miércoles, 10 de noviembre de 2010

Pienso, luego existo...aunque no sepa en qué sentido

Supongamos que existe un algoritmo que habilita la creación de un virus informático.

Supongamos que existe escrito en un página de un bloc de notas ese algoritmo recién mencionado.

Supongamos que existe programado en mi ordenador aunque no ejecutado el virus recién escrito en el bloc de notas.

Supongamos que existe ejecutándose en el ordenador de Fulano, de Mengano y sobre todo del capullo de Zutano el virus recién programado.

¿En qué momento empezó a existir de veras el dichoso virus? ¿Acaso cada uno de los "existe" recién escritos no refieren, en realidad, diferentes significados?

45 comentarios:

José Luis Ferreira dijo...

¿Qué es eso de "existir de veras"?

Héctor Meda dijo...

Sin ningún género de dudas, por ejemplo o bien, realmente o bien, eso no tiene sentido.

Este problema pide a gritos, sin duda, ser detallista con los términos usados (aún sin serlo obsesivamente :-)

Quiero decir, si alguien cree que la pregunta está mal planteada que lo diga sin problemas, si bien que especifique también dónde y por qué

José Luis Ferreira dijo...

Aclarar todo esto y plantearlo bien es justamente lo que intentaba con las acepciones de existir en los comentarios de la entrada anterior. Pensaba que también ibas por ahí y ahora me sorprendes con esto.

Héctor Meda dijo...

Tus definiciones de existencia, mejor dicho, tu criterio de admisión para la familia de entidades existentes -si mal no entendí- pide que el objeto sea reconocido (¿podemos reconocer una obra mozartiana de cuando tenía 60 años?)

Ahora bien, aunque es una objeción válida, en este caso todos los diferentes casos de existencia (salvo, tal vez, el primero) son reconocibles y no por ello deberíamos considerar que existen en el mismo sentido ¿o sí?

Chofer fantasma dijo...

Pensando en voz alta...
Cada una de las instancias que mencionas (algoritmo, texto , programa, copia ejecutándose...) se refieren a una cosa distinta. Tal es así que pueden ser nombradas y diferenciadas. Todas existen tanto como las demás.
Al preguntar cuál existe en realidad, te pegas un tiro en el pie. Son cosas distintas. Como distinto es el medio, el soporte y sus capacidades.
¿Hay una unidad que las iguala? En algún modo son lo mismo? Como una idea platónica. Creo que no, es innecesario que tal cosa exista.
De paso, si existiera, tendríamos que incluir en la definición el medio que lo soporta. Por ejemplo, el mismo algoritmo escrito para ejecutarse en distintos procesadores tiene distintas instrucciones. El escrito en papel debe tener un cierto tamaño para ser legible, y así. Por lo tanto, la definición del virus arquetípico es imposible, sin incluir al universo que lo rodea.

José Luis Ferreira dijo...

Presentaba, en realidad, tres acepciones (o grados, si quieres) para hablar de existencia.

1. Las lechugas.

2. Los ultrafiltros no triviales.

3. Las sinfonías del Mozart contrafactual.


Puede haber acepciones intermedias. Jesús agrupaba, según entiendo las acepciones mías 2 y 3 en una sola. Toda mi intervención era para, primero aclarar de qué acepción hablamos y, después, para señalar como de interés la distinción entre las acepciones 2 y 3 (la que recuerdas en tu último comentario).

Sierra dijo...

También creo que la pregunta es mala, es una trampa del lenguaje, pero preferiría no meterme ahí porque es una discución que ya hemos trillado.

En cambio, me gustaría preguntar en qué sentido es relevante la pregunta. Es decir, ¿qué podríamos aprender aclarando este rollo?

Héctor Meda dijo...

Parece que hay unanimidad en considerar a la palabra "existir" poseedora de diferentes acepciones.

Falta considerar cuáles y en qué sentido o cómo se relacionan con lo real.

Mi opinión. Brevemente: La opción (2) refiere una jugada de lenguaje y como todo acto lingüístico es performativo, hablamos, después de todo, de una acción realizada.

