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Mostrando entradas de enero, 2009

La criatura rawlsiana

El filósofo Rawls ha sido el filósofo político más importante del s.XX ya que su postura representa un regreso a la filosofía moderna, al renovar la base del contrato social e idear una definición de la justicia que el mismo ha denominado "constructivismo kantiano". Pero se da un paso adelante respecto a los sistemas filosóficos anteriores, ya que la Teoría de la justicia limita el ámbito de lo ético universal al de lo justo, y es bastante más concreta que la ética kantiana, al carecer del formalismo de ésta. Rawls creía que teníamos incorporado de forma innata una gramática moral que, análoga a la gramática universal propuesta por Chomsky , nos proporcionaría una serie de principios con los que seríamos capaces de emitir juicios rápidos y automáticos siendo las morales locales una implementación concreta con una serie de parámetros concretos de tales principios. Una explicación de tal funcionamiento lo proporciona el lingüista Mark Baber, citado por Marc Hauser en su lib...

La falacia naturalista

En un sentido trivial se suele considerar la falacia naturalista de Moore como aquella que nos recuerda que es falaz asociar todo lo natural, pongamos un alimento cualquiera, con lo bueno. De hecho la línea divisoria entre lo natural y artificial puede llegar a ser bastante arbitraria . En un sentido más filosófico de implicaciones más profundas, la falacia recoge una idea ya señalada por Hume cuando dijo que de una serie de enunciados descriptivos no se puede justificar el colegir una serie de enunciados prescriptivos o normativos. En lema: No hay justificación para pasar del "es" al "debe". ¿Consecuencias? No se puede rebajar una propiedad no natural, como es lo bueno , definiéndola en términos naturales, materiales. Para Moore, bueno no es definible. En esta anotación intentaré decir por qué se equivoca Moore e incluso cuál es la definición de bueno . Empezaré señalando que la distinción entre hechos normativos y hechos descriptivos resulta absurdo aplicado a...

La criatura humeana

El filósofo Hume , al contrario que Kant y al contrario del actuar de la criatura kantiana , sentenció que era imposible realizar juicios morales con una base únicamente racional debido a que la razón recoge hechos para a partir de ellos extraer conclusiones, ello no obsta para que desde las mismas no se puede llegar a elegir una opción u otra mas para eso es necesario el concurso los sentimientos. En consecuencia, negó la existencia de una razón práctica y por ende la posibilidad de una fundamentación racional de la ética pues creía que el objeto de la moral (pasiones, voliciones y acciones) no es susceptible de ese acuerdo o desacuerdo entre las ideas sobre las que se basan lo verdadero y lo falso. Si la razón no puede ser la fuente del juicio de valor, habrá que buscarlo en el sentimiento, que surge espontáneo en nosotros ante acciones susceptibles de lo que consideramos valoración moral. El análisis de este sentimiento revela que es una forma de placer o de "gusto". El...

Los puntos ciegos de la visión científica

Y esas crisis que la mayoría de la gente considera como escandalosas, como absurdas, yo personalmente tengo la impresión de que sirven para mostrar el verdadero absurdo, el de un mundo ordenado y en calma, con una pieza donde diversos tipos toman café a las dos de la mañana, sin que realmente nada de eso tenga el menor sentido como no sea el hedónico, lo bien que estamos al lado de esta estufita que tira tan meritoriamente. Los milagros nunca me han parecido absurdos; lo absurdo es lo que los precede y los sigue. Julio Cortázar , Rayuela , capítulo 28 , pág.187 Uno de mis anteriores post podría haberse resumido con el lema: Vivimos en mundo en el que, gracias a Dios, no hay milagros. Dicho esto, no creo que la existencia de los milagros sea totalmente descartable desde un estricto punto de vista científico y demostrar por qué resulta sobre todo un buen modo de mostrar los límites descriptivos de la ciencia que ya empiezan a ser señalados y que se obvian vaya uno a saber por qué. Digo...

La criatura kantiana

El filósofo Kant fue el primero en formular lo que él dio en llamar una ética formal en contraste con las empíricas que le precedieron. Fue tal planteamiento lo que le lleva a ser considerado el padre de la filosofía moderna. Básicamente su moral se cifra en afirmar que la razón teórica formula juicios frente a la razón práctica que formula imperativos. Estos serán los pilares en los que se fundamenta la ética formal kantiana. La ética debe ser universal y, por tanto, vacía de contenido empírico, pues de la experiencia no se puede extraer conocimiento universal. Debe, además, ser a priori, es decir, anterior a la experiencia y autónoma, esto es, que la ley le viene dada desde dentro del propio individuo y no desde fuera. Los imperativos de esta ley deben ser categóricos y no hipotéticos que son del tipo "Si quieres A, haz B". Tal imperativo categórico tiene dos enunciaciones I. Nunca debo actuar si no es de tal manera que pueda también querer que mi máxima se convierta en l...

