viernes, 1 de agosto de 2008

La plaga humana

Con frecuencia se suele acusar al capitalismo de ser injusto socialmente por ser idéntico al darwninismo donde el más débil desaparece, no sobrevive. Sin embargo en la evolución no desaparece el más débil sino el menos apto. Por eso existen 350000 (más o menos) especies de escarabajos y ninguna de dinosaurios. Y esa aclaración pedante es vital porque si en los ecosistemas sólo sobreviven las especies que se adaptan a la naturaleza, podríamos decir que la soberanía absoluta la tiene la naturaleza quien impone las condiciones discriminatorias que especifican qué especies perduran y qué no. Pues bien, en un mercado libre, la soberanía absoluta la tiene el consumidor y la empresa que no se adapte a sus preferencias acabará extinguiéndose. De modo que en los ecosistemas tenemos a las especie evolucionando en un orden espontáneo a base de mutaciones aleatorios sin ningún director que las diriga y consiguiendo, empero, satisfacer las exigencias de la naturaleza.

Analógamente, en los sistemas de libre mercado tenemos a las empresas evolucionando en un orden espontáneo a base de diferenciar sus productos sin ningún director que las diriga y consiguiendo, empero, adaptarse a las presiones selectivas de los consumidores. Por lo tanto, el argumento que intentara demostrar que el libre mercado es socialmente injusto tendría que demostrar que lo que no es justo es que sean los consumidores quienes regenten la economía.

Curiosamente, sí hay personas que cuestionan lo perjudicial que resulta para el futuro de la humanidad dejar la soberanía al consumidor. A este forma de gobierno de lo económico lo llaman consumismo y lo critican a razón de que tanto los ecosistemas, como los recursos energéticos están siendo agotados por la gula del consumista. Nos acercamos a bien un colapso energético (acabar con los recursos energéticos) o a bien un colapso ecológico (acabar con los ecosistemas que nos sustentan) y todo ello motivado por un comportamiento epidemiológico de la especie humana que resulta virulento para Gaia.

Sobre el colapso energético no nos podemos hacer ilusiones. Hay que recordar que no nos es posible trascender a la selección natural, la lucha por la supervivencia seguirá eternamente vigente. La profecía de Malthus seguirá pendiendo de nosotros como la espada de Damocles. Ahora bien, mientras los recursos sean monetarizados, siempre se hará un uso racional de los mismos. De forma que según se vaya agotando un recurso, menor será su consumo y mayores las posibilidades de encontrar otro recurso a explotar. No hay otro modo más óptimo ni más sensato de crecer en prosperidad y a la vez no acabar apeados de la estación de la vida.

Respecto al segundo tipo de colapso, el ecológico, las objeciones son más difíciles de articular. Efectivamente, la mano del hombre ha arrasado suficientes especies y ecosistemas como para tener que alarmarnos y además lo sigue haciendo.
La cuestión ha dilucidar, ahora, es ver si es necesario explotar y por tanto acabar paulatinamente con, o cuando menos poner en peligro, la biodeversidad. La respuesta, al menos por el momento, es sí. La cruda realidad es que todo proceso neguentropico (Schördinger dixit), para mantener su organicidad, debe recoger el orden del entorno y dejarlo, por tanto, en un estado más desordenado, más entrópico. Aplicado a un sistema complejo como la sociedad y en román paladino significa que todo proceso económico debe explotar la naturaleza y por tanto incidir en su biodiversidad.
No obstante hay esperanzas de que este hecho no nos acabe resultando en un futuro nuestra propia perdición. Me explico. A pesar de la complejidad de la biosfera, recientemente, gracias a la aparición en matemáticas de las dinámicas caótica, se han conseguido modelizaciones cuantitativas del desarrollos de diversos factores constituyentes de los ecosistemas. Estos desarrollos ya no nos hablan de equilibrios estacionarios frágiles y colapsables por cualquier tipo de perturbación sino que, gracias a estos avances en las matemáticas, hemos conseguido darnos cuenta que la estabilidad de los atractores caóticos que, presumiblemente, rigen los equilibrios de la bioesfera es mayor de lo que mente ecologista hipersensible suele creer. Esto no nos absuelve, empero, de nuestros crímenes ecológicos, ni nos desresponsabiliza en nuestro trato con la naturaleza pues las agresiones a la misma, aunque no siempre, sí pueden ser letales.