La opición (1) es una metajugada, es una jugada sobre una jugada aunque ésta quede abocetada

La opción (3), en el fondo, es tal que la (2)

Y la (4) es una conducta efectiva e incuestionable, esta vez del todo visible

En conclusión, aquí el verbo "existir" se ha referido a cuatro distintas acciones (realizables por cualquier cognición humana) y en ningún momento se ha referido a ningún ámbito de la realidad independiente (a ciencia cierta) de nuestra cognición y sus instrumentos

Utilidad de esto, Sierra, oiga pues no lo sé pero, vamos, si la tuviera me dedicaría a venderlo por ahí. Mientras tanto, a estas anotaciones hay que entenderlas como sudokus interactivos

Sierra dijo...

"Parece que hay unanimidad en considerar a la palabra "existir" poseedora de diferentes acepciones.

Falta considerar cuáles y en qué sentido o cómo se relacionan con lo real."


Hombre, pues eso ya lo decía Aristóteles.

"La expresión 'algo que es' se dice en muchos sentidos, pero en relación con una sola cosa y una sola naturaleza y no por mera homonimia [...] Así también 'algo que es' e dice en muchos sentidos, pero en todos los casos en relación con un único principio: de unas cosas por ser entidades, de otras por ser afecciones de la entidad, de otras por ser un proceso hacia la entidad, o bien corrupciones o privaciones o cualidades o agentes productivos o agentes generadores ya de la entidad ya de aquellas cosas que se dicen en relación con la entidad, o bien por ser negaciones, ya de algunas de estas cosas ya de la entidad".

Así, para Aristóteles hay muchos sentidos en los que usamos la palabra 'existencia' pero todos relacionados con un sentido principal, la existencia en sentido estricto, si se quiere. Todas las sutiles distinciones que se han dado aquí y en la discución anterior en torno a esta problemática pueden hacerse calzar o bien con las categorías aristotélicas o bien, si nos ponemos más sutiles, con las categorías un poco más refinadas de Kant, las famosas 12.

Ahora bien, me causa mucha gracia que una discución donde predominan los empiristas acabe por necesitar la metafísica aristotélica para aclararse ——y esta no es, creo, caballeros, una cosa que pueda negarse, porque todo esto ha sido hablar de las categorías, queriéndolo o no.

Pero mi pregunta iba por otro lado, Héctor. La utilidad práctica desde luego que no me interesa; pero una vez establecido que decimos el ser en diferentes sentidos, ¿qué propósito intelectual tiene romperse la cabeza tratando de averiguar exactamente en qué sentido decimos el ser de las sinfonías contrafactuales de Mozart que existen en tanto relaciones matemáticas?

Las categorías, ya sea en Aristóteles o en Kant, tienen la ventaja de ser universales, es decir, vaguedades. Si miramos el problema demasiado de cerca, si nos enfocamos en la sinfonía no escrita de Mozart, si tratamos de decir exactamente el sentido en que existen, no conseguiremos más que quedar bizcos.

Sierra dijo...

Olvidaba: la cita es de Met IV 2, circa 1003b.

Héctor Meda dijo...

No, no, no tengo previsto a priori de plantear la duda, qué sacaré de la indagación. Si bien, mis abocetadas hipótesis iban más por Witti II (juegos de lenguaje y demás) que por Ari al que no lo soporto -por ser griego, supongo

Y lo de los empiristas haciendo metafísicas (cuando dan respuestas profundas al problema) no es nada raro teniendo en cuenta que son -la mayoría- realistas (en el sentido medieval y filosófico del término)

José Luis Ferreira dijo...

No sé qué metafísica ves en querer definir bien de qué hablamos (por contraposición a querer saber qué o cómo es la realidad sin hacer empiria).

Pero ni siquiera es el objeto de definir bien el saber "exactamente" el sentido en que existen esas sinfonías. Basta saber que estamos dando un significado distinto en tal y tal sentido a "existir" en ese caso, sin llegar a ser "exacto" o "absolutamente preciso". Con saber que ese existir 2.B opera distinto que el existir 1.A puede valer de momento.

En otro momento tal vez interesará distinguir 2.B.i de 2.B.ii, pero ya llegará cuando haga falta para entendernos, no porque lo requiera ninguna metafísica.

