Sobre el crecimiento ecónomico
Un pesimista es un imbécil antipático y un optimista, un imbécil simpático porque ninguno de los dos sabe lo que va a pasar -- Bertrand Russell ( 1872-1970 ) Ciertamente, la creencia de un crecimiento ilimitado dada una determinada situación tecno-económica es falsa. Pero, así como antiguamente el petróleo era visto como algo ponzoñoso y desagradable hasta descubrirse su utilidad carburante; así también pudiera ser que lo que ahora vemos como deshecho y basura, al cabo, se convierta en un recurso energético más y las posibilidades de crecimiento hayan de recalcularse otra vez. Similar a la cuestión de la esperanza de vida media: ¿quién sabe qué pasará hasta, pongamos, 2030, como para saber si entonces no tendremos que recalcular -gracias un milagroso descubrimiento médico, por culpa de un funesto virus mortífero- nuestra esperanza de vida desde ahora prevista? Consecuentemente, no deberíamos hablar de crecimiento económico ilimitado, es cierto, aunque sí podríamos, más bien deberíamo...