Dos conclusiones salen de este nuevo enfoque. Por un lado, tenemos que los ecosistemas modelizados por estos nuevos juguetes matemáticos nos han traido una buena noticia y es que la vida no resulta tan frágil como creíamos sino que incluso puede resurgir allá donde no nos lo esperábamos. Por ejemplo, en Chernobyl. Esto nos da pie a desdramatizar un poco la perniciosa incidencia humana en la tierra y a custionar su supuesto carácter vírico.

Además y por otro lado, nos da la esperanza de que encontraremos, siguiendo con el desarrollo de esta nueva forma de estudiar la naturaleza, técnicas para el uso que hagamos de los ecosistemas no acabe resultando letales para los mismos y por tanto para nosotros. Esto se debe al hecho de que, si no es verdad que la mano del hombre destruya siempre la naturaleza sino que exista un rango desde el cuál esta puede autorecuperarse, entonces el desarrollo humano podría correr paralelo a la supervivencia del resto de las especies y a los ecosistemas que los acogen siempre que se mantuviera en unos parámetros científicamente previsibles.

Si esto no fuera posible y quedase como una enternecedora utopía científica entonces estaríamos obligados a tener que decidir entre la supervivencia de otras especies y la multiplicación exponencial de la nuestra. Dilema que una economía free value no puede resolver. Sospecho que la ética tampoco.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay muchos matices que me apetecería incluir al respecto de tu post,. Como apenas tengo tiempo ahora (son las 3 de la madrugada ) mencionaré hoy un apunte refrente a la dinámica evolutiva. y si puedo continuaré otro día con otros aspectos.

Es curioso como las ideas de la dinámica evolutiva que se suelen citar parecen ceñirse en exclusiva a la idea : variabilidad, competencia, seleción de los relativamente más aptos que introdujo hace 150 años Darwin. Darwin debe ser trratado como una referencia histórica, pero no como guía directa para entender la aún oscura mecánica de la evolución.Que la competencia es una herramienta evolutiva importante es indudable pero quizás no sea la única y se tienda a absolutizar en exceso su importancia. Este concepto puede ser interesante a la hora de considerar las derivaciones económicas y sociales que a veces se encuadran en un marco evolutivo.
- Hay que tener en cuenta que la evolución no se restringe exclusivamente a los eucariotas pluricelulares , plantas y animales básicamente. Máquinas morfogenéticas muy eficientes, muy asociadas al conceptos de nicho ecológico y parientes muy próximos, variantes sobre un par de temas, aunque no lo parezcan. Estos organismos, especialmente los animales son individuos muy cerrados genéticamente. Pero esto es la punta del iceberg. La práctica totalidad de las innovaciones bioquímicas se han desarrollado en el mundo procariota ( no sólo porque llevan a los eucariotas una ventaja de 2000 millones de años sino porque tienen velocidades de cambio genético y mecanismos de difusión genética muy superiores) en éstos el concepto de nicho ecológico y de competencia es mucho más relativo y la circulación genética mucho más transversal. Transvase de genes, fusiones de genomas, endosimbiosis ( la base del desarrollo de los propios eucariotas) son y siguen siendo mecanismos genéticos y evolutivos habituales en procariotas. También las hibridaciones genéticas son relativamente comunes en plantas y hongos,y algunas simbiosis esenciales entre entos grupos de organismos pueden considerarse una comunidad genética. Este tipo de transferencia e integración genómica se ha descrito también incluso entre insectos y bacterias. Es decir que el consorcio genético puede haber jugado un papel en la evolución tan destacable como la competencia.Algo que a menudo se olvida.
Por otro lado, el concepto de *más apto* es siempre coyuntural y por tanto relativo, y las variaciones del entorno pueden convertir al más apto en el menos. En ocasiones los organismos que sobreviven son los menos adaptados. Me explico, en la mayoría de las extinciones relevantes los organismos más especialistas, más específicamente adaptados ( una tendencia evolutiva relacionada con la eficiencia energética del sistema ) son los más sensibles a las perturbaciones del medio, y los más generalistas , menos específicamente adaptados son los que mejor medran en entornos sujetos a importantes trastornos o desequilibrios. Así por ejemplo, frente a una catástrofe climática es más probable que sobrevivan las ratas de alcantarilla que los rinocerontes ( el tamaño también puede ser un factor crítico)
También la contingencia puede jugar un importante papel en extinciones y en dar opción a la prosperidad a un grupo de organismos. Un determinado fenómeno en un determinado momento puede ser decisivo, pongamos calentamiento, enfriamiento global, determinado contaminante, anoxia o disminición en la concentración atmosférica de oxígeno ,impactos, sensibilidad a plagas específicas etc., puede afectar de modo desigual a grupos de organismos.