Héctor Meda dijo...

Metafísica se hace, por definición, cuando se es realista, esto es, cuando se cree que existen hechos o entidades y además señalables que existen con independencia de nuestra existencia.

NO es un insulto esto de decir que siendo realista se hace metafísica, se trata de recordar su definición

José Luis Ferreira dijo...

Ya hemos pasado muchas veces por eso. Soy materialista porque todas las teorías que sirven de algo para interactuar con la (apariencia de) realidad lo son. No es una postura metafísica previa. Es la constatación de lo que hay en lo que conocemos.

Decir cosas contradictorias con eso son, en el mejor de los casos, especulaciones (cuando no me lo creo del todo, por lo menos hasta que no se muestre) y, en el peor, metafísica (cuando lo creo medalaganariamente solo porque me he hecho la picha un lío).

Sierra dijo...

Héctor:

!

***
José Luis:

"No sé qué metafísica ves en querer definir bien de qué hablamos".
Cuando aquello de lo que hablamos es el ser, vale decir, la existencia, estamos haciendo metafísica, siendo la metafísica la ciencia del ser en cuanto ser, tal como la define Aristóteles.

"Basta saber que estamos dando un significado distinto en tal y tal sentido a "existir" en ese caso, sin llegar a ser "exacto" o "absolutamente preciso". Con saber que ese existir 2.B opera distinto que el existir 1.A puede valer de momento."
Eso es hacer metafísica, precisamente.

Esto es, desde luego, metafísica en un sentido clásico y no como usa esta palabra, v. gr. el círculo de Viena o Popper.

Wittgenstein diría que metafísica es tomar observaciones gramaticales —como que "decimos que algo existe en un sentido A o B"— como empíricas —como concluir de lo anterior que "algo existe como A o B"—. A no ser que ahora venga una aclaración, creo que eso es lo que se ha estado haciendo aquí.

Yo, desde luego, soy antimetafísico; pero no por ello creo que "metafísica" es una mala palabra que pueda espetársele a alguien en la cara.

José Luis Ferreira dijo...

"la ciencia del ser en cuanto ser"

No sé qué significa eso. Lo entiendo como un slogan, una frase hecho, una declaración de intenciones, pero no como algo bien definido ni, desde luego, como una ciencia.

Puedes decir que mostrar la existencia de un objeto matemático (p.e. la solución a un sistema de ecuaciones) es hacer metafísica. Pero eso no es hablar del "ser" (tampoco sé qué es eso del ser) o de la "existencia".

Lo más parecido a metafísica que nos queda es esta manera de mostrar que usamos la palabra "existir" en distintas acepciones.

No me parece mal reducir la metafísica a eso, porque eso, definir lo mejor posible, es el primer cuidado del método científico. Si quieres llamar metafísica al método científico también me parece bien. Pero entonces estamos en que la metafísica es puro método empírico-deductivo.

En realidad, si entendemos por "ser" la realidad ya sabemos que no podemos decir nada. Si entendemos "la realidad que se nos aparece a nosotros" el estudio del ser es el la ciencia ni más ni menos.

Pero no es esto en lo que se han enredado todos los metafísicos que en el mundo han sido. Más bien han querido decir cosas sobre términos muy mal definidos (el ser en sí, la causa,...) usando otros todavía peor definidos (inmanencia, esencia, contingencia...) y usando un muy mal método de trabajo (usando los prejuicios propios sobre cómo son las cosas: extensión, intelecto,...).

Héctor Meda dijo...

Ferreira si hemos pasado antes por esto es porque no pareces dar tu brazo a torces y siquiera darte cuenta de las premisas y agujeros que tiene tu postura

Cuando se afirma que existe los objetos matemáticos se está anotando una proposición descripitiva de lo que hay en la realidad y que existirán con independencia a nosotros pero sobre todo, no se puede defender que esto te lo diga la Ciencia sino que es una conclusión filosófica, a lo más, llegada desde la ciencia pero desde luego la Ciencia no obliga a tales creencias (véase la postura de Heisenberg sobre la cuántica y en general contra las matemáticas realistas, de chapeau)

E insisto, la concepción que tenemos de la metafísica yo, o en este caso Sierra, es la filosfia de bachiller. No es algo rebuscado, la verdad, es decir, en el mismo momento que afirmes que "X es una entidad que existiría con independencia de nuestra existencia" estás haciendo metafísica (al menos, tal y como me la explicaron en bachiller)

José Luis Ferreira dijo...