¿Podría Robinson Crusoe convertirse en científico?

Karl Popper en La Sociedad Abierta y sus enemigos , pág. 432: Si la objetividad científica se fundara, (…), en la imparcialidad u objetividad del hombre de ciencia, entonces tendríamos que decirle adiós sin dilación. (..) Todos somos víctimas de nuestro propio sistema de prejuicios (o "ideologías" si se prefiere esta expresión); de que todos consideramos muchas cosas evidentes por sí mismas; de que las aceptamos sin espíritu crítico (…) y, desgraciadamente, los hombres de ciencia no hacen excepción a la regla (…). Pero esta limpieza no tiene lugar mediante el socioanálisis u otro método similar; los investigadores no tratan de treparse a un plano superior desde donde puedan comprender, socioanalizar y depurar sus insensateces ideológicas. En efecto, con tornar sus mente más "objetivas" no les bastaría para alcanzar lo que hemos denominado "objetividad". Lejos de ello, lo que entendemos generalmente con esta expresión reside en otro plano diferente; es una...

Luces y sombras del bus ateo

Parece que se ha desatado una ruidosa polémica en torno a la llegada del bus ateo a Barcelona, y en torno a su previsible marcha a Madrid. Como bien se explica aquí : En el Reino Unido las iglesias tenían por costumbre evangelizar también en los medios públicos de transporte, así que hartos de ver cómo en los autobuses se les amenazaba con el fuego eterno , un grupo de particulares decidió que otra voz debía ser escuchada. Concretamente la campaña tiene su origen en Ariane Sherine, columnista de The Guardian, a la que se añadió la briosa fundación de Richard Dawkins. Llegaron a recuadar más de 100.000 euros para pintar los autobuses londinenses con lemas ateos: There’s probably no God. Now stop worrying and enjoy your life. A veces una campaña sencilla, aunque no agrade a todos y no esté destinada a tener un impacto inmediatamente medible, no obstante representa una excelente iniciativa que merece el apoyo de personas razonables. La campaña del Bus Ateo, ahora también en España, es una...

Contra el vicio de pedir...

Un texto extraído del libro Creadores de Paul Johnson : Wagner le podría haber enseñado a [Dylan] Thomas mucho sobre el ruego. Aquí, por ejemplo, el compositor le escribe al barón Von Hornstein: > Al ciego Theodor Apel le escribió: > Wagner solía usar a su esposa hambrienta en sus cartas de ruego. A Eduard Avenarius le escribió: > Liszt , uno de los destinatarios de las cartas de ruego de Wagner, sufría con el método de la esposa: > O: > A Liszt también le suplicó que rogara por él. De esta manera: Erhard ! Escríbale a la viuda [de Erhard ] y dígale que usted me visita tres veces al año y que definitivamente requiero uno mejor que mi viejo y derrengado piano. […] Actúe con brillante impertinencia. ¡Debo tener un Erhard!>> Lo cierto es que Wagner nunca vivió en la pobreza. Necesitaba y pedía dinero en efectivo [...] [porque] lo que necesitaba para escribir El anillo , y luego componerla, era absolutamente simple: un lujo abrumador

Gracias a Dios, los milagros no existen

Cuando finalizaron los cuarenta días del diluvio, Noé salió del arca. Descendió lleno de esperanza, encendió incienso, miró a su alrededor, y todo lo que vio fue destrucción y muerte. Noé se lamentó: -Todopoderoso, si conocías el futuro, ¿por qué creaste al hombre? ¿Sólo para tener el placer de castigarlo? Un perfume triple subió hasta el cielo: el incienso, el perfume de las lágrimas de Noé, y el aroma de sus acciones. Entonces llegó la respuesta: -Las oraciones de un hombre justo siempre son escuchadas. Voy a decirte por qué lo hice: para que entendieses tu obra. Tú y tus descendientes usaréis la esperanza, y estaréis siempre reconstruyendo un mundo que vino de la nada. De esta manera repartiremos el trabajo y las consecuencias: a partir de ahora los dos somos responsables. Una historia hassídica (perteneciente a la tradición judaica) Borges creía que la teología era nomás una rama de la literatura fantástica . Lo que le interesaba de ella eran los vuelos de la imaginación que le re...