Por otro lado no es imposible que la influencia concreta del entorno no simplemente seleccione, sino dirija en cierta medida la expresión e incluso prevalencia génica , esta idea * lamarckista* es pefectamente conjugable con los planteamientos evolutivos más clásicos.

Todo lo anterior no contradice lo que afirmas en tu primeros párrafos al respecto de la evolución , simplemente lo matiza.
Saludos,
J.N.

Héctor Meda dijo...

Hola JN,
Bienvenido al blog
Dices:
Hay muchos matices que me apetecería incluir al respecto de tu post(...)si puedo continuaré otro día con otros aspectos

Me parece bien ;-)
Creo que mi blog te va a gustar, ¡prueba a darte una vuelta!

De lo que dices supongo que hablas por un lado de la teoría de Margulis de la que más o menos estoy enterado pues no he leido su libro.Y por otro hablas de que el más apto no siempre prevalece en la naturaleza. Bien.

Respecto a Margulis: No sé qué decirte, pero al parecer su teoría es bastante hipotética. Veáse en general ese post como siempre muy interesante.
En cualquier caso, a niveles de seres macrocelulares complejos sin duda prevalece la selección natural

Respecto al tema de la supervivencia del más apto (yo prefiero decir que cae el menos apto).
Es verdad que las pertubaciones extraterrestres han fomentado la preeminencia de animales con fenotipos más generalistas, menos especializados. Bueno yo creo que no es casualidad, sino que existe un mecanismo homoestático extraterrestre (¡No marciano!; ya sabes nube de Oort, Némesis, etcétera) que fomenta la preeminencia de animales todoterreno.
Y sí, Dyson se quejaba de que ese era un problema de las economías modernas, que fomentan la creación de Dinosaurios (él ponía el ejemplo de construcciones de reactores nucleares que tardan 10 años en hacerse y que cuando salen ya están caducos) frente a lo que habría que incentivar que es creaciones de mamíferos, entiéndase, inventos de fácil construcción y aplicación variada (él ponía el ejemplo de la construcción de un lago artificial que había servido para diferentes tipos de industrias)
Sin embargo, creo que eso se debe a un error de perspectiva empresarial pero no a un fallo endógeno del mercado pues este evoluciona lamarckianamente y por tanto puede hacer, digamos, que su fenotipo no sea tan especializado. Es decir habría que enseñar a los empresario no extender tanto las etapas de las economías de escala. Aunque algunas teorías económicas apuntan a que el problema de que se alarguen las estructuras productivas y los dinosaurios no se extingan es por culpa del intervencionismo monetario.

Anónimo dijo...