Es que yo no digo:

"X es una entidad que existiría con independencia de nuestra existencia"

por lo menos no así, sin más y, desde luego no como creencia infundada.

El significado que le doy a que las lechugas existen con independencia de mí es el mismo que le da cualquier otro ser humano, a saber, que es la hipótesis de trabajo más razonable.

Algunos quieren, además, darle otro significado más esencialista o lo que sea. Pero esos significados nunca han servido para nada.

Como siempre me quedo en esa primera acepción no hago metafísica, sino que simplemente soy persona viviendo en el mundo.

La metafísica de bachiller es la que emplea Hegel cuando dice:

. «[...] hay que cobrar conciencia de la inundación que sufre la mecánica física por parte de una metafísica indescriptible que –contra experiencia y concepto– tiene como fuente única aquellas determinaciones matemáticas»

«La ilusión fundamental en el empirismo científico es siempre la misma: utiliza las categorías metafísicas de materia y fuerza, además de las de uno, múltiple, universalidad, infinito, etc., y siempre sin advertir su contenido metafísico, utilizando estas categorías y sus relaciones de manera acrítica e inconsciente»

Jamás sirvió este discurso ni ningún otro de este pelo para mejorar nuestra concepción del mundo, para mostrar errores en la ciencia, mostrar líneas de investigación, explicar la actividad científica,...

Sí sirvió para hacer el ridículo, como lo hizo el propio Hegel metiéndose en astronomía y ha servido para escribir miles de páginas sin sentido, desde la Ética de Espinoza al Ser y la Nada de Sartre.

Read more: http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2009/04/al-monte-se-va-con-botas-o-si-tuviera.html#ixzz154RpV3jI

Héctor Meda dijo...

En el momento en que crees en las lechugas, haces afirmación ontológica (o metafísica): esa es la definición de metafísica y que no le des estatuto de dogma a la proposición es una postura meramente epistemológica que hoy, cuando se trata de filosofar y cuando se trata el asunto con sentido común, lo comparte todo el mundo sea de la escuela que sea.

E insisto por enésima vez, Hegel no es toda la filosofía, es más, apenas es una excrecencia en la historia de la filosofía. Cuando Kripke, por ejemplo, y hoy en día y siendo uno de los filósofos contemporáneos más reputados del mundo, defiende una postura metafísica; a ningún filósofo posempírico se le ocurre pararangonarlo con Hegel.

No sé qué obsesión tienes con el alemán pero, vamos, hay muchísimos pensadores más que él que han tratado asuntos como el de si existen o no las lechugas. Mismamente Russell hubiera dicho que sí, de hecho, era un platonista matemático de tomo y lomo. O Popper, con sus tres mundos. Etc.

José Luis Ferreira dijo...

"En el momento en que crees en las lechugas, haces afirmación ontológica (o metafísica)"

Es que eso, creer de la forma en que creemos en la existencia de las lechugas es una perogrullada. Puedes llamar metafísica a una perogrullada.

Para que fuera algo de interés tienes que mostrar opciones de cómo hacer otras cosas y optar por alguna de ellas basándote en algo. Como no tenemos más opción que creer como creemos en la existencia de lechugas y como cualquier otro intento ha sido vacuo seguimos en la perogrullada de toda metafísica de interés (la de creer en la existencia de las lechugas tal y como creemos) y la de paja mental de toda otra metafísica.

Más sobre metafísica de bachillerato:

http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2010/10/como-no-ensenar-filosofia-2.html

Sé que autores modernos hablan de otra metafísica (no la de bachillerato). Yo la llamaría "fundamentos de probabilidad", "de teoría de la decisión", "de las matemáticas",... Si se quiere reconvertir el término metafísica para esto, vale, pero no es de lo que se habla en la de bachillerato ni de lo que se hablaba en los tratados de metafísica de los últimos 20 siglos ni lo que se ha venido enseñando en las facultades de filosofía como metafísica.

