lunes, 25 de enero de 2010

Pedagogía financiera

(...) por complicado y negativo que parezca, es necesario salvar al sistema bancario primero, ya que es... ¡El corazón de todo el sistema económico!
(...)
En el momento en el que el corazón comience a latir con fuerza, el resto de partes del cuerpo empezará a funcionar. Si desaparecen las altas necesidades de capital que están teniendo las entidades, el mercado interbancario también se relajará. Si éste se tranquiliza, el precio del dinero al que prestan los bancos será más accesible, por lo que las refinanciaciones de deuda de las empresas dejarán de ser tan elevadas y el euribor a doces meses se relajará.

Esto permitirá que las sociedades gasten menos recursos en pagar sus compromisos financieros, lo que, a su vez, incrementará los beneficios. Además, el particular tendrá un mayor acceso a la financiación. Esta secuencia permitiría el retorno de la confianza, que traerá consigo a su vez el consumo y el empleo, por lo que todo el cuerpo lo agradecerá.

Leído aquí

(...) Hace tiempo mi hijo de 3 años se cayó aparatosamente en la calle. Para que no se sintiera mal, dije "¡ahora yo!" y decidí caerme a su lado de forma similar.

Ahora, cada vez que se pega una hostia, me mira y dice: "¡ahora tú!". Lo sé, me lo merezco. Asco De Vida

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8 comentarios:

Héctor Meda dijo...

A propósito, sí que había alternativa:

Habría bastado con que los acreedores del sistema financiero hubiesen convertido, como mucho, el 8,5% de sus créditos en acciones para que toda la banca estadounidense hubiese evitado la quiebra sin necesidad de meter un solo dólar del contribuyente

Sierra dijo...

Ah, pues mira, así como inteligente-inteligente no me parece el artículo. Es más que probable que desembuche disparates, pero veamos:

"La primera, y más evidente, es no haber generado la crisis, esto es, haber eliminado todos los incentivos para que todas estas entidades se endeudaran masivamente a corto plazo con la finalidad de invertir a largo plazo. La iliquidez que arrastraban la banca, las aseguradoras y las agencias hipotecarias en su balance era de tal calibre que si acaso sorprende que no quebraran mucho antes".

Claro, y todo lo que tenían que hacer los dinosaurios para evitar la extinción era crecer cerebros, adivinar que les iba a pegar un meteorito y enviar una nave a destruirlo. Tenían todos los medios. Lo que no tenían, a diferencia de nosotros, era un enoooorme estímulo para no ver que venía un meteorito, porque la gente estaba ganando mucho dinero. Cuando digo "mucho" es el 20% anual, y más (no tengo una fuente que esgrimir, me temo, es directa). Desde luego, cuando estás ganando 20% es buen momento para hacerte preguntas como «¿De dónde viene todo?», «¿Existe Dios¿» y, especialmente, «¿Dónde está el truco?». Pero, claro, es lo que tiene el riesgo. Sigamos un poco.

"Para que nos hagamos una idea, la mayoría de los bancos estaban apalancados más de 30 veces sobre su capital. Sería como si a una persona que sólo tiene en propiedad 10.000 euros, se le concediera una hipoteca de 300.000 euros."

En primer lugar, los bancos no son personas. Si lo fueran, el sistema financiero avanzaría a la velocidad de algunos continentes. En cierto sentido, los bancos ni siquiera tienen mucha propiedad, tienen deudas por cobrar. ¿Qué banco del mundo tiene efectivo en la bóveda como para pagar siquiera a un tercio de sus clientes, si una mañana deciden venir todos a hacer retiros? ¡De eso se trata el negocio del crédito!

Por lo demás, el crédito gringo es un pelín diferente a como asumo que es en España por este texto. El banco se queda con la garantía, en teoría, no tendría que perder ningún dinero si el acreedor dejara de pagar... a no ser que la garantía bajara súbitamente de precio, lo que es el caso.

