Sobre la ironía
Yo diría que la ironía pone de manifiesto la necesidad de extender la acotación relevante que pone en funcionamiento un significado, en este sentido, la ironía se entiende solo por el carácter externalista del significado. Por eso mismamente funciona la ley de Poe pero porque sin un contexto que matice o contextualice determinadas expresiones, la función veritativa no puede implementarse. La ironía, en ese sentido, es la demostración de que un contexto puede refundir completamente el alcance significativo de una expresión. Si lo que hay son juegos de lenguaje superpuestos pero (y en virtud de ser) finitos que, uno a uno, no alcanzarían a describir la totalidad de la Verdad; la ironía todavía se entiende mejor, esto es, sería el modulador por excelencia de los juegos de lenguaje, y justo por ello, dicha figura lingüística no es sin más una distracción retórica, puro adorno hueco, de hecho, y en mi humilde opinión, la mayor muestra de inteligencia es ese saber conducirse de...