Héctor Meda dijo...

Puedes llamar metafísica a una perogrullada.

Pues no señor. No entiendo tu permanente convencimiento (o esa sensación transmites) de que tus ideas son perogrulladas.

La existencia del puto gato de Schröndinger (que es lo mismo que las lechugas) NO es para nada una perogrullada

José Luis Ferreira dijo...

No, la existencia del gato, como la de los multiversos, es una especulación incomprobable, no algo que dilucide ni de lo que se encargue la metafísica.

Héctor Meda dijo...

Inverificable empíricamente NO es lo mismo que indemostrable. ¡Cuidado! No hagamos filosofía, una vez más, a escondidas

Por lo demás, eso mismo de la incomprobabilidad pensaban todos hasta que llegó Bell

Como leí en la web El Tamiz (supongo que la conocerás), las distintas interpretaciones de la cuántica NO son triviales pues cada una de ellas trae consigo consecuencias empíricas.

José Luis Ferreira dijo...

Hombre, es que no pensaba que a nadie se le ocurriera pensar que esa proposición pueda ser comprobable de otra manera. La mecánica cuántica, desde luego, no lo hace.

Hoy por hoy no solo es inverificable empíricamente sino que no se barrunta qué podría pasar (barrunto plausible) en nuestro conocimiento del mundo para que lo sea. Pero, de acuerdo, algo podría pasar (y la interpretación del colapso de onda esté dando lugar a una línea de investigación que desconozco). Pero nada de eso es metafísica, sino método lógico-deductivo.

No veo por qué pones estos casos que solo me dan la razón.

José Luis Ferreira dijo...

perdón, quería decir empírico-deductivo.

También me he dado cuenta de que un enlace anterior no se correspondía con lo que anunciaba (metafísica de bachillerato). Es este:

http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2010/10/como-no-ensenar-filosofia-2.html

Héctor Meda dijo...

Ferreria veo que no me hecho entender.

Dos puntos:

1) Que NO sea algo empíricamente verificable NO implica que TAMPOCO sea demostrable

2) Las interpretaciones de la cuántica SÍ tienen implicaciones empíricas (véase El Tamiz)

Y en última instancia el hecho de que exista la de Copenhague YA invalida tu afirmación de que es de perogrullo "que las lechugas existen"

Héctor Meda dijo...

La prueba de que las diferentes interpretaciones cuánticas tienen consecuencias empíricas es el teorema de Bell, cito de la magnífica web El Tamiz:Antes de zambullirnos en la demostración del Teorema en cuestión, quiero tratar de hacerte ver la enorme originalidad de enfoque de Bell: otros habían intentado antes demostrar, a partir de las propiedades de la mecánica cuántica, resultados experimentales determinados. Pero eso no resolvía el problema: sí, la mecánica cuántica predecía esos resultados, pero tal vez habría otra teoría más completa que no sólo predijese los mismos resultados en esos experimentos, sino que además tuviera en cuenta variables ocultas o cosas que se hubiesen escapado a la cuántica, y lo explicase todo sin romper el localismo ni el realismo. Un callejón sin salida para discutir sobre esos dos aspectos.

Pero Bell hace exactamente lo contrario. Partamos de la hipótesis de que la realidad existe y es local, dice Bell, ¡justo el mismo punto de partida que el de Einstein y los real-localistas! ¿Qué consecuencias experimentales tiene eso? Naturalmente, muchas, pero John Bell consigue razonar meticulosamente sobre una en concreto: existe un límite en un determinado resultado experimental que no puede sobrepasarse si la realidad es local. Cualquier experimento que esté dentro de esos límites es compatible con una realidad local y no demuestra nada… pero si un solo experimento se sale de esos límites, no es posible explicarlo con absolutamente ninguna teoría real-localista. Fíjate que Bell no sostiene que la cuántica sea verdad, sino que su Teorema se centra en el localismo y el realismo, y consigue romper el nudo gordiano como debe hacerlo la Ciencia, estableciendo condiciones que pueden comprobarse de manera empírica.