De todos modos, todo esto implicaba predecir la crisis. En este blog nos gusta la evolución: para que haya evolución tiene que haber estímulos, incentivos. ¿Qué incentivo hay más poderoso que estar ganando mucho dinero? Pues estaba puesto en no ver ninguna crisis.

Sierra dijo...

"Básicamente, como decía Alan Greenspan en sus tiempos más honestos, volver al patrón oro para evitar que los bancos centrales puedan inflar artificialmente el crédito y crear burbujas sobre todo tipo de activos".

Ah. Claro. Y, de paso, volver también al trueque y a las monedas-concha marina. En dos años la economía estará donde se quedó antes de esta crisis, sino menos. Las economías basadas en conchas marinas crecen... hmmm... Pues no hubiesen salvado a los dinosaurios del meteorito tampoco. Ver, sobre el patrón oro, un interesante artículo en Lautreamont o Sade? que me da pereza enlazar, pero aparecerá por "patrón oro" en una búsqueda, con toda certeza.

("Situación bastante parecida a la española, con la salvedad de que este proceso habría implicado que los políticos renunciaran a sus chiringuitos, privatizando las cajas de ahorro." Muy bonita España, amo las sangrías y eso; pero la economía gringa no se parece a la española ni mi tía Henrieta a Niomy Campbell- No merece más réplica).

"La estrategia de convertir deuda en acciones es muy habitual en los procedimientos concursales." y ss.

A pesar del lindo ejemplo para memes, lo que está diciendo es en el fondo bastante tonto. O, no es tonto, pero lo presenta como la invención de la pólvora y todo lo que ha hecho es mejorarla un poco.

En Chile tuvimos la gloriosa crisis del 80 o 83, uno de esos años que me va mal de la cabeza. A escala nacional, la crisis de ahora es un hipido, comparada. Y se le puso freno prestando dinero a los bancos. Es decir, igual que ahora, solo que el dinero tenían que devolverlo. Cosa que hicieron, durante largos años. Hay que comprar acciones de los bancos, no... "convertir deuda en acciones". A decir verdad, dejé de entender el plan maestro que se propone. Como plan maestro, compadre...

"Desde luego, no puede decirse que el rescate público fuera un éxito." Oh, bueno, esto, por una vez, es más cierto que Cristo. Y también es cierto que hacía falta menos dinero; lo que hacía falta era poner el dinero sobre la mesa mucho antes. En lugar de quedarse pasmados, mirando como todo se venía abajo, había que reaccionar rápido. En este lugar sí podemos culpar a los políticos, por haber estado ocupados en otra parte. Pero el sistema ciertamente funciona.

Es como un camionero que se queda dormido y despierta cinco segundos antes de pegarse con una muralla. Llega este tipo y en primer lugar nos dice que el camionero no debió dormirse, perogrullada; y después nos dice que los frenos son para imbéciles, que él tiene algo mucho mejor.

Los frenos funcionan, cumpa, pero hay que frenar a tiempo.

También es cierto, empero, que el criterio elegido para salvar los bancos no fuen nada acertado.

Sierra dijo...

Bueno, no sé, o sé sólo lo que he oído decir a personas que considero autoridades indiscutibles al respecto. Y replico sus razones y conocimientos muy mal.

¿Culpables? Los hay, como en todo. Los políticos no podrían faltar entre ellos, claramente; pero si se quiere mirar dentro del sistema, hay que buscar a Moodys y las demás clasificadoras de riesgo. Los otros sólo eran avariciosos y poco escrupulosos, por lo que no se les puede culpar. Las clasificadoras de riesgo no hicieron bien su trabajo.

Es claro que la economía gringa estaba andando en una burbuja, pero al respecto hay mucho que decir.

En primer lugar, podría argumentarse que las burbujas son inevitables. Vienen existiendo desde que los holandeses vendían tulipanes al precio de casas, y ya de mucho antes, del mercado de esclavos en Roma, del mercado de la arena enlatada, en el antiguo Egipto. Creo que las burbujas no pueden evitarse, solo aminorarse. Y no se puede porque son parte de la forma humana de pensar.

