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Mostrando entradas de abril, 2010

Pequeño elogio al Maestro de maestros

El otro día, viendo una de las mejores series de TV que ha habido nunca: Monk , escuché de boca de uno de los protagonistas recién enviudado exponer su deprimente estado de ánimo con la siguiente salmodia: Abominable seno, vientre de muerte, repleto del más exquisito bocado de la tierra Y si mal no recuerdo así acababa la cita. Al instante pensé, por su poético tono, por la plasticidad de las imágenes, por el ritmo alcanzado; que Shakespeare era el mejor candidato para otorgarle la autoría de la frase. La naturaleza apocalíptica de las metáforas, henchidas de un dolor vengativo, me instaron ir más lejos y apuntar a Macbeth . Lo consulté en internet. Para mi humillación, para mi tristeza, me había equivocado, me había precipitado. La frase, que citada en su totalidad todavía gana más en esplendor estético, era ésta : ¡Oh! Tú, abominable seno, vientre de muerte, repleto del más exquisito bocado de la tierra, de este modo haré que se abran tus pútridas quijadas; ( Desencajando la puerta...

Razones para celebrar este día

Cuenta una leyenda urbana, de intenciones tal vez geoestratégicas, que aún siendo internet una descentralizada red de continua construcción; tiene en USA una peligrosa presencia mayoritaria de servidores y, sobre apenas una media docena de ellos, un tránsito cualitativamente superior al resto de los nodos que entretejen el mayor logro tecnológico –me atrevo a decir- que ha logrado la humanidad. Análogamente y siendo también la cultura una red, una red que nos salva de caer en la barbarie, y siendo también entretejida sin autoridades de por medio, sin dirección, sin gestión centralizada; serán también unas apenas media docena -o quizás más- de personalidades aquellas que registrarán un especial tráfico, esto es, referencias, estudios o citas, cuando actividades culturales entablamos. La personalidad que nos ocupa hoy, incluso está por encima de todas ellas según estos parámetros. En consecuencia, está por detrás de toda cultura, por debajo de todo el inglés, por delante de todo escritor...

La pluma es más poderosa que la espada

En El amuleto de bronce , una novela histórica de José Luis Corral , en la página 290; leo esta verosímil escena desarrollada en cierto lugar del orbe durante la edad media: Cuando le entregaron el anillo a Temujin, éste lo obervó minuciosamente y ordenó que condujeran a su presencia a su dueño. -¿Es tuyo este anillo? -le preguntó -No, lo es de mi señor Tayang. -Tu antiguo amo ha muerto. Todo lo que poseía, tierras de pastos, ganados, yurtas , este anillo, ¡todo! es ahora mío. ¿Cuál es tu nombre? -Me llamo Tatatonga. -Tú no eres naimán -supuso Temujin. -No, soy uigur . -¡Ah!, eres uno de esos seres de las regiones del sur; de esos países donde los hombres viven en las aglomeraciones de yurtas de piedra que llaman ciudades. -Sí, nací en una ciudad, pero he vivido entre nómadas. -Dime, ¿para qué sirve este anillo? He visto que tiene extraños signos. -Es un sello -respondió Tatatonga. -¿Y qué es un sello? -inquirió Temujin. -Un sello sirve para poner en un documento la señal de su dueño....

Que la paz sea contigo, artista

Al empezar la Liga pensábamos que íbamos a asistir a un codo a codo entre Messi y Cristiano [Ronaldo] por el trono mundial. Llegados a la primavera, casi puede darse por hecho que Messi ha ganado el pulso. Más menudo, con menos físico, con menos pegada, con sólo una pierna... En principio parece no tener tantas cosas como Cristiano, de físico exultante, potencia de remate, tiro libre, cabeceo, carrera de caballo inglés, ambidextro. Messi destaca por la habilidad del regate corto, su velocidad para salir y por su fantástica visión de juego. Tiene el mapa del ataque en la cabeza. Es mucho, pero, ¿como para distanciarse tanto de Cristiano? Es que goza de una ventaja decisiva: la paz de espíritu. Vive tranquilo, juega tranquilo, disfruta como en el colegio, según se ha dicho estos días. No le enfada que le peguen, no hace alardes humillantes. No juega para ser el número uno, sino para divertirse.(...)Es un niño que disfruta con sus amigos y una pelota. Cristiano tiene la obsesión de ser ...

Poniendo los puntos sobre las (íes) políticas

Entreleo por ahí que, a tenor de los últimos casos de corrupción en la derecha española, un votante de la misma debiera replantearse su voto a aquella. A mi parecer, -y dios me libre de defender a este conservadurismo socialdemócrata que se dice popular - el que alguien debiera retirar su voto a un partido por un quítame allá este dinero de las arcas públicas, sólo se le puede ocurrir a quien indoctamente sigue defendiendo de forma personalista la ideología política considerando con ello que un voto podría variar dependiendo de la simpatía de las personalidades que ocupen los escaños. Yo, por el contrario, considero que un responsable ciudadano moderno debiera echar su papeleta a aquel programa politico cuyos puntos estén más sólidamente cimentados desde un pilar económico y sólo renunciar a los mismos, en casos de corrupción, vandalismo, sobornos, latrocinio o multas de tráfico, si esos delitos se demuestran como estructuralmente inherentes al programa políticoeconómico que los func...

Contra la cerrazón social

Condición sine qua non de una por todos deseada sociedad abierta es la no existencia de perspectiva finalista alguna que arbitrariamente impóngase a toda la sociedad o, dicho en términos más castizos, no es aceptable que en nuestras sociedades contemporáneas exista una única moral y/o religión. Consecuentemente, hay que aceptar, o incluso aún más lejos: habilitar, el que algunos elijan otra actitud vital para su enfrentarse con el mundo, llegado el momento. De este modo, puedo aceptar la idea de que, pongamos, la vida siempre merece la pena pero porque me parece la opción más deseable, la heurística vital que más sensatamente uno debiera acogerse apriorísticamente, que no axiomáticamente. También lo acepto, por sobre todo, ya que desde la mera teorización es muy fácil aceptar tamaña ensoñación pero que luego uno quién sabe dado que ahora cómo saber y en cualquier caso, ojalá no saber. Y aclaro todo esto para justificar por qué no me parece en absoluto tolerable que no haya otras ...