Y es que para no aceptar la interpretación de Copenhague, habida cuenta de que es la que más respeta el principio de economía, no basta simplemente plantear una hipótesis que no sea falsable, cito otra vez:Es importante que entiendas, antes de que discutamos otras interpretaciones alternativas de la mecánica cuántica, que divagar es fácil, pero no siempre es ciencia. Una interpretación es científicamente relevante, entre otras cosas, si es falsable. Yo podría decir, por ejemplo, que es imposible conocer a la vez la posición y la velocidad de un electrón porque, cuando intento medir una, un demonio invisible (que nunca jamás podríamos ver de ningún modo porque no está en nuestro Universo, pero es capaz de afectarlo imperceptiblemente) le da un golpe al electrón y lo mueve o altera su velocidad. Y eso puede ser interesante o divertido, pero no es ciencia.

Lo que propusieron Einstein o Schordinger, por contra, eran experimentos verificables

Por otro lado, como ya dije aunque una parte teórica NO sea empíricamente verificable en algún punto puede ser escogida por otras razones, v.gr: navaja de Ockham

Tumbaíto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tumbaíto dijo...

Existen desde que hay una máquina que los "aplica".
Antes eran un proyecto en un papel; ese proyecto nos indicaba algo que no existía.

Héctor Meda dijo...

Gracias por el comentario Tumbaíto, no obstante, a tu comment le añadiría una consecuencia con la que no sé si estarás de acuerdo, a saber: tu conciencia existe mientras haya, y sólo mientras haya, un cuerpo que lo aplique.

José Luis Ferreira dijo...

Pero te dará cuenta que todo eso es práctica científica y método científico, que entra en el terreno de la epistemología, no de la metafísica.

Héctor Meda dijo...

No, el teorema de Bell tiene la particularidad de que desde una concepción filosófica se es capaz de dar cuenta de forma empírica y no meramente argumentativa (v.gr: recurriendo a la navja de Ockham) de una serie de cuestiones, empero, emintemente filosóficas, no matemáticas, es decir: realismo, localismo, etc. son conceptos que nacen desde la filosofía y que, gracias a la tecnología y a las matemáticas pueden ser abordadas empíricamente HOY en día

En ciencia, la de la buena, la de los grandes científicos tipo Heisenberg y Einstein y así lo demuestran sus discusiones; la distinción entre pensamiento filosófico y científico (i.e: matemático, experimental) es tan intrincada e indivisible como en arquitectura, la de los grandes arquitectos, arte y ciencia

Héctor Meda dijo...

Y bueno, en esta discusión hay que distinguir dos ideas:

1) Que la ciencia, ni nadie serio haga metafísica

Absurdo dada la definición de Metafísica (y que desde ya advierto NO es "las tonterías de Hegel") y dado el significado de conceptos como "realismo", "localismo", etc que manejan los científicos

2) Que sólo los científicos, mejor dicho, los papers científicos pueden hacer metafísica pues estos NO se pueden interpretar ni naá.

Absurdo también a la vista de lo que pensaban los físicos del s.XIX pero, vamos, esta discusión no hace falta sacarla

José Luis Ferreira dijo...

El concepto realismo es pertinente a la metodología, es decir, a la epistemología, es decir, al método científico.

Por ejemplo, entre las características que deben tener las teorías científicas se habla de que han de ser sinópticas, con capacidad de explicación,... y se debate si han de ser realistas. El localismo es una discusión de las características de los modelos físicos a cuenta de la insuperabilidad de la velocidad de la luz y de los fenómenos cuánticos.

Te repito que si quieres hacer coincidir la metafísica con la epistemología, por mí de mil amores. Entonces no me meteré con esa metafísica. Pero seguiré teniendo por inútil la de Espinoza, la de Hegel, la de Sartre, es decir, la que aparece en cuanto uno mira un manual de filosofía de bachillerato.

Tumbaíto dijo...

¿La conciencia, Héctor, es la interacción con el medio cuando el organismos es lo bastante inteligente?

Sierra dijo...

Si uno mira a Hegel en un manual de bachillerato... bueno, yo no sé cómo será el bachillerato en España.

Héctor Meda dijo...

