El alfabeto de Dios
Interesante, podría decir el lector, pero esta idea de los "mercados turbulentos" no pasa de ser una metáfora. ¿Acaso puede compararse el viento con un mercado financiero, un vendaval con una recuperación, un huracán con una quiebra? En términos de causas subyacentes, desde luego que no. Pero desde un punto de vista matemático la comparación tiene sentido. Un rasgo extraordinario de la ciencia es que fenómenos de lo más diverso y sin ninguna relación aparente pueden describirse mediante herramientas matemáticas idénticas. La misma ecuación cuadrática que aplicaban los antiguos para trazar los ángulos rectos de sus templos sirve hoy a los banqueros para calcular el rendimiento de un nuevo bono a dos hasta su vencimiento. Las misma técnicas de cálculo concebidas por Newton y Leibniz hace dos siglos para estudiar las órbitas de Marte y Mercurio sirven hoy a los ingenieros civiles para calcular las tensiones que soportará un nuevo puente, o el volumen de agua que pasa por debajo....