Más cerca del asunto, la economía americana es... rara. Es una gran bicicleta, en la que tienen que seguir pedalenado so pena de venirse abajo. Claro que deben muchísimo más de lo que tienen: ¡así funciona! Mientras avance rápido, mientras la creación de riqueza supere el ritmo de crecimiento de la deuda, la bicicleta anda.

«¡Pero eventualmente caerá!» Pues... sí. Explícaselo a los dinosaurios. Todo lo que sube... Roma tampoco se deshizo en una hora... Si está vivo ha de morir, es todo. Mientras tanto, podemos dejar que sigan pedalenado. Lo están haciendo a un inmenso precio, sobre todo de su integridad psíquica y cultural —lo sé porque estuve ahí hace poco—, pero parece gustarles.

Por lo demás, si dejamos que todo el mecanismo siga andando limpiamente, y no cometemos estupideces como volver al patrón oro (mi hermano de 9 alcanza a comprender que es una mala idea), recuperaremos el nivel anterior a la crisis in no time.

Bueno, no, no todo el mundo. Algunos se quedarán en el camino.

Diseña un sistema no cashualties y yo seré el primer en la línea. ¡Eh!, ya sé que es cruel, pero en este blog nos gusta la evolución, ¿no? Viva Darwin, viva Smith y viva Heráclito.

Sierra dijo...

(el niño de la bici va a ser de esos adultos que dicen "si caigo, no caeré solo". Va a ser banquero).

Anónimo dijo...

Héctor,

no he leído el estudio que ha hecho el Juan de Mariana, pero la propuesta de Rallo de convertir créditos en acciones como panacea tiene una crítica fácil: no es tan simple como parece. Rallo asume que los acreedores aceptarán esa conversión, pero el gran "pero" -leído en el "Economist" esta semana y que comparto- es que no sabes cómo respondería el mercado a este cambio: posiblemente huyendo como la peste de esas acciones.

No sé si el criterio elegido para salvar bancos fue el acertado: es verdad que el Estado se ha apresurado a entrar como salvador y tal vez pronto descubra que no era tan fácil salir de escena. Y cuando se dice "Estado", ya se sabe a quién le toca pagar...

Saludos

Héctor Meda dijo...

Grandes comentarios a lo dicho por Rallo que no me atrevo a discutir pues me pierdo fácilmente ya en estos ámbitos y a estos niveles de abstracción y aún a pesar de mis lecturas aunque apenas un par todo hay que decirlo.

Me queda la sensación, objetivo a transmitir con el diálogo intertextual, de que creamos equivocados incentivos si vamos sufragando los errores de los bancos y que por tanto y cuando menos urge menos aceptación ovejuna del tipo las burbujas siempre existirán o del tipo los bancos no pueden morir que aún en el supuesto de que sean ciertas merecen mayor resolución política para siquiera no cagarla otra vez.

¿Y el patrón oro como alternativa? Bueno, no quiero ser apodíctico en el tema porque bien se puede encontrar sesudos tratados a favor o en contra pero yo tengo la sensación de que en estos casos las teorizaciones son muy pálidas, la realidad demasiado compleja, y por tanto las reformas, como decía Popper, gradualmente y poquito a poco ya iremos viendo pero eso sí, reformas.

Sierra dijo...

Hmmm...

Bueno, era el punto que iba a comentar originalmente, antes de leer el artículo.

Creo que el sistema económico (es decir, la compleja red de interacciones que conforman un sistema, en este caso económico) no aprende mucho del pasado. Es como una colonia de hormigas, que obedece al estímulo presente, no a confusas memorias. Tal vez una que otra hormiga recuerde que, no sé, por esa dirección había depredadores o llamaradas, pero el hormiguero en general se moverá hacia allá si sienten un olor a azúcar.

No sé si me explico con esto... Pero los seres humanos son muy como hormigas: ponles dinero a barlovento y vendrán corriendo con sus lindas tenazas y babeantes mandíbulas agitándose desesperadamente. Uno tiene que estar un poco afectado de la cabeza para pensar que es una imagen encantadora; pero a veces me bajan estos arranques de... antropofilia...