Tumbaíto,

Yo no tengo ni idea de qué es la consciencia

Ferreira,

Y la biología tampoco es lo que dijo Lamarck y la genética tampoco es lo que defendió Lysenko y las matemáticas tampoco son lo que defendió Russel en sus Principia y la física tampoco es lo que defendió Geofrey Chew con su principio boostrap y la cosmología tampoco es lo que defendió Smolin con su teoría del multiverso ¿Y?

Tumbaíto dijo...

Entonces es fácil de entender que no supieses si estaría de acuerdo.

Héctor Meda dijo...

y claro, Tumbaíto, por eso te lo preguntaba

José Luis Ferreira dijo...

Eso es cierto, pero el objeto de estudio y el método científico se mantuvieron en todos los casos (bueno, no en el de Lysenko,pero nunca fue biología), no así en el de la metafísica, que habría cambiado objeto y método.

Parece que hemos llegado al acuerdo de que la única metafísica que ha sobrevivido se ha convertido en epistemología, es decir, el método científico y las discusiones en torno a él (su mejora).

Héctor Meda dijo...

Sí, pero eso ya lo descubrió Kant en su Crítica a la Razón Pura (anterior, por cierto, al verborreico Hegel)

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Lo que importa no es "la noción de existencia", sino la lógica de los cuantificadores. Y para eso, nadie mejor que el maestro Hintikka:
http://www.springerlink.com/content/h3117701h405822t/

José Luis Ferreira dijo...

Nunca he presumido de descubrir nada, pero me alegro de estar de acuerdo en la idea aunque estemos en desacuerdo en el nombre.

Kant puso, seguramente, la semilla para que eso se viera así, pero él mismo no se aplicó el cuento al pretender moralizar con sus imperativos categóricos (tal vez no quieras llamar metafísica a esta parte de Kant, aunque este querer deducir la moral lo veo venir de una tradición metafísica cristiana) cuando le atribuye algún papel demasiado absoluto a las ideas a priori del intelecto.

Tras él todavía hemos aguantado muchos metafísicos que no se dieron por enterados.

Héctor Meda dijo...

Sí, sin duda, Kant entendió la moral de una forma tal que reinstauraba la metafísica dado el legalismo metafísico al que apelaba. Y la verdad, lo hacía por no haber sabido en este punto desembarazárse del tomismo.

Si bien, fue el primero en defender una mora sin Dios -al menos luego de haber venido los cristianos al debate de ideas- y eso se merece un aplauso.

Mikeollie dijo...

Tú pregunta es cuando podemos decir que existe el virus, sin embargo, las diferencias entre las suposiciones te las puedo dar yo claramente que soy informático, que te sirvan a ti para saber cuándo existe el virus es un problema tuyo, no realmente de las diferencias entre las suposiciones, las cuáles son meramente informáticas (y si no lo crees así dame alguna diferencia fuera de la informática entre dichas suposiciones).

Se entiende por virus al programa y no al proceso (programa en ejecución).
Así que tenemos que:
En el primer caso podemos referirnos al programa que aparece en pantalla como un virus, porque es un conjunto de instrucciones de un lenguaje formal que tienen una semántica inmediata para la máquina (una vez compilado) con las características de un virus.

En el segundo caso no se a que te refieres con programado en tu ordenador, se supone que ya está programado en el primer caso.

En el tercer caso el virus que es un programa pasa a ser un proceso en el ordenador de fulano, es decir está alojado en la memoria principal.

Es como decir, un coche, ¿cuando existe realmente cuando lo están diseñando, cuando lo han construido o cuando se está moviendo por la carretera podemos decir que el coche existe?
Para mi coche es un vehículo con cuatro ruedas que permite desplazarse, lo identifico cuando lo veo por la capacidad que tenemos todos de reconocer patrones gracias a las redes neuronales, si le pones alas y vuela tu cerebro dirá que no es un coche, si está dibujado en un papel tu cerebro lo asociará a un dibujo, una herramienta que permite hacerse una idea mental de como va a ser un coche, una herramienta para la construcción de un coche, al igual que si en el dibujo aparecen notas sobre la tecnología utilizada, pues otra herramienta más, el dibujo representa visualmente el coche pero no es lo que yo entiendo por coche cuando lo veo.