo que hace falta para "difundir" la ciencia entre "el pueblo" y para que adhiera a ella... sin saber ni poder saber mucho más allá de las diversas disciplinas complejas que la componen que su pura "jerga" plagada de "herejías" y "supersticiones" con lo que, al parecer, se "conformarían" todos esos "científicos" que marchan hacia el poder o lo pretenden por encima de todo respeto por la "objetividad" y de todo rigor.

Lo demás, si se insiste, viene por añadidura, como es obvio, ya que todo slogan está inevitablemente repleto de "falacias" o contradicciones internas y con sus objetivos formalmente declarados. Puede ser un buen "ejercicio" de retórica y contraretórica, puede ser un buen "debate filosófico" postmoderno "de calle" y "de bar", es decir, de "debate televisivo", pero poco más.

Ahora bien, por OTRA PARTE: ¡qué bien que viene para hablar de "otras cosas", más fantasmales incluso que el propio futbol! Aunque, obviamente, a mi no se me ocurriría pensar ni lo propondría que "el pueblo" se ponga a filosofar conmigo acerca del posible colapso hacia el que tendencialmente nos movemos mientras nos entretienen.

Héctor Meda dijo...

Veo Carlos que tú también has encontrado luces (3º párrafo) y sombras (1º párrafo) al bus ateo.

No creo, sin embargo, que estemos ante una campaña desde la ciencia contra la religión sino desde un grupo de ateos contra su marginación. En ese sentido no creo que sea justo que las fallas del autobus, como por ejemplo su carácter propagandístico, se lo achaques a la ciencia.

Carlos Suchowolski dijo...

Hombre, la ciencia no es un sujeto y ya sólo por eso no se le puede achacar "culpa". El problema es siempre del hombre y de su idiosincrasia alcanzada por "evolución natural" y "adaptación", como hemos acordado tantas veces a grandes rasgos (con lo cual... tampoco tendría "culpa" al no ser su actuar algo "electivo" en abstracto; sino un RESULTADO digamos: "poco evitable").
No obstante, La Ciencia, encierra (además por supùesto, ¡y por ello!, de ser NECESARIA para favorecer el DOMINIO humano sobre la naturaleza y los demás hombres) una voluntad de sus creadores (el hombre) de sustituir un Mito "menos eficaz" por otro "más eficaz". Y tanto por esa "razón de ser" suya como por su tendencia a extenderse más allá de sus actividades delimitadoras y discriminatorias de manera mítica, La Ciencia es un buen estandarte de sus "practicantes" en su marcha hacia "más poder". Si a esto sumamos la particular inserción social de la Ciencia y los especialistas en el mundo de hoy, se puede componer el cuadro de lo que "su vanguardia consciente" pretendería (que no "lograría"). Y porque "no (lo) lograría" se explica incluso que vaya a la cola de los que realmente pueden (o "los que cortan el bacalao", como dice el dicho).
A esto me refiero... Y a esto espero objeciones que apunten a lo que digo y no a lo que no, por eso me he permitido explayarme. Gracias.

Héctor Meda dijo...

Bueno lo que quise decir es que si bien la Ciencia es un buen estandarte de sus "practicantes" en su marcha hacia "más poder". , a veces, como creo que es el caso, utilizan el estandarte injustificadamente.

No creo que la ciencia tenga nada que decir respecto a Dios, si bien eso, concedo, es discutible y de hecho se está discutiendo en concreto aquí:

http://pseudopodo.wordpress.com/2009/01/11/de-buses-y-dioses/

Saludos y decir que siempre son bienvenidos tus comentarios, Carlos, aunque en esta ocasión creo que discrepamos por lo dicho arriba.

Carlos Suchowolski dijo...

...y siempre es muy interesante contrastar opiniones contigo. El tema sigue abierto y ya volverá a salir a flote.