Un par de notas sobre la fealdad en el arte
(En este estimulante post de Dialectica y Analogia se especula la razón de la aparición de lo feo en el arte. Invito a leer la anotación para saber la interesante especulación al respecto. Unos comentarios por mi parte al respecto:)
Ciertamente, al retratarse un objeto "feo" se convoca a un contrastante ideal nuestro de belleza y de ahí esa relativa sensación de repugnancia, pero a esta idea urge precisar un par de cosas a bote pronto, primeramente, tiene que dejarse claro que el objeto es feo y me valen las pelis de serie B como caso, pues allí, es harto común que el malo malísimo, toda vez que hay que demostrar que es malo malísimo, se comporte como una déspota tirano con, sin ir más lejos, sus subalternos, ahora bien, resulta absolutamente inverosímil este comportamiento, quiero decir, es muy poco probable que un lugarteniente se deje humillar por una persona o, dejándose humillar, sea un lugarteniente competente que participe y colabore en la inventiva de estrategias exitosas -y es que no se tiene a un Rommel si uno se comporta como un auténtico gilipollas-, o sea, que el malo malísimo de las pelis B, por este y otras típicas escenas, dicho sea de paso, es inverosímil, lo cual, a mi ver, es una forma de fealdad (literal, no artística) y, no obstante, no se nos presenta como tal, como alguien feo, inverosímil digo; luego su construcción estilística es fraudulenta, kistch, y por eso no notaremos su fracaso como una tragedia, ni al menos una fealdad artística.
Pero por otro lado, en la convocatoria de nuestro ideal tiene que aparecérsenos ésta ligeramente cambiada y es por eso por lo que la fealdad cotidiana -que se confronta a una funcionarial belleza proporcionada- o la maldad de un tirano al uso -que se confronta con una democracia virtuosa- no nos emociona en absoluto, al contrario de, pongamos, un shakespereano regicida villano como Macbeth que nos hace dudar de la bondad de nuestras más -ejem, ejem- virtuosas ambiciones, y que por tanto, y al manosear nuestros ideales, nos remueve por dentro.
Comentarios
muchas gracias por la referencia que haces a mi entrada. Como te he comentado allí, estoy de acuerdo con esas precisiones que haces.
Un cordial saludo
En cualquier caso, la fealdad en el arte solo es un problema si se cree que el fin o el propósito del arte es la belleza. Faltando esto, la pregunta se vuelve «por qué está esto feo aquí en lugar de allá» y nunca «¿por qué lo feo?».
¿Nunca le ha pasado que le gusta una melodía de Beethoven (a mi me pasa sobre todo con el sordo éste, pienso por ejemplo en el tema 1º del último movimiento de opus 135) y quiere escucharla y se planta tramposamente en el segundo exacto donde suena esa melodía y resulta que, al no haberse escuchado la obra desde el principio, llega a ese instante menos emocionado que en las otras ocasiones?
¿No le pasa lo mismo con los monólogos shakesperianos? ¿El famoso monólogo de "ruido y furia" no se ve más bello luego de haberse leído la obra?
Etc.