Hector,
La teoría endosimbiótica de Lyn Margulis respecto al origen del la célula eucariótica es por supuesto hipotética, pero los datos que avalan algunas de sus propuestas ( origen de mitocondrias y cloroplastos) son tan contundentes que en la actualidad está aceptada por la generalidad de los biológos, no es heterodoxa ni marginal, todo lo contrario. Esos comentarios que citan en el enlace que aportas no muestran el estado actual de la cuestión ni mucho menos. Con todos los respetos no parecen muy informados en términos biológicos.

Los mecanismos de transferencia horizontal de genes entre procariotas son un hecho conocido y común. la transferencia de genes por diversos procesos no requiere del transvase reproductivo, generación a generación, sino que se difunden en la misma generación e incluso entre bacterias de tipología diferente.Un sistema muy eficiciente de circulación genética y no muy competitivo como ves.
Resumiendo que no son fenómenos aislados sino que parecen ser de orden general en procariotas y que también funcionan a distinta escala y con distinto grado de integración genéticacomo indiqué ayer en pluricelulares, especialmente vegetales y hongos. No todas las herramientas evolutivas se basan en la competencia ni mucho menos algunas pueden ser asociativas.
Los dinosaurios no se extiguieron por obsolescencia ni mucho menos sino con toda probabilidad por una catástrofe , una contingencia ( la regularidad que sugieres respecto a los desequilibrios en la nube de Oort que enviarían periódicamente cuerpos hacia el Interior, no parecen encontrase en las huellas de la historia de la tierra, la hipóstesis está en vía muerta o sedente) un impactor ( que por cierto no parece probable que fuese un cuerpo procedente de la nube de Oort a juzgar por la huella química de metales pesados que ha dejado) precisamente su afinada adaptación fue probablemente una de las causas principales de su destino. Algo semejante podría perfectamente suceder con los mamíferos ahora.
En fin no sigo porque probablemente comience a repetirme. Pero vuelvo a repetir que si se estudia con cierta profundidad biología muchas ideas sobre la mecánica evolutiva se complican y enriquecen.
Saludos,
J.N.

Anónimo dijo...

Ah, y la dinámica evolutiva, al menos en pluricelulares, impulsa la especialización, la adaptación fina a condiciones dadas del entorno, lo que ocurre es que frente a desequilibrios y alteraciones sustanciales de este entorno estos organismos especialmente eficientes para esas condiciones y específicamente adaptados son los más sensibles, y tienden a ser eliminados preferentemente frente a los más generalistas.
Saludos,
J.N.

Héctor Meda dijo...

Hola JN dices:
No todas las herramientas evolutivas se basan en la competencia ni mucho menos algunas pueden ser asociativas
Correcto pero eso también lo creía Darwin, ¿no?
La complejidad de la vida y dados los innumerables factores que las constituyen nos obliga sólo a hablar de tendencias o de criterios preferenciales.

la nube de Oort (...) la hipóstesis está en vía muerta o sedente
Sería muy triste que finalmente fuera así. Me niego a creer que el Viejo juegue a los dados.

si se estudia con cierta profundidad biología muchas ideas sobre la mecánica evolutiva se complican y enriquecen
Es cierto lo que dices pero la ciencia para avanzar en su camino tiene que construir modelos simplificados y luego complicarlos sucesivamente para acercarlos a la realidad. Por ejemplo, para calcular la fuerza gravitatoria que ejerce el sol sobre la tierra se hacen los calculos primero sólo con esos dos astros, luego se añade la luna, luego, luego, bueno luego ya nada porque los calculos exceden nuestra capacidad de computar. Luego el valor de la atracción gravitatoria que ejerce sobre nostros el sol es algo que nunca se ha sabido y sólo tenemos valores aproximativos. Los ecólogos tendrán que hacer lo mismo sino quieren quedarse estancado en su ciencia. En cierto modo se puede decir que la ciencia, en aras del progreso, permite la mentira piadosa ;-)

Saludos